Emilio Ramírez: “Una carrera que podía sobrar”
Race Report Ironman 70.3 Bariloche 2018
Cuando me inscribí a Bariloche, fue principalmente para tener una segunda opción para clasificar al mundial, sobre todo que a Pucón llegaba con 6 semanas de trote después de una fractura por estrés del sacro que me tuvo corriendo a medias por casi 3 meses (y un mes sin ponerme zapatillas). Clasificar en Argentina no es fácil, pero para ir a un mundial creo que se debe apuntar hacia arriba, no por el lado fácil.
A una semana de la carrera, me preguntaron si sentía que me sobraba la carrera, no lo había pensado por ese lado, sobre todo que ya estaba clasificado al mundial, implicaba un viaje de 1.300 kilómetros en auto, sólo para llegar, a una semana de la organización del XTERRA Chile, y sumado a otros contratiempos, efectivamente estaba demás. Pero la planificación ya estaba y siempre van a haber mas excusas para no correr que para correr, no lo pensé mucho y seguí con el plan.
El plan era hacer una natación a ritmo, y después salir a la bici con todo para después en el trote ver hasta donde podía aguantar, en Pucón quede con la sensación que podía haber hecho mejor carrera, y acá había que buscar la pálida.
Ya en Bariloche, todos los pronósticos indicaban lluvia para el ciclismo, y dado el circuito con pavimento mojados y bajas temperaturas, iba a estar complicado el objetivo, pero ya estábamos, sobre todo sabiendo que las carreras con frío no me acomodan, debo reconocer que soy más bien cálido, de clima. Hubo que planificar pedalear con mangas, corta viento y punteras cubre zapatos.
Domingo y llegamos a la partida en el Llao Llao, o “Shao Shao” como le dicen al otro lado de la cordillera, en una cancha de golf, con un paisaje privilegiado, pero cayendo algo de agua y pavimento mojado. Las largadas eran de a 4 corredores cada 5 segundos, en un lago sin olas y bien demarcado por lo que la natación estuvo tranquila y dentro de lo esperado.
Y salimos a la bici!!!!, donde había que ponerle con todo, con un transición más lenta para ponerme las mangas y corta viento, pero era necesario. Trato de pasar los cambios electrónicos en el aero bar, y no pasaban los piñones, ahí se vino la noche, pruebo pasar con los botones de la palanca de freno y funcionaban, ahí me amaneció, pero lloviendo, iba a ser todo el ciclismo sacando la mano del aero bar para pasar los piñones, y por el circuito eran hartos los cambios que pasar (1.100 metros de ascenso acumulado). El problema fue cargar la batería el día anterior a la entrega de bici, se soltó un cable. Se pone a llover mas fuerte y con el frío no iba bien, al menos de sensación, pero igual pasando a corredores y me pasaban muy pocos, ahí me dije “che si vos no vas bien, el resto va al pedo, así que andá a cagar y ponele con todo”, solo cuidando en las curvas en bajada que habían varias. Al poco andar me acostumbro a ir pasando los cambios sacando la mano del aero bar, pero con el viento cruzado que había se hacía difícil. No mire los watts hasta el kilometro 40, cuando algo se secó el Garmín y mejor de lo esperado 105% del FTP y ni hablar la potencia NP ahí sí que iba pasado. A aguantar lo que mas pudiera, en un circuito que creo me acomoda, finalmente termino el ciclismo mejor que lo esperado, al menos en watts.
Y empezamos el misterio del trote, a ver hasta cuando aguantaban las piernas, el circuito con algunas subidas, pero con poca pendiente, pero mucho viento, que tocaba a favor de ida y se ponía pesado de vuelta. Salí con los pies fríos y recién al km 2 comencé a soltarme, de ahí fue tratar de mantener un buen ritmo, algo apretado, pero el ciclismo no había sido gratis. Pasan y pasan los kilómetros y el ritmo se mantenía, hasta que, faltando dos kilómetros, veo que aún quedaba algo y me voy con todo hasta la meta, donde no podía faltar la llegada de avión, recordando al gran Negrito Carlos Valdivia que nos dejó hace casi una año. Siempre recordamos su alegría y optimismo en las carreras, una sonrisa, un vamos CTM, gritos de ánimo, aunque le doliera todo.
Finalmente 5° en la categoría y primero de los chilenos, con la confianza que se puede ir más fuerte, y convencido que de todas las carreras se aprende, “las carreras no sobran”.
Emilio Ramírez
Fecha de la carrera: Domingo 11 de marzo de 2018