Bruno Maggio: Disfrutando un Ultraman
Race Report: Ultraman 2016
Cuando faltaban sólo 3 minutos para terminar las 12 horas límite de la doble maratón, llega a la meta el último corredor, Karim Mella (República Dominicana) con 15 pacers, entre organizadores, voluntarios y equipos de apoyo de otros atletas (14 pacers por sobre lo permitido). En la meta, todos los corredores, de 14 países distintos, y sus equipos lo esperábamos para felicitarlo (Ver Video).
Esta es una de las principales diferencias de esta carrera con otros triatlones: El objetivo no es competir, sino decir “aquí estamos los Ultraman”.
La prueba es una bestialidad. Dura 3 días: El primero son 10 km de natación y luego una transición a 145 km de ciclismo. El segundo son 275 km de ciclismo, y el tercero una destructiva doble maratón (84 km de Forest Gump).
El clima y el diseño de los circuitos, no lo hacen más fácil: Los 2 lagos que se recorren en la natación son helados (nada que un triatleta chileno no conozca), luego debido al largo tiempo en el agua, este año varios terminaron casi con hipotermia; y una de las representantes locales, Marci Gray, la debieron sacar a mitad del lago y llevar a una ambulancia. Los circuitos de los 2 días de ciclismo tienen mucho viento (del tipo que mueve el aerobar) y a partir del km 100 del segundo día de ciclismo, comenzaba una interminable seguidilla de lomas (algunas con 20% de pendiente). “It’s ultra” me decían los organizadores cuando les preguntaba a pocos kilómetros de la meta del día 2, porque las lomas fuertes continuaban. Como si fuera poco, gran parte del circuito del trote es por lomas de arcilla, a pleno sol.
La carrera parte 1 año antes, cuando la Directora de la competencia, Consuela “Sway” Lively (USA), selecciona los 40 participantes de acuerdo a su currículum y un formulario de solicitud donde indicas por qué quieres participar. Luego entrenas como loco, pero como sólo somos seres humanos, este año quedaron 3 atletas en el camino, debido a lesiones por exceso de entrenamiento.
Así comenzó para mí la carrera, con 2 lesiones durante la etapa de preparación. Como si fuese poco, 1 semana antes de partir me caí en un entrenamiento de ciclismo, rompiendo el manubrio (nada que mis amigos ucranianos no pudiesen reparar en sólo 2 días). Qué otra cosa me puede pasar ahora, me preguntaba.
Pero las caídas me ayudaron mucho, pues me sentí menos que un principiante en la charla técnica, cuando Steve King (la voz del Ultraman) presentó uno a uno a los atletas y sus currículum. Algunos tenían 50 maratones encima, otros 15 Ironman, carreras extremas que nunca había escuchado, auspiciadores, fundaciones propias y hasta haber llegado a la cumbre del Everest. Y ahí estaba yo, con 1 Ironman y una ultramaratón, feliz sólo por estar sentado en la mesa.
Día 1: 10 km de natación – 145,3 km de ciclismo
Así, sólo con el objetivo de terminar y disfrutar la carrera, comencé la natación con mucha calma. Nunca había nadado 10 km y no sabía qué podría pasar. Sin apuro, miraba un bello amanecer cada 3 brazadas y después me dediqué a buscar caimanes en el fondo del lago (es Florida).
Nota sobre la carrera: Los atletas deben llevar su propio equipo de apoyo que los acompañará durante todo el recorrido. Durante la natación te siguen en kayak; en el ciclismo y trote te siguen en auto (mínimo 2 personas), a través del método de soporte del “leap frog”, pues no se cierran calles para el ciclismo ni trote. Mi equipo de apoyo estaba compuesto por mi polola (con quien veníamos preparando la competencia hacía meses), mi hermano y su polola. Se requiere una logística nivel Dios, y un equipo que esté durante 3 días, 24/7 enfocado en ti y que esté dispuesto hasta a cambiarte los calcetines cuando ya no tienes energía para hacerlo por tí mismo.
Realicé una transición nado-ciclismo lenta, preocupándome de recuperar la temperatura corporal, secarme y preparar bien la bicicleta, pues no sabía como funcionaría la coordinación con mi equipo de apoyo. La orientación, hidratación y alimentos dependían completamente de ellos.
Con desanimo y nunca cómodo, realicé los 145 km de ciclismo (algo le pasa al cuerpo después de tantas horas nadando). La única estrategia: Terminar. Debido al poco conocimiento sobre como reaccionaría mi cuerpo al desgaste, definí un plan para las 3 disciplinas basado en pulsaciones, potencia y sensaciones. Casi no miré la velocidad en los 3 días.
