El Clan Torrealba: “Tratamos los seis de ser triatletas”

Estuvimos cenando con la Familia Torrealba para conocer más de cerca a esta familia que se volcó por completo al triatlón. Hace 3 años que todos: Guillermo (papá), Isabel (mamá), María Ignacia “Ina” (19 años), Antonia (17), Guillermo “Mito” (15) y Vicente (12), están entrenando en RPM y viven y respiran triatlón.

Aprovechamos de conocer las costumbres que tienen como familia, ver lo unidos que son y por supuesto lo organizados, sobre todo por la mano del Jefe del Clan, quien maneja la orquesta.

Felicitaciones a los 6 y nos vemos en las competencias. A continuación la entrevista.

^{Vicente. Guillermo, Mito, María Ignacia “Ina”, Isabel y Antonia Torrealba}

Guillermo, son seis en tu familia y todos practican triatlón, ¿quién comenzó?

Primero empezamos los tres hombres porque queríamos ir a club de running para aprender a correr bien, y un cuñado nos recomendó RPM. Ahí los metimos al club y nos gustó. Lo que pasa es que como familia siempre hemos practicado deporte. Y cuando comencé a trotar, porque lo encontraba muy entretenido, me di cuenta que era un trotón (risas). Ocurre que trotar es muy distinto a correr y eso lo notas en la competencias.

Pero antes de RPM y correr, nos dio a todos por las Mountain Bike y los seis comenzamos a participar en campeonatos como el de Soprole, la copa Milo, los que hubiesen. Después de un tiempo nos dio por las motos, porque encontramos que era mucho más entretenido. Y partimos los seis con motos, cada uno con su equipo y su casco. A la Isabel le costó un poco y el viejito pascuero le trajo una de cuatro ruedas, y también al Vicente porque estaba más chico (risas). Pero un día, me pasó que andando en moto en Santo Domingo, me caí y se me cortaron los tendones del pie. Me tuve que operar y decidimos cambiar de deporte optando por el triatlón. Pero las motos están guardadas esperando que vuelvan (risas).

^{Reconocimiento a familia Torrealba}

¿Hace cuánto practican triatlón?

3 años. Pero lo más lindo fue que enviamos solicitudes a varios clubes y nadie contestó y el único que nos respondió fue Marcos Ottenhsimer y nos aceptó. Ahí comenzamos los tres hombres. Las tres mujeres decidieron por entrar al gimnasio a baile entretenido. Pero fuimos a Pucón y las mujeres quedaron fascinadas con la competencia. Influyó todo, la competencia general, los kids, el ambiente. Y desde ahí tratamos los seis de ser triatletas.

¿Y en cuantas carreras han competido los seis?

Por lo menos 7 u 8. Hicimos Rapel, Quillón, Pucón chico, Mendoza, por nombrar algunas. Y en Valparaíso nos reconocieron por el espíritu deportivo. Al principio nos dimos cuenta en las conversaciones familiares que los hombres hablaban de triatlón y ahora todos vamos juntos al Mall Sport (risas).

¿Cómo lo hacen para financiar que todos compitan, los implementos, los viajes?

Hemos sacrificado ciertas cosas. Por ejemplo, nuestras vacaciones no son fuera de Chile, sino en Pucón compitiendo. Somos bien aclanados y tratamos de entendernos con las competencias porque siempre hay un espacio. Por ejemplo, los más grandes quieren vacacionar con sus amigos y lo hacen. Pero generamos espacios comunes, vamos a entrenar todos juntos y nos molestan porque como somos tantos, comienza el entrenamiento cuando llegamos nosotros (risas). Compartimos el gusto por el triatlón.

Isabel, ¿cómo ha ayudado el triatlón en unir la familia?

Nos ha unido. Es como algo mágico que a todos nos guste lo mismo. Nos gusta practicarlo, andar aclanados. Ganamos algo extra que nos une, un tema en común, pero respetando el mundo de cada uno.

^{Ina Torrealba}

Ina, ¿qué significa RPM para la familia?

