El corazón no sabe si somos Triatletas o Trail Runners
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días
Ajedrez
Jorge Luis Borges
El pasado 13 y 14 de agosto se realizó en Argentina el campeonato sudamericano de Trail Running (TR). A propósito de la columna que escribí para Runchile (el Trail bajo la lupa de la ciencia) me han preguntado si la metodología que utilizo de guiar a corredores de montaña con instrumentos no invasivos para el control de carga de entrenamiento (1), sirve también para el triatlón. Mi afán de saber, luego de cada sesión, como la fatiga aguda afectó al deportista, es que utilizo el seguimiento diario del ritmo cardíaco, siendo un "termómetro" para evitar estados de sobrecarga o mala asimilación del entrenamiento y así, evitar lesiones.
Mencionaba en el artículo de Runchile que la periodización clásica que conocemos los entrenadores, basada en macrociclos o planificaciones sobre 20 días, no se ajustaban a todos mis atletas, debido principalmente a limitaciones de tiempo y a cuestiones “emocionales” de cada deportista. Además, por mi propia experiencia como triatleta y corredor de montaña, combinar el TR y el Esquí de Montaña con el ciclismo sirvieron como base para llevar a un mejor nivel mis sensaciones en competencia.
Por ello, realizamos un estudio científico (2) para identificar las ventajas de combinar en triatletas sesiones de Trail Running en la planificación semanal, en microciclos de no más de 9 días de duración. Concluimos que, había una relación directa entre los registros cardiacos antes del entrenamiento e inmediatamente finalizado el mismo, comprendiendo que las mediciones en reposo son fundamentales para saber cómo un deportista asimiló el entrenamiento.
¿Cómo aplicar los hallazgos en un triatleta?
Lo primero es elegir que la prueba de esfuerzo más adecuada nos permitirá determinar su eficiencia energética para darle sugerencias nutricionales durante la carrera y definir sus zonas de entrenamiento diarias. Para ello, ha sido de mi interés que los protocolos estén estandarizados en pruebas de campo observando cómo se recupera el deportista, ya que los resultados deben tener una transferencia directa al entrenamiento.
Para la disciplina de natación es sabido que la sensibilidad en el agua se adquiere desde la infancia. La importancia en dedicar tiempo a la técnica cobra un rol fundamental si combinamos en una misma jornada otra modalidad deportiva como el TR. Al dedicar sesiones de técnica natación, seremos más eficientes en el desplazamiento en al agua y los estímulos cardiovasculares los podríamos dejar a las otras modalidades deportivas, porque el corazón no sabe si somos triatletas, traileras o esquiadoras de montaña, solo sabe que debe bombear más sangre de acuerdo al requerimiento muscular.
Para el ciclismo, hablar de FTP se ha vuelto un lenguaje cotidiano en la tribu triatlética, como diría Humberto Maturana somos los únicos seres que vivimos en el lenguaje, por lo que definirlo, me parece innecesario. Pero, de acuerdo con mi experiencia, lo fundamental de esta prueba no son sus apellidos ni palabras rebuscadas. Es la frecuencia cardiaca y Watts medios alcanzados en el recorrido y tiempo que sea (20, 30 min o 1 hora). Algunos prefieren el rodillo, otros una cuesta o un terreno llano. Lo importante para el entrenador es tener un patrón de medida (por unidad de tiempo) que permita comparar, su recuperación de forma inmediata y como ésta es sostenible en el tiempo. La combinación de esos tres elementos (patrón de medida, recuperación inmediata y sostenimiento) es la alquimia de la fisiología del ejercicio. Buscando esta alquimia, para el ciclismo, es que favorece bastante agregar en la planificación semanal sesiones de TR o Esquí de Montaña, buscando el equilibrio entre el desnivel acumulado, intensidad y volumen prescrito.
Sabiendo que para el triatlón es motivo de debate el agregar una cuarta disciplina, también la experiencia ha mostrado que en triatletas experimentados y con varios años de actividad competitiva, agregar disciplinas que favorezcan su desempeño y que a la vez despierten curiosidad con otras formas de cansancio fuera del pavimento (como son las cumbres montañeras) los hace ricos de perplejidades y no de certezas diría Jorge Luis Borges. Es decir, en la alquimia de la periodización de un microciclo, el corazón sigue sin entender si estamos en el sendero montañero o en la pista atlética, solo sabe que debe latir más rápido de acuerdo con nuestra voluntad.
Estimo que, el efecto combinado para un triatleta de sesiones de TR o Esquí de Montaña en microciclos, traerá dividendos a la hora competitiva. Principalmente por el desarrollo de fuerza en los extensores y flexores de rodilla/cadera, factores cardiorespiratorios (intensidad fisiológica asociada a la velocidad de caminar o randonear) y factores neuromusculares (fuerza máxima y potencia muscular) para el ciclismo y trote.
Sin embargo, para prescribir las cargas de entrenamiento en TR o Esquí de Montaña es fundamental que el entrenador este familiarizado con conceptos como el desnivel de ascenso, neutro y descenso, efecto combinado de terreno y perfiles, entorno metabólico, relación neuromuscular específica, entrenamiento cruzado y técnica de descenso.
Desde mi experiencia como entrenador, cuando trabajamos con triatletas, quisiéramos que nuestro deportista no se lesione, sea feliz en la tribu que hemos construido y su elección de cansancio sea sostenible en el tiempo. A veces, una cuarta disciplina nos ayuda a esos afanes… porque… El corazón no sabe si somos triatletas, Trail Runners o Esquiadores de Montaña, solo sabe que debe latir de acuerdo a nuestra intensidad.
Claudio Nieto
Doctor en Ciencias del deporte
Jueves 18 de agosto de 2022
- Nieto-Jiménez, C.; Pardos-Mainer, E.; Ruso-Álvarez, J.F. y Naranjo-Orellana, J. (2020) Training Load and HRV in a Female Athlete: A Case Study. Rev Inter de Med y Cien de la Act Fís y el Dep. vol. 20 (78) pp. 321-333
- Nieto-Jiménez, C., Ruso-Álvarez, J. F., Pardos-Mainer, E., Schnettler-Ramírez, M., & Naranjo Orellana, J. (2020). Basal and post-exercise heart rate variability correlates with training load in endurance athletes. Rev Andal Med Deporte;13(2): 71-75