Andrés Ceppi: Half Arica 2011
“La Liebre y La Tortuga”
(Half Ironman Arica – 23.07.2011)
Hay carreras épicas, inolvidables, esta que acabo de vivir en Arica es sencillamente genial…
Todo comenzó el fin de semana pasado en que llovió… ¿Se acuerdan? Bueno, el sábado salí a trotar y el domingo 70km en bicicleta en Chicureo, donde por segunda semana seguido pinché la cámara y tuve que cambiarla ¿era un presagio de lo que venía?... Y bueno me resfrié… Moquillento toda la semana lo único que pude entrenar fueron 30’ de rodillo. Y llegó el viernes donde partí a Arica bastante mejor, pero en pleno vuelo me dio un ataque de tos que me siguió hasta que me dormí tarde noche, hice de tripa corazón y ahí estaba el sábado en la mañana, junto a mi socio Jorge Bravo frente a un océano pacífico con olas mansas, precalentamiento en el agua y todo bien, muy bien. En el punto de largada aparece un curita a dar la bendición (¿o extramaunción?), suena la bocina y al agua pato, 92 corredores a todo pulmón… Al poco nadar me veo que me voy quedando atrás a pesar de que nadaba mejor que en Iquique –donde fui último-, las boyas que no se veían en el agua y comienzo a nadar erráticamente, incluso en ángulos desviados de más de 30 grados, se supone que debíamos nadar dos veces alrededor de un triángulo de más de 1Km, pero lo mío fueron 2 giros alrededor de polígono irregular, pero lo logré… Y esta vez no fui el último, le gane a tres (swim + T1: 1:04:50), bastante más atrás que mi socio Jorge (0:53:14), el cual ha mejorado mucho la natación porque en el ITU de Valparaíso le gane sólo por algunos segundos. Él iba como una liebre y yo como una tortuga. Me propuse acortar la distancia en la bicicleta, pero en vez de acortar, ésta se iba alargando de casi 12 minutos a 18… 20 y justo ahí pincho la rueda… por la misma rechu#&%¨*, abajo y a aplicar mis lecciones de cambio de rueda, lo hice bien, pero me habían pasado todos, incluso Jorge que me llevaba más de una vuelta de distancia, de 7 en total. Continué, pero mi cadencia lenta, no más de 75 rpm, luego me fijaría que con el viaje el freno trasero quedo presionando levemente la rueda… Me faltaba una vuelta en bici y mi compadre Jorge comienza a trotar bastante bien, sin embargo, sabía que ese era mi fuerte así que no abandoné la esperanza de acortar la distancia, al final presioné, pero llegué último en la bicicleta, cuando salí de la T2 ÚLTIMO con un tiempo parcial de 4:19:06, iba alrededor de 32 minutos detrás de mi socio 3:47:39, pero por orgullo no iba a salir último, y se me vino a la cabeza la Maratón de NY, donde partí muy bien y me fundí en la mitad y decidí jugármela por completo por cuanto estos eran sólo la mitad (en realidad fueron 22,5k). Le dí como nunca, paso uno, luego otro y otro y otro, y me voy como escupo pasando… Un argentino que pasé me pregunta..”Che, que categoría sos”..”47” le respondo.. “Que fenómeno”, me doy cuenta que acorto la distancia con Jorge en el primer giro a 22 minutos, nos cruzamos y ya en la mitad me lleva sólo 11, sigo con mi ritmo pasando y en el último giro me doy cuenta que me lleva un poco más de medio kilómetro, me propongo alcanzarlo arriba cuando sólo falta medio giro (3,7k), lo veo a lo lejos y sigo y sigo, se acorta, mi socio se ve cansado y yo no hago caso al cansancio, finalmente lo alcanzo justo donde me lo propuse, pero se me acabaron las fuerzas, siento las piernas agotadas, el trayecto eterno, todo mi cuerpo me grita PARA, PARA!!!, me faltan piernas, pulmones, el sol de las tres de la tarde del desierto es abrazador y para más remate me aparece la tos... Pero no había llegado hasta este punto para abandonar, incluso paso uno más… Se me apagó el Garmin, ya no tenía ni horas, ni velocidad, ni nada… Voy contando los segundos y minutos mentalmente, pero todavía falta… El camino se alarga...¿No debería haber llegado ya?... AGUA, necesito AGUA... Gel… Sí, me queda uno… Me lo engullo, después de una curva debería estar la entrada de casi 1K para el final, pero no, falta aún… Comienzo a pensar en caminar, total ya estoy cerca… Pero no, como un mono porfiado sigo y justo esta la entrada para el kilómetro final, me vuelven las fuerzas y acelero, el corazón esta casi que se me sale, los pulmones jadean como un toro furioso y las piernas no quieren más… Finalmente entro a la recta final, cruzo la meta con un grito de euforia y me agarro de los brazos del que me entrega la medalla de “FINISHER”, LO LOGRE!!! y como puedo me dejo caer en una cama de cemento por varios minutos, finalmente me recupero y me voy a recibir a mi socio que llega 7 minutos después (6:30:40), nos abrazamos y celebramos porque lo merecemos… Con mi tiempo de 6:23:12 pinchazo incluido, llego en el lugar 76º y quedo 6º en mi categoría y saco mi segundo punto en el ranking de TRICHILE… No hay tiempo para descansar, tomo la bicicleta, me voy al hotel, desarmo la bicicleta, me ducho y antes de las 18:00 hrs estoy en el aeropuerto para volver a Santiago, con un maravilloso recuerdo de una carrera inolvidable.
Llegando a la meta en el Iron Iquique 2011
Andres Ceppi
TYM