También la estrategia fue nutrirme en la preparación y en el Ultraman, de la forma más sana posible, y salvo excepciones, sin productos de procedencia animal. Lo que llamo veganismo no estricto. Mis referentes en estas competencias son veganos estrictos (Para tener una adecuada nutrición y rápida recuperación): Rich Roll (vegano y escritor de “Finding Ultra”), primera persona por la cual escuché de los ultramanes. También Sebastián Niklitschek (vegano y el único chileno que conozco ha terminado un Ultraman®).
Día 2: 275,8 km de ciclismo
El segundo día comencé el ciclismo al final del pelotón. A los pocos kilómetros me di cuenta que no terminaría bien el día al nivel de pulsaciones que tenía planificado. Luego, tuve que controlar durante todo el recorrido, un nivel de pulsaciones más bajo al que estoy acostumbrado para tener confianza en que terminaría el día con energía para la doble maratón del día siguiente.
Fue el día más difícil mentalmente. Durante 10 horas de pedaleo, casi en soledad, con desgastes en la piel de tanto rodar, puedes pensar muchas cosas. Puedes recorrer caminos muy oscuros y también sacar a flote lo mejor de tí mismo. Afortunadamente lo pasé bien y llegué a la meta gritando más fuerte que el primer día. Sin embargo… “no más bicicleta por favor”.
Día 3: 84,6 km de pedestrismo
El tercer día se vieron los frutos de la estrategia conservadora: Estaba entero, más alegre que el primer día y listo para enfrentar la doble maratón. Nuevamente, empecé al final del pelotón y aproveché de conversar los primeros 5 kilómetros con varios atletas, reírnos y aprender de sus estrategias y consejos. Mantuve las pulsaciones fijas los primeros 42 km, donde ya veía que podía pasar corredores que en los días anteriores me habían sacado gran ventaja. Sabía que todo dependía de lo que pasara después del kilómetro 55, donde en general la performance baja drásticamente.
La segunda maratón no pude controlar las pulsaciones, dado que el calor fue tan intenso en las lomas de arcilla que pedí a mi equipo que me mojara entero casi cada 5 minutos. Así fue como la banda cardíaca dejó de funcionar correctamente.
El dolor intenso, ese con el que ya no puedes seguir engañando tu mente empezó al kilómetro 65. Afortunadamente energía no me faltó, porque mis compañeros del BrainTeam me enviaban mensajes de voz y texto por montones. Mi polola (que no trota) casi se muere corriendo al lado mío para que los escuchara. Eran muchos! Estoy muy agradecido y feliz de mi Team.
Durante esta etapa de la carrera estaba permitido correr con un pacer al lado, lo cual la mayoría de los atletas aprovecharon desde el primer kilómetro, pero yo no contaba con ningún corredor en mi equipo de apoyo. Como un último ajuste, les pedí a los 3 que se repartieran esta tarea durante los últimos 15 km. El dolor de todas mis articulaciones era insoportable y necesitaba que me distrajeran.
La estrategia funcionó y terminé 9º en el trote y 14° en la tabla general. Mejorando cada día la posición de la tabla: El primer día 23°, luego 19° y finalmente terminé 14°, pero lo más importante, pudiendo disfrutar una carrera que desde afuera parece ser puro sufrimiento (con una estrategia correcta, es todo lo contrario).
Ahí terminó la carrera, pero como los Ultraman son más que eso, la reuniones y actividades continuaron. Principiantes y amateurs se hicieron amigos, se drenaron las ampollas mutuamente y discutieron las próximas carreras extremas a hacer. Eran bestias sencillas, que realmente disfrutaban del deporte.
En la premiación, el foco fueron los principios del Ultraman basados en la cultura hawaiiana: Aloha (amor), ohana (familia) y kokua (ayuda). Los voluntarios, cuyo único objetivo es que llegues a la meta, se llevaron todos los aplausos y galardones. Luego, cada uno de los corredores (inclusive los DNF), tuvimos que subirnos al escenario y pararnos en frente a 200 personas y dar un discurso (for real, in English, a long one, and you better have jokes). El premio para los primeros lugares fue la admiración de todos los presentes. Ellos dieron los últimos discursos. Respecto a recibir un premio por los primeros 3 lugares… esas cosas son para otro tipo de competencias.
La llegada Bruno Maggio, el segundo Ultraman Chileno
Posted by Trichile on lunes, 22 de febrero de 2016
Bruno Maggio
BrainTeam
Fecha de la carrera: Viernes 19, Sábado 20 y Domingo 21 de febrero de 2016