Plato chico
Un amigo mío, ex triatleta, le tenía fobia al plato chico. Aunque no lo reconocía, mi impresión es que consideraba deshonroso usarlo. Su lógica era que un buen ciclista sólo usa desarrollos grandes. Digamos de paso que era un excelente ciclista y tenía mucha fuerza. Tanto era su trauma que subía a Farellones con plato grande, y por supuesto arriba nos hacía notar lo que había hecho. Le explicamos infinitas veces lo equivocado que estaba y todo lo que perdía por no saber usar la combinación correcta de plato-piñón.
Se llama desarrollo a la combinación de platos y piñones. Los desarrollos más altos se alcanzan con el plato grande y los piñones más pequeños. Los desarrollos más chicos se logran con el plato chico y los piñones más grandes. En la siguiente tabla se muestran todas las combinaciones alternativas para un grupo de platos de 53 y 39 dientes y un cassette de 10 velocidades estándar con piñones con los siguientes dientes: 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 19, 21 y 23.
Los números al interior del cuadro son el número de veces que gira la rueda por cada pedaleada. En el caso de una combinación 53-11 la rueda gira 4,82 veces por cada pedaleada. Sabiendo que una rueda 700-23 avanza 2,1 metros en cada giro, entonces sabemos que con esa combinación avanzamos 10,1 metros por cada pedaleada. En el otro extremo, con una combinación de 39-23 la rueda gira sólo 1,7 veces por pedaleada y avanzamos sólo 3,57 metros.
La elección correcta de la relación plato-piñón, dependerá de las características del ciclista, del terreno y del esfuerzo asociado. Como regla general se dice que lo mejor es mantener siempre una cadencia constante y en consecuencia elegir la combinación plato-piñón que nos permita mantener cómodamente esa cadencia. En el artículo “La cadencia del triatleta” se sugiere mantener una cadencia en torno a las 90 pedaleadas por minuto y en el caso de ascensos bajar a 80 pedaleadas por minuto.
Pero hay otras consideraciones al momento de elegir la relación plato-piñón. Una es la de evitar que la cadena quede demasiado cruzada, por el riesgo que tiene de cortarse o de romper el desviador trasero. Esta situación se da cuando usamos el plato 53 con los piñones 23 y 21 y cuando usamos el plato 39 con los piñones 11 y 12. Los hemos marcado en rojo en el cuadro. No deben usarse, pero tranquilos ya que no perdemos nada. Fíjense que las combinaciones en rojo son perfectamente reemplazables por otras combinaciones menos traumáticas para la cadena. La 53-23 con la que logramos 2,3 giros de rueda por cada pedaleada es equivalente a la 39-17 donde se alcanzan 2,29 giros. Revisen los otros casos en rojos y encontrarán su equivalente.
Los marcados en naranjo prácticamente se repiten en los dos platos y por lo tanto son alternativos. De hecho el 53-19 tiene exactamente la misma relación que la 39-14, esto es 2,79 veces.
Renunciar al uso del plato chico, como mi amigo, es evidentemente un error ya que implica renunciar a una gama de desarrollos insustituibles y que solo parcialmente se pueden compensar con un indeseable cruce de cadena o con una no recomendada bajísima frecuencia de pedaleo. De hecho, mi amigo subía muy “trancado” con una frecuencia en torno a 50. Nunca lo vi cortar cadena pero de seguro le duraban poco.
Haz tus propios cálculos ya que muchos tienen platos 52-42 o piñones de 25 dientes o incluso de 28 dientes. Elije la combinación de piñones que te otorgue una secuencia fluida de cambios. Si tienes dudas es bueno que te asesores con algún experto.
por Ricardo Cumplido (Jueves 10 de julio de 2014)