Vale en El Mercurio
Ayer jueves, Valentina Carvallo (Triatleta Brooks, Trek, Speedo, Compressport, Hed y Zerod) fue tapa de la Sección Deportes Mujer, también página doble central!!!
Felicitaciones Vale!!!
A continuación podrás leer la nota completa…
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Deportes Mujer
Tapa
Una mujer de acero
Valentina Carvallo confiesa sus ilusiones en su participación en el triatlón mundial.
Interior
El gran salto de Valentina Carvallo
Triatleta desde hace apenas tres años, la rancagüina ha ido ganándose un nombre en este exigente deporte. Un esfuerzo que se vio coronado con su triunfo en el Ironman 70.3 de Penha en Brasil. Aquí, un vistazo a su historia y sus proyectos
por María Celeste Guerra
La mayoría de las triatletas comienzan a entrenar en las disciplinas (natación, ciclismo y trote) durante la niñez. Sin embargo, Valentina Carvallo (27 años) recién encontró este camino cuando ya tenía 24, había terminado la carrera de Educación Física y se encontraba trabajando en el Colegio Monte Tabor.
Sin duda su historia es fuera de lo común. “Siento que viví harto, soy diferente porque todas han estado dedicadas al triatlón desde chicas. En cambio, yo salí a fiestas, tuve viajes con amigas, estudié, trabajé y después me dediqué al triatlón. Ahora me pierdo algunos panoramas, pero no me importa. En cambio, hay otros que han dejado de lado todo por el deporte y desde siempre”, explica la deportista de la Universidad Católica.
Tras participar en los Columbia Challenge y en carreras de aventura con trekking, kayak, mountain bike, rafting y trail running, entre otros, corrió algunas carreras en Argentina que duraban hasta 4 días. “Me fui enviciando y comencé a buscar algo que fuera aún más exigente, hasta que llegué al triatlón”, recuerda.
Desde entonces, inicios del 2010, su carrera fue en ascenso sostenido y con excelentes resultados, a pesar de que ella misma reconoce que no nadaba muy bien y que poco sabía de las tres disciplinas. “Ese año participé en el mundial por categorías y me fue bien. Después vino el Ironman 70.3 de Pucón donde me inscribí como Elite, y di el salto. En esa época corría en el Bicentenario, nadaba en el Stadio Italiano y pedaleaba en Chicureo… En Pucón salí cuarta, la mejor chilena, y me cambié a la Católica con el objetivo de clasificar a los Panamericanos, con lo que me empecé a dedicar a la distancia olímpica (1,5 km de natación, 40 km de ciclismo y 10 km de troe). Me puse a sumar puntos, corrí demasiadas carreras ese año, clasifiqué y estuve presente en Guadajara”.
Después de los Panamericanos, retomó su participación en los 70.3, con distancias mayores de 1,9 km de nado, 90 de ciclismo y 21 de trote. “La primera fue el Agrosuper Ironman 70.3 de Pucón de este año, donde salí segunda –siendo el tercer podio de una chilena en la historia de esta competencia-, y desde enero he corrido nueve carreras en la distancia, y en todas he sido top ten”, cuenta feliz la rancagüina.
Triunfo en Brasil
El excelente 2012 se reflejó en el título que obtuvo hace pocos meses en el 70.3 de Penha, Brasil. “Fue una experiencia increíble. Nunca me lo esperé… Cuando salí del agua iba segunda y cuando me bajé de la bici iba cuarta, pero la primera estaba a cuatro minutos… Aunque me bajé muerta de la bicicleta, hice un click en mi cabeza y comencé a volar en el trote, increíble. Alcancé a la primera en el kilómetro 5 (de 21 que recorren en total) ¡Y de ahí me fui en el primer lugar! No sabía qué hacer, nuca había sido primera en una carrera tan importante… En el último giro iba sin respirar, y cuando vi que la segunda no venía pegada, mi cara pasó de estar deformada por el esfuerzo, a la felicidad más grande”, resume emocionada Valentina Carvallo al recordar el primer título de su carrera.
Reconoce que para practicar el triatlón se necesita además del trabajo físico, el trabajo mental, ya que es demasiado exigente. “Es complicado en todo sentido, hay que dejar mucho de lado, porque demanda mucho tiempo, muchas horas de entrenamiento y porque te exiges demasiado. Es una obsesión. Durante la carrera vas diciendo por qué me metí en eso, es un martirio, pero al rato de que terminaste, ya estas pensando en la carrera que viene”. Por ejemplo, ella entrena todos los días desde las 6 de la mañana hasta el mediodía, y en las tardes entrena un par de horas más. En competencia, su mejor tiempo ha sido 4:26 horas.
Cómo andamos por casa
El triatlón no ha estado ajeno al boom que han tenido los deportes, y Valentina lo sabe bien. “Ha crecido mucho en cantidad, es impresionante cuando vas a pedalear a la ruta o a Chicureo, la enorme cantidad de gente que está entrenando en bici o corriendo. En las carreras de running, muchos son triatletas… Empezaron como una moda, pero ahora son más por calidad de vida y vivir sano”, comenta.
Respecto a Bárbara Riveros, la mejor representante nacional del circuito mundial, Valentina tiene sólo palabras de admiración para su trabajo y logros: “Ha dejado todo por el deporte, vive y muere por esto. Nació con este don de que su vida fuera el triatlón y nada más que esto. Está sin su familia y tuvo la capacidad de dejarlo todo por hacer lo que a ella le gustaba. Es admirable, su objetivo es entrenar, competir y se la mejor”.
En cuanto al nivel de las competencia en nuestro país, explica que en varones es mucho más exigente. “Somos pocas, tanto amateurs como en elite, y nunca nos juntamos todas en una carrera. Es un deporte que necesita mucho roce y acá en Chile es difícil esforzarse al máximo cuando adelante van sólo hombres, tienes más margen para relajarte… y creo que en el triatlón debes exigirte al máximo”. Por esta razón, entiende que algunos deban radicarse en el extranjero para poder mejorar su nivel, aunque ella por el momento lo descarta.
Mirando hacia el futuro
Para el final y agradeciendo todo lo que ha podido logar en este deporte, desliza sus sueños y metas en los diferentes ámbitos de su vida:
Deportiva: “Mi meta para el próximo año es la revancha en Pucón, no hay como salir primera y más encima en tu país. También me gustaría estar en el top ten a nivel mundial, esta metida entre las mejores del circuito mundial 70.3, y a más largo plazo, sería un sueño estar algún día en los Juego Olímpicos”.
Profesional: “Mi sueño en la vida profesional es hacer algo más relacionado con la montaña, que es mi pasión. Puede ser que en un largo plazo lo mío esté en las montañas más que en las calles o el pavimento”.
Personal: “Este es un momento en mi vida, lo voy a aprovechar, y me quedan unos 3 ó 4 años haciendo esto. Después quiero tener hijos y que a todos les guste hacer deporte”.
El Mercurio (viernes 19 de octubre de 2012)