Cristian Eggers: “La disciplina más importante en triatlón o en cualquier deporte es la cabeza”
Race Report Mundial IRONMAN 70.3 Lahti
Podría dar una charla testimonial o escribir un libro con todo lo que viví esta semana en Finlandia. Les comparto este Race Report, a todos los deportistas y también a los que no los son, como una enseñanza de vida.
El contexto:
Nos vinimos con mi entrenador (Philipp Billikopf) dos semanas antes a Finlandia, para poder aclimatarnos y entrenar de la mejor forma, de cara a mí segundo mundial 70.3.
Cuatro días antes de la carrera, entrenando, sufrí un atropello intencional, a más de 30 km/h en mi bicicleta. La persona que conducía el auto era un adulto mayor, con diagnóstico de enfermedad degenerativa mental, según lo que pude averiguar después con la policía que llegó a tomar las declaraciones.
Fui trasladado a un hospital en ambulancia por la gravedad de las lesiones, y tuve que hacer reposo casi absoluto los cuatro días previos a la carrera del domingo. Me levantaba todos los días esperando poder mejorar y esto no sucedió, cada día peor, y el día antes acudí de urgencia a que me drenaran casi 900cc de líquido inflamatorio en la cadera.
Sin esperanzas llamé la noche anterior a mi familia para comentarles que no competiría, ya que casi no me podía mover del dolor. Frustración rabia e impotencia era lo único que había la noche previa a la carrera. Con el drenaje, desperté algo mejor y en la mañana me levanté decidido a presentarme en la línea de largada y cumplir con la natación.
LA CARRERA:
Cómo no había nada que perder y fui relajado, llegué al parque cerrado pasado de las 7 am, con una calma que NO me caracteriza, pues generalmente soy de los primeros en llegar al área de transición. Revisé bicicleta, puse las botellas del agua y me fui a encajonar al nado.
Sentía una tranquilidad nunca antes vivida, pues no tenía nada que hacer, lo único que podía pasar, es que ocurriera un milagro y saliera de la natación sin molestias y me atreviera a subirme a la bicicleta.
El nado a temperatura ideal, lago tranquilo, y como siempre los primeros metros, un par de patadas buscando espacio. Fue un nado tranquilo, no quería forzar de más. En el agua, conecté todo lo que había pasado en la semana, entregue a la virgen esta carrera y salí decidido a la T1 a agarrar la bicicleta y darle con todo, hasta que se “rompa o se raje”. La adrenalina ya había empezado a subir a tal nivel, que el dolor casi no se sentía.
Ya sobre la bicicleta y con la euforia de ir pasando y pasando competidores, la estrategia, fue no mirar reloj, olvidar watts, cadencia y pulso, y dar lo mejor que podía soportar, pensando en cansar y estresar otros músculos, para que en el trote me dolieran más las piernas, que la cadera.
Yo disfruté de principio a fin, la bicicleta, la lluvia y el viento, los bosques, le dieron el toque perfecto al circuito, (yo soy de Puerto Varas) más encima ¡estaba corriendo en las mismas condiciones que había entrenado todo el año! La suerte estaba volviendo a jugar a mi favor.
El inicio del trote, me lo tomé con calma los primeros 5k, sabía que podía estallar y llegaría hasta ahí “el golpe de suerte” como dice Don Luis Jara jejeje. Las bajadas, fueron más terribles por el impacto que las subidas, me las sufrí todas, pero el dolor, comparado con la recompensa que se venía, era mucho mayor.
Después de la primera vuelta a los 10.5K, decidí empujar y correr a percepción 9-10, la segunda mitad, nuevamente nunca mirando el reloj, ritmos ni frecuencia, estaba absolutamente entregado y agradecido por estar terminando una carrera, que 12hrs antes de partir, se veía imposible.
Fue una semana como montaña rusa, miles de emociones, rabia, dolor, impotencia, pero que terminaron dándome la revancha ahí mismo, ese mismo día, cosa que pocas veces sucede.
Nunca dejar de confiar en lo que TÚ creas (sea Dios- Buda- el universo o el arquitecto supremo) apoyarse en seres queridos y personas que confían en ti, pero sobre todo entregarte y soltar, la vida tiene caminos que a veces no entendemos y te da revanchas inmediatas e inesperadas como me toco a mí esta vez.
Sigo pensando que la disciplina más importante en triatlón o en cualquier deporte es la cabeza, tiene que ser la más fuerte, hay que entrenarla como una disciplina más y tiene que gobernar siempre las otras partes del cuerpo, es la clave para avanzar.
Cristian Eggers
Fecha de la carrera: Domingo 27 de agosto de 2023
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