Síndrome de fricción de la banda o Cintilla Iliotibial
Gracias a Nuestra experiencia en el tratamiento de deportistas de elite y amateur, hemos podido observar que en el triatleta existe una patología muy común denominada “Síndrome de fricción de la banda o cintilla iliotibial”, la que genera molestias en la zona lateral de la rodilla durante el trote o ciclismo, y que cuando se hace más compleja, incluso incomoda en el pateo de la natación. Hay que considerar que cada sensación dolorosa es una alarma que el cuerpo nos indica, lo que nos da a entender que existe un daño y que debemos consultar a un profesional para poder continuar realizando el deporte que tanto nos apasiona.
Al consultar al especialista, el que nos evalúa minuciosamente, y nos entrega un detallado relato, escuchamos como diagnóstico: tú tienes un “Síndrome de la banda o cintilla Iliotibial”. Es importante recalcar que este diagnóstico lo podemos corroborar con Ecografía (ECO) o Resonancia Nuclear Magnética (RNM). Luego de esta noticia, probablemente pensamos “OK, ahora sé lo que tengo”, pero también nos preguntamos “¿Qué es el Síndrome de la Banda o Cintilla Iliotibial?, ¿Cuáles son los síntomas?, ¿Por qué se me produjo?, ¿Qué pasa si sigo entrenando con dolor?, ¿Cómo lo prevengo?, ¿Cuál es su tratamiento?”.
¿Qué es el Síndrome de la Banda o Cintilla Iliotibial?
La banda Iliotibial es un tejido fibroso que resulta de la unión de tres músculos, estos son: Glúteo Mayor, Glúteo Medio y el famoso Tensor de la Fascia Lata. Esta Banda relaciona la cadera con la rodilla, y por este motivo no es tan ajeno sentir síntomas de dolor o molestia en estas articulaciones o a su alrededor. Esto hace que sea importante al momento de evaluar el considerar ambas articulaciones, además de otros factores durante la evaluación y tratamiento.
¿Cuáles son los posibles síntomas?
- Dolor en la zona lateral de la rodilla, que muchas veces se relata como un pellizcamiento y/o fricción (esto ocurre entre la Banda Iliotibial y el cóndilo lateral del Fémur).
- Aumento progresivo del dolor en el transcurso del trote, ciclismo o incluso en la natación (el movimiento que lo genera es doblar y estirar la rodilla).
- Aumento del dolor al realizar una mayor flexión de rodilla (sobre todo si es con carga).
¿Por qué se puede producir?
- Alteración de activación muscular en la zona lumbar y pelvis.
- Uso de calzado inapropiado para el tipo de pisada y/o mal uso de artículos deportivos.
- Factores anatómicos predisponentes, como por ejemplo displasia de cadera al nacer, variación en la longitud de extremidades, mal alineación Patelar (Rotuliana).
- Prácticas de pedestrismo en terrenos duros e irregulares de manera recurrente o al entrenar constantemente en pista, ya que correr siempre hacia el mismo lado provoca una sobrecarga asimétrica en las extremidades produciendo mayores problemas en una pierna que en otra.
- Realizar ciclismo de ruta o mountainbike con una incorrecta técnica de pedaleo, altura de asiento inadecuado o fijaciones de zapatillas en mala posición.
¿Qué puede pasar si sigo entrenando con dolor?
- Nunca es recomendable entrenar con un dolor que es “desconocido” para el deportista. Existen dolores musculares que podemos calificar como “típicos o comunes”, dolores asociados al cansancio, trabajo o fatiga muscular provocada por el entrenamiento y esfuerzo físico asociado al deporte.
- Entrenar con dolor asociado claramente provocará una baja notoria en el rendimiento deportivo, lo que obligará a que el cuerpo “compense” y aumente la posibilidad de generar más daño en la zona de la lesión e incluso alterar otras estructuras (ligamentos, cartílagos, músculos, nervios, etc…).
¿Cómo la prevengo?
- Es importantísimo conocer y escuchar su cuerpo, reconocer los posibles avisos de lesión.
- Utilizar los artículos deportivos de manera adecuada.
- Reconocer los factores que pueden producir esta lesión.
- Realizar una rutina de ejercicios a modo de preparación física para la correcta realización de nuestro deporte.
- Masajes con personas que conozcan el deporte y el funcionamiento muscular.
- ELONGAR DE MANERA CORRECTA, SIEMPRE POSTERIOR A CUALQUIER EXIGENCIA DEPORTIVA (esto es algo que en general se deja mucho de lado).
- ASÍ COMO LLEVAMOS A MANTENCIÓN NUESTRA BICICLETA, ES IMPORTANTE REALIZAR UNA MANTENCIÓN PERIÓDICA DE NUESTRO CUERPO.
¿Cómo lo puedo tratar?
- Lo primero es tener un diagnóstico bien hecho y, para eso, es importante que el Traumatólogo y/o Kinesiólogo se dé el tiempo suficiente para abordar todas las variables que pueden influir en la patología. Esto lo consideramos fundamental ya que un buen diagnóstico podría asegurar un buen tratamiento.
- Desde el punto de vista Kinésico, el tratamiento tradicional va enfocado a disminuir el dolor y la inflamación, lo que a nuestro modo de ver la situación no es lo más correcto y eficiente, ya que el cuerpo es una máquina que tiene un conjunto de piezas que trabajan al unísono y que por lo tanto si una parte de ellas nos indica “la alarma del dolor”, debemos considerar que existen diferentes variables que están generando esta lesión y daño. Por lo tanto, para poder eliminar la lesión, debemos tratar la causa del problema y NO sólo la sintomatología. Debido a lo anterior consideramos de suma importancia complementar el tratamiento de Kinesiología (ya sea masajes, vendajes, calor, ultrasonido, etc…) con técnicas de Terapia Manual, Osteopatía y/o Quiropraxia, las cuales van más enfocadas a la causa que al síntoma.
- Hacer una rutina de ejercicios que nos ayude a mejorar la alineación de la cadera, rodilla y pie, además de ejercicios de estabilización para la columna lumbar y pelvis.
- Por último, siempre es bueno complementar el tratamiento kinésico con sesiones de masajes.
Kinesic
Especialistas en Rehabilitación
www.kinesic.cl
Martes 13 de marzo de 2012