Todo. Es un club que nos acogió y definitivamente el ambiente de equipo y compañerismo es único. Es muy familiar. La preocupación que tiene Marcos (Ottenhsimer) es impresionante y un gran profesional.

^{Vicente Torrealba}

Vicente, con tanto entrenamiento y que se hable todo el tiempo del triatlón, ¿no te dan ganas de agarrar el Play Station?

A veces juego, a veces no. Compatibilizo bien el colegio con el deporte.

¿A todos les va bien en el colegio y la Universidad, a pesar de la cantidad de horas que exige el triatlón?

No son destacados pero les va bien. Estudian solos, la Ignacia entró a la Católica a lo que quería, la Antonia tiene promedio 6.4, les va bien. Pero el estudio es más importante que el deporte, no es transable.

^{Antonia Torrealba}

Antonia, ¿hay celos por la competencia o hay compañerismo en la familia?

Al menos por mi parte no hay celos, al contrario. Yo creo que todos nos alegramos por los resultados de cada uno y nos entristecemos si a alguno le va mal.

^{Mito y Vicente Torrealba}

Mito tu tienes 15 años y ya estás corriendo sprint, donde es más competitivo, ¿cómo fue la transición de que el triatlón fuera un juego a una competencia?

Estoy en el momento en que debo decidir si voy al alto rendimiento o uno más del montón.

¿Si no fuera el triatlón, qué deporte practicarían?

Antonia: Las motos (risas). Es que siempre tiene que ser un deporte que practiquemos todos, porque salimos mucho, no sé, al cerro, al embalse del Yeso. Siempre vamos juntos a todos lados.

¿Cuál es el sueño que tiene cada uno en el triatlón?

Guillermo: El mío es correr Pucón y me comprometí el 2017 ponerme los pantalones largos.

Isabel: Mantener la forma física y mantenerme bien porque me ayuda mentalmente. Y este año junto a Guillermo tomamos la decisión de correr Pucón y entrenar en serio para la competencia. Y seguir mejorando y peleando con los límites personales.

Vicente: Obviamente llegar lejos, ojalá. Me gustaría llegar a ser profesional.

Mito: Sueño pero no tan lejano andar bien en los Sudamericanos en distancia Olímpica.

Antonia: Mejorar a nivel nacional y ahí ver.

Ina: Mejorar la natación e ir de a poco ver qué se puede lograr.

Una cosa es organizar las finanzas, pero también hay una cuestión logística y de planificación, ordenar los horarios de entrenamiento, de la comida, ver las inscripciones, es todo un tema. ¿Eres tú también Guillermo, y cómo se logra?

Todos ayudan, pero la realidad es que soy fregado y estricto y ellos tienen que responder. Al principio hacíamos todo junto con la Isabel. Ahora son ellos son los que se hacen cargo de su equipamiento. Y si a alguien se le olvidó algo, fregó. Cada uno es independiente y autosuficiente.

Isabel: Lo que pasa es que Guillermo es hiperactivo, de personalidad fuerte. Se levanta a las 7 y muy activo, mientras que yo soy más calmada. Y nuestros hijos salieron como él y a mí me cuesta más organizarme.

Vicente, ¿qué se hace en la casa de los Torrealba en los días libres, cuando no hay triatlón?

Jugamos, en vacaciones lo hacemos mucho. Es entretenido.

¿Alguno de los cuatro hijos pololea? o pregunto de otra forma, ¿el triatlón da el tiempo para hacer vida social?

Guillermo: Si se ponen a pololear da lo mismo. Lo que queremos es inculcar el deporte como tema de vida, y da lo mismo el que sea. Cuando estén casados y tengan su familia, queremos que transmitan ese sello que los identifique, el deportivo. Y muchos creen que estamos locos o que nosotros llevamos a los niños a entrenar y son ellos los que lo hacen.

¿Qué extrañan o que han dejado de hacer desde que practican triatlón?

Hermanos: Más tiempo con las amigos, de todas maneras.

¿Cuáles son las vacaciones soñadas de los Torrealba?

El Triatlón de Miami (risas). Pero por ahora, Pucón.