La cabeza de un triatleta
“Brant me enseñó a acallar mi mente occidental, que siempre estaba ocupada analizando cada momento de la vida para calificarlo de bueno o de malo, una mente que minaba frecuentemente mis posibilidades de éxito, cosa que se convirtió en un factor clave para brillar en el mundo imprevisible de las carreras Ironman”.
La frase anterior corresponde a Mark Allen, ex triatleta norteamericano, uno de los deportistas más exitosos en esta disciplina, aludiendo concretamente a lo que pasa en la cabeza de un triatleta.
Acá comentaremos algunas cosas que sabemos acerca de cómo funciona el cerebro, información que se ha generado producto de las investigaciones que se han hecho en los últimos años desde la neurociencia y que nos sirve para entender que pasa con la cabeza de un triatleta.
Lo primero que debes saber es la razón de por qué tu cabeza suele no acompañarte en tus entrenamientos y carreras… es importante que comprendas el por que tu cerebro te suele autoboicotear en la mayoría de las veces. Y es porque tenemos un cerebro programado para sobrevivir. Esa es su misión, y por tanto, hace todo lo posible para cumplir con ese objetivo, evitando que realices acciones que puedan ir en contra de ese objetivo, como por ejemplo, correr un Ironman. Y esto además explica porque el cerebro tiende a fijarse de manera natural en los errores, en los temores y es más pesimista que optimista.
Pero la buena noticia es que este cerebro puede ser reseteado. Se ha demostrado que el cerebro es sumamente plástico, es decir, tiene la capacidad de cambiar todos los días, hasta el último día de tu vida. Por eso el entrenamiento mental en el deporte apunta a trabajar para modificar este cerebro que viene predeterminado para generarte dificultades. Este “reseteo” del cerebro debe ser desarrollado de manera individual, ya que, el cerebro es como un árbol… no existe ninguno igual a otro. Y cada uno tiene una manera diferente de controlar su cerebro. De hecho, en una carrera, muchos se tienden a “desconectar”, otros a visualizar sus objetivos, otros a imaginar carreras anteriores, otros a centrarse en sus entrenamientos, etc. Todas estas “fórmulas” pueden resultar ser eficaces al momento de focalizar las ideas y pensamientos a favor de tu rendimiento. Pero en otras ocasiones puede resultar muy dañino, dificultando programar ese cerebro en positivo…
¿Por qué en una carrera como una maratón o un triatlón esto es fundamental?
Principalmente porque en una carrera los estímulos externos no influyen mucho, más bien hablamos de un entorno bastante estructurado, es decir que no varía mucho. Segundo porque la toma de decisiones durante una carrera es baja. Tal vez exceptuando situaciones puntuales que ocurran, como por ejemplo una lesión que genere dolor, las principales decisiones ya están “tomadas en los entrenamientos”, por lo tanto, la necesidad es baja. Tercero porque al tener un entorno muy estático, el triatleta se tiende a conectar más con sus pensamientos, ideas, sensaciones, percepciones, etc. y si estas son negativas influirán en el cerebro y por tanto afectará el rendimiento. Hoy sabemos que la mente, que son tus pensamientos y emociones, afectan de manera decisiva en tu cerebro, que es lo que está en tu cabeza. El cerebro son tus conexiones, tus neuronas… por tanto no es menor el tipo de pensamientos que tienes en una carrera y de las emociones que percibes, porque sin duda alguna influirán en tu cerebro, que es el principal órgano que utilizas para competir.
Por tanto, lo primero que debieras tener en cuenta, es que el cerebro tiene esta tendencia, por tanto, frustrarse, enojarse y bloquearse emocionalmente por esta situación no va en la línea de optimizar tu rendimiento, sino que más bien, lo óptimo sería gestionar adecuadamente tus pensamientos y emociones para que no afecten tu cerebro.
Por ello es que en estas columnas te iremos entregando información, tips y herramientas que puedes ir utilizando para ir respetando el cerebro desde el entrenamiento mental.
“Tu cerebro es tu autodeterminación”
Viernes 3 de abril de 2020