Marco Antonio Fernández y el deporte como estilo de vida: “Me apasiona la competencia y estar adelante”
Marco Antonio Fernández (60) sorprendió a propios y a extraños al ganar su categoría en el mundial del Challenge en Samorin (Eslovaquia), e incluso ya se daba por satisfecho si lograba hacer Top10, ya “estando dentro de los 10 iba a ser el día más feliz de mi vida”. El temuquense habló con Trichile para contarnos su particular historia y cómo vivió el triunfo más importante de su vida, la que también descubrimos en esta entrevista.
Marco se crió en el campo ligado desde siempre a la agricultura, ese era el mundo de su familia y en el cual se desenvolvió laboralmente desde temprana edad, trabajando con su padre. Marco no contaba con el apoyo ni el incentivo familiar para explorar alguna disciplina deportiva ligada al triatlón, sobre todo en una época que no les sobraba popularidad:
“A los 13 años fui a ver una carrera de ciclismo en mi ciudad invitado por mi cuñado y estaba el destacado ciclista Bruno Génova, y cuando lo vi ganar levantando las manos me motivó de tal manera que fui el domingo siguiente a correr en un circuito en la calle Balmaceda, en Temuco. Mi padre no era un apoyador del deporte, para nada, para él era una pérdida de tiempo y el hijo que estuviera en esto de la bicicleta era como que casi estar metido en las drogas”, recuerda con gracia Fernández.
Desde muy joven es consciente de lo influyente que puede ser el deporte en la vida de una persona, no sólo como una opción de disfrute o de desconexión, sino que algo que puede incluso formarte, enseñarte y darte herramientas para superar obstáculos que te presenta la vida.
“Desde muy niño pienso el deporte como un estilo de vida, es quien mejor te enseña a batallar con la problemática de la vida, batallar con los errores, con los éxitos, con los fracasos, con los problemas, es el psicólogo, es el nutricionista, es quien te enseña a levantarte, a ser humilde en el éxito porque mañana a la vuelta de la esquina puede venir el fracaso, es un formador, el deporte para mí es un estilo de vida primero y como receta general, es un formador”, reflexiona el triatleta nacional.
Las ruedas parecen ser la debilidad de Fernández, porque aparte de enamorarse de la bicicleta, fue un activo piloto de automovilismo, ganó competencias importantes a nivel sudamericano e incluso su pasión le hizo cumplir su anhelado sueño, construir un autódromo en Temuco.
“Con el bicho del automovilismo fui muchas veces a Argentina y tenía la convicción y las ganas de construir un autódromo en Temuco, y finalmente construí después de 4 años convenciendo a mucha gente, desgastándome enormemente conseguí 250 y tantos accionistas para construir el autódromo que hoy es el autódromo Internacional de Interlomas. Trajimos Fórmula 3 Sudamericana, transmitimos 2 años seguidos por ESPN, trajimos gente de Argentina, vino uno de los hermanos Di Palma y corríamos con él en la categoría Toyota”, recuerda Fernández.
El palmarés del ciclista Fernández es extenso: Ha ganado 7 títulos nacionales, dos medallas de oro, dos de plata y una de bronce en Campeonatos Panamericanos, entre otros destacados resultados, pero fue en el 2015 en una conversación que no parecía de gran importancia, cuando un amigo de la vida le pregunta “¿Y por qué no incursionas en el triatlón?”. Esa simple pregunta mentalizó a Fernández a explorar en este nuevo deporte que le tocaba la puerta: el triatlón.
“Lo primero que le contesté a mi amigo fue: ¿estás loco, pollo?, yo no sé nadar, me carga trotar, y me dijo que era cuestión de aplicarse. Así fue, entrené para el promocional de Pucón y bueno, estaba muy feliz cuando nadé 400 metros en la piscina y dije: estamos listos. El día previo fui a hacer los 400 metros al lago y la verdad es que a los 20 metros estaba renunciando a todo, quién diablos me metió en esto. Al día siguiente había que largar y largué e iba cuarto o quinto en el trote y mi amigo me dice: “mira, allá va el puntero, dale con todo”, logré llegar a la punta y en el retorno a la playa, pegué el apurón de mi vida y logré ganar ese promocional y ahí el bicho quedó instalado. Desde ahí en adelante fue otra historia”.
Se acercaba el día deportivo más importante en la vida deportiva de Fernández, disputar el Mundial de media distancia del Challenge en Samorin, donde iban a estar los mejores triatletas del mundo buscando el mismo objetivo: ser el mejor del orbe en la categoría.
“En San Juan (carrera IM 70.3 en Argentina) ya se empezó a notar la recuperación que veíamos haciendo desde Pucón 70.3, el nivel que estábamos buscando, eso se coronó también en Eslovaquia, donde no esperaba más allá de un décimo lugar, sin embargo, San Juan nos avisó que estábamos en condiciones de hacer cosas buenas”, comenta Marco.
Llegaba el 21 de mayo y era momento de largar, se acababan las sensaciones pre carrera y ya había que mentalizarse en la estrategia. Fernández tenía como objetivo, ya que asegura que el compite para superarse, no para disfrutar, meterse entre los 10 primeros, lo que se le fue complicando con el pasar de la carrera, ya que esta se destacó por los problemas y malas sensaciones que tuvo que enfrentar:
“La carrera fue desastrosa en términos técnicos, si bien hice para mí un buen nado, se me fueron adelante 8 ó 10 corredores, que era lógico, llego a mi bicicleta, enciendo mi ciclo computador que siempre lo dejo enlazado como corresponde y no me respondió, la pantalla enciende pero no transmitió absolutamente nada. Después empecé a notar calambres en las piernas, en el kilómetro 60 pensé que se me había caído la carrera, psicológicamente fue un golpe duro, este era mi segundo Mundial e iba preparado para cosas mejores. Me pongo mis zapatillas, el número y parto al trote y empiezo agarrar un ritmo que era bonito; pero soportando calambres muy duros, a tal extremo que al kilómetro 3 estuve a punto de abandonar y un amigo que estaba ahí me grita que aparentemente voy cuarto. Eso me dio un empuje. Ya en los últimos 4 kilómetros mi amigo me grita que voy primero, y yo no lo podía creer. Las primeras lágrimas me salieron en esos últimos kilómetros”, recuerda un emocionado Fernández.
