Que los niños lo pasen bien
Luego de publicar nuestro artículo Super Kids, en donde mencionábamos el comienzo de la competencia en niños muy pequeños, recibimos este interesante artículo del Triatleta y Psicólogo Organizacional Patricio Santis Guerrero, quien además es Coach ontológico.
A continuación el artículo, muchas gracias por el aporte Patricio.
Que los niños lo pasen bien
Sin duda, los valores, experiencias y enseñanzas que nos puede entregar el deporte pueden llegar a ser muy significativos en el desarrollo personal. Esto adquiere mucha relevancia si nos enfocamos en la relación de los niños y el deporte, donde este último no sólo es parte de su desarrollo, sino que también forma parte de una de sus necesidades muy importantes, el juego.
Cuando vemos las competencias de niños, junto con las sensaciones positivas que nos deja el ver a niños haciendo deporte y compitiendo, no deja de llamar la atención, en muchas ocasiones, los gritos de “aliento” de los padres orientados a la competencia y el rendimiento, más que al disfrute del deporte mismo. Así escuchamos los “apúrate, apúrate, en la siguiente vuelta lo pasas, rápido, rápido”, casi con desesperación. Lamentablemente se escuchan menos los “vas muy bien, súper, excelente…”.
No debemos olvidar que los niños, son niños y como tales están en un momento de aprendizaje y juego que deben disfrutar. Por eso muchas veces ocurre el abandono prematuro del deporte en los menores, donde no fueron capaces de quitarse la presión que veían en el medio y que pasó a sobreponerse a la capacidad de disfrutar o jugar. O peor aún, esa capacidad de disfrute sólo presente en las situaciones en que se obtiene éxito ganando o sacando algún lugar. La competitividad es positiva en muchos aspectos, sin embargo debemos tener cuidado al tratarse de niños, ya que para ellos son muy importantes aprendizajes asociados a las competencias sociales como el compañerismo, la amistad, etc.
Debemos comprender que al igual que los adultos, los niños también son todos diferentes unos de otros y reaccionarán de manera distinta frente a lo que vivan. Algunos se frustrarán más rápido, otros se enojarán y también otros reaccionarán de manera positiva. En lo que nos debemos centrar es en nuestras reacciones. Mi opinión es que el problema no está en que existan competencias para niños, el problema puede estar en las reacciones y exigencias de los adultos que puede llevar a involuntariamente, perder de vista lo realmente importante.
Creo que es tarea de nosotros, los adultos, que los niños sean capaces de obtener un desarrollo emocional sano haciendo deporte y esto tendrá que ver necesariamente con lo que transmitamos y esperemos de ellos, generándoles un entorno y ambiente en la competencia agradable y llevadero.
En general los clubes lo están haciendo muy bien, buscando instaurar valores sólidos a través del pasarlo bien y una sana competencia, en ello debemos trabajar como adultos para facilitar la tarea de los clubes. Disminuyendo las presiones inadecuadas que muchas veces no debieran estar y que pueden llevar al menor a perder la oportunidad de disfrutar un deporte maravilloso.
En la carrera y al llegar a meta, la preocupación debiera ser ¿cómo lo pasaste?, ¿lo disfrutaste???? Lo hiciste muy bien
Patricio Santis Guerrero
Psicólogo Organizacional
Coach Ontológico
Triatleta
Viernes 10 de febrero de 2017