Doping Amateur
La reciente suspensión por dopaje de la ruso-panameña Carolina Dementiev abre nuevamente la puerta al tema del doping entre atletas no profesionales (age group) en el triatlón. Recordemos que Dementiev fue en 2008 Miss Panamá, estudia Derecho y tiene un programa de TV y ha sido múltiple ganadora de Ironman y 70.3 a nivel internacional en su categoría. Fue suspendida por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) por 2 años por usar una crema cicatrizante llamada Neobol que contiene una sustancia dopante.
Carolina Dementiev
Pero no es el único caso. En los últimos años se han intensificado los controles a nivel amateur y naturalmente han ido cayendo varias connotadas figuras del triatlón por edades a nivel mundial. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Kevin Moats, legendaria figura del triatlón de los ´80 y ´90, múltiple ganador en su categoría en Hawaii y que cerca de cumplir 60 años fue suspendido por uso de Testosterona.
El año pasado apareció el caso del brasilero Bruno Lazaretti quien dio positivo por Eritropoietina (EPO) en el 70.3 Brasilia. Recibió una sanción de 42 meses. En 2014 la triatleta “profesional” Morgan Chaffin (fue age group hasta 2012) dio positivo por testosterona en el Ironman de Boulder. Aceptó la sanción de 2 años impuesta por la WTC pero en su defensa argumentó que la usó por razones terapeúticas.
Kevin Moats
En España han aparecido varios casos a nivel del triatlón amateur que podrían engrosar esta lista. Sólo mencionar a Francisco Rios, un destacado sub23 y al semi profesional Alexis Rodríguez.
A nivel profesional/elite los controles se hacen regularmente hace muchos años y si bien hay decenas de casos detectados y sanciones aplicadas, el tema del doping en el triatlón se mantiene con un perfil bajo. Al menos no ha habido grandes escándalos por este tema. Pero el hecho que aún sean pocos los casos públicos no quiere decir que el tema no exista. Es probable que esto se deba a los menores montos de plata involucrados (comparado con otros deportes como el ciclismo y el tenis) y por tratarse de un deporte relativamente joven.
Lo importante en todo caso es comprobar que el control ya no es exclusivo de los triatletas profesionales, sino que se está ampliando al mundo amateur. Lo otro relevante es saber que no sólo se controla a los ganadores de carreras, sino a cualquier competidor y estos controles incluso pueden ser en tu casa o trabajo y no sólo en el entorno de una competencia.
Muchos especialistas sostienen que sigue siendo difícil y costosa la detección, pero la tecnología mejora y los costos se hacen más razonables, por lo cual es de esperar que en el futuro debamos someternos a frecuentes controles.
Debemos estar atentos, ya que hay síntomas claros que nos dan luces que algunos de nuestros compañeros de equipo o incluso amigos están jugando sucio. Por ejemplo, el rápido incremento en el rendimiento más allá de lo razonable. Otro indicador es la rápida pérdida de peso. También debemos saber que pasar las pruebas antidopaje no significa que un triatleta está limpio. Por otro lado, debemos ser responsables con las denuncias y con empezar a dudar de todos y de todo.
Un buen consejo es alejarse de las malas juntas y de aquellos que opinan que el doping ya entró al deporte, que todos lo hacen y que debemos administrarlo con criterio. Creo que los triatletas aún tenemos una buena imagen y sería una lástima que esta imagen cambiara. Los casos mencionados anteriormente no nos están ayudando mucho. De nosotros, y de nadie más, depende mantenernos limpios.
por Ricardo Cumplido (Viernes 6 de mayo de 2016)