Al cruzar la meta, Marco vio en su cabeza todo el esfuerzo y perseverancia que ha significado este triunfo, las lágrimas no paraban y el triatleta se vio superado por la emoción, recordando los años de trabajo y también por haber superado con creces una competencia que la tuvo cuesta arriba de principio a fin.
“Me vino una sensación muy fuerte, primero lloré como niño durante una hora, no tengo idea porque no tenía a nadie a quien abrazar, con quien llorar, a quien contarle nada, hasta que aparece mi amigo, me filma, tengo unos videos muy íntimos que le hablo a la familia. Fue una de las alegrías más grandes que he tenido en mi vida, sin dudas, obviamente por ganar un Campeonato del Mundo de esta marca y segundo por superarme, yo no me había sometido nunca a un análisis de carrera donde le entregas a tu cabeza lo que tienes que hacer y el cuerpo jugando totalmente en contra”, dice Marco.
Luego de registrar un tiempo de 4 horas, 45 minutos y 48 segundos, el triatleta nacional recuerda con especial cariño un momento que define como de los más emotivos que ha vivido como triatleta. Cuando se estaba recuperando y viviendo un momento de éxtasis emocional, se le acerca Stephan Pollert, destacado triatleta europeo de su categoría y segundo puesto en la carrera.
“El alemán que salió segundo, que ya ha ganado muchas carreras en Europa, le pidió a mi amigo chileno que vive en Austria y que habla alemán, que me quería conocer, se sacó una foto conmigo y se excusó diciendo que si había escrito bien mi nombre lo cual demuestra que hay una caballerosidad y respeto a nivel internacional a todos los competidores y si alguien te gana, también existe ese respeto. Europa es otro mundo, otra cultura y los rivales se conocen y se respetan así que yo fui el pájaro raro como quien dice en esta fiesta, que salió de nadie sabe dónde, con suerte saben dónde está Chile, que es un país pequeño y que aparezca un atleta haciendo un buen resultado para ellos era algo sorprendente, así que cariñosamente se acercó. Además me preguntó cómo estaba para Finlandia y él también estará, así que se van a encontrar el primero y el segundo del Mundial de Eslovaquia, lo que es un lindo desafío y una motivación más para mí”, comenta Marco.
Marco a sus casi 60 años se siente mejor que nunca, no abre ninguna posibilidad de comenzar el cierre de su corta pero exitosa carrera en el triatlón, todo lo contrario, ya tiene planes para aprovechar este envión anímico y seguir cosechando triunfos por todo el mundo, sin espacio para el descanso.
“Me apasiona la competencia, a mí me gusta estar ahí adelante, la verdad no me motiva hacer deporte porque lo he hecho toda mi vida, mientras corría en auto yo igual salía a andar en bicicleta, algo trotaba, me mantenía físicamente, me gusta sentirme bien. Lo que realmente me motiva es la competencia y los resultados. Me encantaría finalizar óptimamente en Finlandia (próximo Campeonato del Mundo IM 70.3), Dios quiera que sea así, me gustaría correr algunas carreras en Sudamérica que no he corrido, la de Florianópolis, la de Lima, quizás Colombia. Obviamente estoy unos días pasando ahora con mi señora en un pueblito al sur de España, pero estamos entrenando desde el primer día, al otro día de Eslovaquia llegamos a España y en la tarde hice una caminata y trote, el martes ya hice bicicleta, estoy entrenando ya pensando en Finlandia, el objetivo es ese”, confiesa Fernández.
El triatleta nacional aprovecha Trichile para darle un mensaje a todos y todas quienes quieran explorar el mundo del triatlón, un mundo que cada vez tiene más adeptos y que no es sencillo, que pareciera ser un poco hostil al comienzo, pero que promete un bienestar personal cuando ya le encuentras la mano:
“Si no ha practicado uno de los dos deportes que no domina porque normalmente el 90% llega con un deporte conocido, si es nadador, si es ciclista o si es trotador, más o menos domina esa disciplina, mi consejo es que sin dudas se acerque a las otras dos desde el día uno con un profesor, los profesores tienen que entender que ese entusiasta deportista quiere ser triatleta, no campeón de natación, no campeón de ciclismo y no campeón de trote. Es un solo deporte, no son tres deportes, ese es un consejo. Es clave someterse a un buen entrenador, no preocuparse de las ruedas, de las zapatillas, del traje de baño como primera prioridad, yo creo que hay que entender que teniendo los ingredientes hay que someterse al mejor cocinero. Ser constante, consecuente y realista”, concluye Fernández.
Marco Antonio Fernández sorprendió al mundo al conquistar la competencia más importante de la Franquicia Challenge del viejo continente, los 1.9K de nado, 90K de ciclismo y 21K de trote se le presentaron al deportista nacional de manera muy compleja, tanto así que pensó seriamente en renunciar, pero como dijo el triatleta chileno en esta nota, el deporte es quien mejor te enseña a combatir las problemáticas de la vida.
Entrevista realizada por Fernando Andrade
Martes 30 de mayo de 2023
