La Posta Mixta en Edmonton (por Francisco Salazar)
Primera vez que presencio un mundial de Triatlón, en lo personal como padre antes de todo feliz por tener tres hijos en el start list ,esto más la posibilidad de competir de mi cuarta hija en un promocional en el mismo lugar, justifica con creces haber ido a Edmonton.
Pude ver el verdadero nivel del resto de triatletas del globo, ver en vivo a los referentes máximos de este deporte; nadar, pedalear y correr en tiempos increíbles. Ver competir a los representantes nacionales sin miedo alguno ante todos estos triatletas profesionales.
Una organización de la competencia espectacular preocupada en primera instancia de los deportistas, su cuidado, sus recorridos, sus identificaciones, etc., luego de sus técnicos de igual forma y por último de los padres y concurrentes al evento teniendo siempre una ruta a seguir para ver a los deportistas en cada disciplina.
Podría nombrar muchas cosas más que me impresionaron a mi y pienso que a más personas. Pero lo que si sé que marcó la diferencia a todo, fue la participación de la posta chilena y su abrazo en la meta compuesta por la Maca, Javier, Cata y Agustín.
Posta Nacional Mixta: Maca y Cata Salazar, Javier Martin y Agustin Feres
Si bien el pronóstico era oscuro y lo sabían sus integrantes; al momento de la presentación de los equipos, los nacionales eran los que más sacaban pecho, sonreían y se daban aliento.
Al momento de partir la Maca nadando contra las mejores del mundo que iban con traje de agua ella escoge nadar con traje de baño, pensando en ganar segundos en la transición, siempre con mente ganadora; luego ver salir a Javier y después a la Cata cada vez más atrás de la fila y solos; era duro para uno, sin embargo, ellos corrían como que disputaban un lugar en el podium. Llega la Cata de correr exhausta y toca la mano del último integrante de la posta Agustín Feres donde quiero profundizar.
En ese momento en esa zona sólo quedábamos nosotros, Ana María y los chilenos que habían corrido la posta, sin embargo, Agustín nadó, pedaleó y corrió al máximo de sus posibilidades haciendo sus mejores tiempos pese a que corría gran parte de la carrera absolutamente solo. Llega el momento que termina de pedalear y se baja a correr el chileno cruzándose con varios que llegan en ese momento a la meta, después de algunos minutos de su trote llega, para mí, un momento muy emotivo del mundial: Ya llegaron todas las postas y el locutor oficial piensa en discurso de cierre del torneo sin empezarlo aún. En ese momento aparece Agustín en la alfombra azul corriendo a menos de cuatro el mil con una cara mezcla de esfuerzo y felicidad, acaparando muchos aplausos del público de las graderías, rematando con un triatleta imaginario y logrando inspirar al locutor que nombra a cada uno de los triatletas del team chileno por sus nombres y apellidos; cosa que no hizo con ningún equipo que llegó a la meta y destacando sobre todo el abrazo y besos del resto del equipo en la meta a Agustín.
Minutos después de ese abrazo más de uno de las personalidades del evento se acerca a la entrenadora nacional felicitándola por la posta y destacando que ese gesto de apoyo en el remate aludiendo: "Es lo que nunca se debe perder en el deporte".
Felicitaciones a Ana María Lecumberri, eres una entrenadora de alto rendimiento por tenerlos a varios de los que compitieron ahí, en el mejor nivel, motivados y con una personalidad increíble, felicitaciones a ese abrazo en la meta y a la posta nacional.
Chile regresa con lo más importante, con lo que finalmente queda en la retina, ese gesto de equipo y haber cerrado la competencia mundial con su carrera y amistad de grupo.
Un saludo,
Francisco Salazar C.
Viernes 5 de septiembre de 2014