El Macho Alfa
Se han preguntado por qué son tan pocos los triatletas profesionales que continúan practicando triatlón después de abandonar el profesionalismo. Es que de verdad son sólo excepciones: Ken Glah, Laurent Jalabert, Scott Molina y algunos más por aquí y por allá. En el ámbito local es aún más dramático. El único caso que se me viene a la memoria es el de Claudia Cortés que sigue con mucho entusiasmo ganado por lejos en su categoría 55-59 años. El resto casi nada. Digo casi porque hemos visto algunas reapariciones muy puntuales y de corto vuelo de algunos de nuestros héroes de antaño.
Un artículo del columnista David Fischman en El Mercurio el otro día, da una explicación que parece razonable para entender este fenómeno, aunque no estoy del todo de acuerdo. Es la teoría del Macho Alfa. El Macho Alfa es el líder de la manada. No siempre es el más grande, lo suyo es una mezcla de posturas y conductas que lo hacen parecer más grande. Aunque el estatus se da de muchas formas, en el caso del triatlón digamos que se da por los logros deportivos, el carisma y características personales.
Según el profesor Fischman, fisiológicamente el cerebro de las personas que sienten que tienen más status es diferente al de las que sienten que tienen menos. Las zonas de premio del cerebro se activan cuando la persona siente que tiene más status y las zonas de dolor se activan cuando lo pierden.
El problema del Macho Alfa es que cuando es desafiado y cambia su status, se siente solo uno más de la manada. Y eso les incomoda. El rechazo general a las evaluaciones de desempeño en el mundo laboral tiene que ver con la amenaza de pérdida de status que trae consigo. No es fácil la vida del Macho Alfa, ya que tiene que luchar permanentemente por mantenerse en el trono. Cuando cree que pierde su poder, pareciera que lo mejor es el retiro definitivo.
Pero en nuestro mundo algo más evolucionado esto no tiene que ser así de brutal. Aunque el Macho Alfa pierda su condición de líder, igualmente puede mantener su status. Especialmente si se mostró vulnerable durante su reinado, bajó de vez en cuando del Olimpo y tuvo actitudes humanas frente a sus pares. El Macho Alfa puede luchar contra su propio status y tendrá una mejor recepción del grupo cuando deje de ser el líder de la manada. El Macho Alfa debe preparar su cambio de status de manera que la caída sea de menos altura.
Del Macho Alfa tenemos mucho que seguir aprendiendo y es una fuente de inspiración para muchos de los miembros de la manada por varias generaciones. Lo que los Machos Alfa no saben (o al menos dudan) es que el grupo los quiere igual y los admirará de por vida. Perder su condición no significa que deban alejarse. Nos encantaría que las estrellas de antes siguieran compitiendo. Nadie espera que ganen, sólo que disfruten como lo hacemos nosotros. Se imaginan lo extraordinario y motivador que sería para todos que los grandes nombres compitieran en sus respectivas categorías. Le haría muy bien al triatlón chileno.
Si algunos pocos han aprendido a manejar el cambio de status, porque no pueden todos. Larga vida a los Machos Alfa y welcome back a los que quieran.
Por Ricardo Cumplido (Martes 18 de diciembre de 2012)
