Cecilia Valdés: "Una carrera contra uno mismo"
Race Report Triatlón Rapa Nui 2016
Isla de Pascua tiene todos los atributos que lo han consagrado como un destino turístico imperdible. Es Patrimonio de la Humanidad por su riqueza natural, cultural e histórica, es el ombligo del mundo, una isla llena de energía y envuelta en una serie de interrogantes que se acentúan cuando uno ve esos enormes bloques de piedras esculpidos de una forma única en el mundo, que le dan el carácter especial a este lugar. Pero a pesar de todas esas credenciales, a mí me faltaba una motivación especial para decidir cruzar la mitad del océano y aterrizar en tierra chilena.
El deporte ha estado presente durante toda mi vida y hace algún tiempo que organizo mis vacaciones en función de ello. Es así como he destinado mis días de descanso a escalar altas cumbres en Chile, Bolivia y Argentina o recorriendo senderos de trekking en el Himalaya. Pero desde que comencé a hacer triatlón, el interesante circuito de competencias me ha cautivado y es así como decidí finalmente partir a Isla de Pascua, para participar en el Medio Ironman de Rapa Nui.
Me fui con una semana de anticipación porque ya me habían dicho que la Isla era un destino ideal para recorrerlo en bicicleta. Y lo fue, el mismo día que llegué, armé la bici y partí por la única calle pavimentada que bordea la isla. Soy periodista e historiadora, por lo que lo que pudiese descubrir en mis paseos me ponían tanto o más ansiosa que la propia carrera.
Con la excusa de hacer el reconocimiento de la ruta, partí. El habitual pedaleo del domingo se trasformó en un interesante entrenamiento por la ruta de los moais. Me tocó viento, lluvia, sol, calor y humedad, lo que inmediatamente me hizo pensar lo difícil que sería la carrera en esas condiciones.
Y así fue, el día de la carrera amaneció lloviendo y parecía que eso no iba a parar. Buscamos bolsas para guardar nuestras zapatillas y decidimos ponernos los trajes de agua con tiempo para no seguir mojándonos. Estábamos en eso cuando aparece un arcoíris y empieza a aclarar, todo bien, salvo un detalle, ese cambio de clima respondía al intenso viento que había permitido que las nubes dieran paso al sol.
No llevo mucho tiempo corriendo triatlones, este es recién mi segundo Medio Ironman, pero creo que no debe haber carreras con un escenario tan especial como el de la isla, especialmente la natación. Para los que tiene la suerte de conocer Anakena, sabrán de lo que hablo, es que no es solo una playa de arena blanca y mar calipso, es una bahía escoltada por siete moais y rodeada de palmeras. Tener como referencia una cabeza de moai mientras uno trata de ubicarse en el agua es exclusivo de este lugar. De no haber sido por el viento que hubo ese día, y por ello, las olas que salieron, habría sido como nadar en una piscina, agua trasparente a muy buena temperatura.
El circuito de la bicicleta y del trote es el mismo, considerando que la distancia más larga en línea recta de la isla son 24 km, ya estaba mentalizada a que tendría que dar varias vueltas a la principal carretera que une un extremo con el otro. Asimismo, sabiendo que su formación geológica es volcánica, no era de extrañar que más de una cuesta me tocara. Y así fue. Saliendo de la transición uno se encontraba con alrededor de 4 kilómetros de subida muy duros y expuestos, lo que hacía que el viento le pegara en forma directa y no permitiera aprovechar de muy buena forma las bajadas. Superada la zona de subidas la ruta se abría entre campos llenos de flores y bosques de eucaliptus, un panorama que no me dejó de sorprender en los cuatro giros que hice en total, tres pedaleando y el último corriendo.
Antes de llegar a Rapa Nui, mi única experiencia en carreras largas había sido Pucón, que por su popularidad se sitúa en el opuesto a esta. Reconozco que no sabía cómo iba a enfrentarla. Fueron 90 kilómetros de pedaleo en solitario, lejos del que venía antes y lejos del que me seguía, y luego 21 kilómetros de trote en una carretera en donde los autos y los gritos de aliento fueron muy escasos.
Esta es sin duda una carrera contra uno mismo, el silencio del lugar hace que tu propia respiración sea lo más fuerte que oyes, lo que te lleva a una conexión que pocas veces uno experimenta con su cuerpo. Rapa Nui es una carrera que permite conocerte como corredor, no son los rivales los que te imponen un ritmo de pedaleo o a correr más rápido, acá simplemente eres tú, sin demasiada competencia, quien decide la estrategia. Cruzar la línea de meta en Rapa Nui tiene ese mérito, lograr terminar una carrera muy personal.
Cecilia Valdés
TYM
Fecha de la carrera: Viernes 03 de junio de 2016