Esteban Vidal: Ser Ironman... Brasil 2015


He dudado mucho en escribir estas líneas, pero creo que es importante compartir este sentimiento.

Todo deportista debe tener una meta clara para desarrollar su actividad, algunos lo harán por salud, otros para bajar de peso, algunos para pertenecer a una comunidad, otros para bajar una marca, ganar una prueba o clasificar a alguna instancia superior.

Tal es el caso de la gran mayoría de los triatletas de larga distancia del mundo, el sueño es poder clasificar al Campeonato Mundial de Ironman en Hawai, se entrena duro, se escoge el momento apropiado dependiendo de la edad y rivales de cada uno, se busca una carrera que se adapte de mejor forma al atleta y finalmente se participa buscando cumplir ese sueño.

Tal fue así en este último Ironman de Brasil, me preparé a conciencia, cumplí a cabalidad con el plan de entrenamiento, la alimentación y el descanso cuando se podía, el análisis de mis rivales me permitía soñar con un segundo lugar si hacía bien las cosas, si apuraba un poquito y se daban la situación también podía ganar y por lo tanto, de seguro clasificar a Hawai.


Así comenzó con la entrega de la bicicleta en Brasil 2015

Bueno describamos la carrera, la natación como siempre malita (1h19m) y número 20 en mi categoría (el primero ya me había sacado 20 minutos), luego una buena transición con 5min ya que la playa igual está alejada del parque cerrado, y nos vamos a la bici para poder recuperar, buenas sensaciones y pasando a mucha gente en esta etapa, hasta que en el km 60 por un descuido sufro una fuerte caída, y aparte del golpe en la cabeza y rodilla, se me desmonta el tubular, se me rompe la manilla de cambio de piñones, y se enchueca el manubrio y parte del freno, con dolor por los golpes y tras reparar y ver que podía continuar, decido retomar y esta vez tratando de andar aún más rápido para recuperar el tiempo perdido, termino la bici en 5h19m quedando en el 2do lugar de mi categoría, pero al desmontar de la bici no logro cambiar el pie a tiempo y me voy encima de otros atletas, al aplicar el freno se me para la rueda trasera y termino azotando la cara, hombro, manos y rodillas contra el pavimento. No me puedo parar, recibo ayuda de los chicos que reciben las bicicletas, y uno de ellos me lleva a la enfermería, pienso que esto se acabó, ya que tengo mucho dolor, la sangre corre por mi rostro, los dolores del hombro y rodillas son intensos.

Comienza la atención médica preparando gasa, guantes, parches y otros, veo a los enfermeros un poco lentos y en eso me ofrecen agua, la recibo, tomo un poco y el resto la uso para limpiar la herida de la cara y hombro, ellos me miran extrañados todavía no me curan. Me levanto como puedo y voy en búsqueda de mis zapatillas, esto hay que terminarlo aunque sea caminando, me tratan de retener y les digo que yo vine a terminar y aunque sea arrastrándome llegaré a la meta.

Tras la transición, salgo a correr todavía en el 2do lugar, la gente me mira y piensa que estoy loco, hace unos minutos vieron caerme en forma aparatosa y ahora me ven saliendo a correr, pero yo vine por un objetivo y como buen gallego lo voy cumplir, incluso mi hijo antes de la carrera me escribió : “Cuídate (eso para mí es lo más importante) y a meterle huevos, un abrazo apretado, viejito querido”, ya no estaba cumpliendo con lo primero, al menos tenía que cumplir con lo segundo.

Veamos como viene la mano, K1 a 5’19’’, K2 a 5’06’’, K3 a 5’15’’… Aunque con mucho dolor marcaba buenos tiempos, hasta el Km 23 promediaba 5’36’’ el km y ahora quedaba lo más fácil, todo plano. Había entrenado para el podio, el sudor corría por la cara y el ardor que en un principio era fuerte ya no era mi mayor preocupación, volvía a soñar con el famoso cupo para Hawaii, en Chile habían armado un grupo de WhatsApp en el cual estaba mi mujer y mi hija, quienes me acompañaron a Brasil. Ellas me informaban de cómo venían mis rivales, las informaciones iban y venían, el tracker en www.ironman.com marcaba mis pasadas, los totales, promedios y a qué distancia venían mis rivales, el tercero a 6 minutos al “bajarme” de la bici, tras los primeros 13 km lo tengo a 16 minutos y aumentando la ventaja, pienso una y otra vez que ese cupo es mío, a los 35 km mi mujer e hija se van a la meta para la foto de rigor con la seguridad del segundo lugar conseguido, aquí recuerdo las palabras de Jorge Acosta, mi entrenador de toda la vida, no te detengas, trata de correr aunque sea lento, pero jamás te detengas. Fueron muchos años de trabajar juntos y quisiera que el fuera parte de este logro que estoy por conseguir, también mi nuevo entrenador John Riaño me sigue por el WhatsApp y manda instrucciones desde Chile, “tranqui mantén el ritmo que ya está el segundo lugar asegurado, los demás vienen lejos” entro a la meta entre risas y lágrimas, lo conseguí, soy el segundo de mi categoría y, por lo tanto, a prepararnos para el anhelado Ironman de Hawaii, celebro eufórico, la foto de rigor y de ahí a comer e hidratarme. Luego por insistencia de algunos triatletas brasileros me dirijo a la enfermería para las curaciones necesarias, manos, rodillas, hombro y cara, parezco momia al salir de la carpa.

Pero PLOP, sorpresa, al retirar la bici me avisan por WhatsApp que estoy 5to y el que venía a más de 20 minutos detrás mío quedó 4to, se meten 3 brasileros antes, cosa muy extraña a mi parecer, recuerdo las palabras de Daniel Labarca sobre el favoritismo y fanatismo de los brasileros y pienso, quizás algunos no cumplieron con todo el recorrido (las alfombras para el control del chip no están en los giros del trote), además, tengo un menisco roto y estoy a la espera del resultado de la resonancia en la rodilla izquierda que ojalá esté mejor que el de la derecha (esto lo supe recién esta semana en Chile tras los exámenes), pero bueno ya está, nos vamos al hotel con una sensación extraña y amarga, igual he terminado el Ironman más duro de mi vida, he realizado una buena marca y bajado mi tiempo y muy probablemente clasifique a Hawaii si corren los cupos.


Así terminó!

Esa noche no puedo conciliar el sueño, pienso y pienso, finalmente el gran objetivo que era clasificar a Hawaii está a la vuelta del día y aquí ocurre algo muy extraño, decido que aunque la lista corra, no tomaré el cupo, al día siguiente me encuentro con otros chilenos de la UC y me preguntan que cómo terminé, que me veían herido y si acaso voy por el cupo, les digo que no, me responden que si estoy loco, que onda, al final… La lista corrió, fui el segundo llamado y que creen que hice… NO tomé el cupo.

No sé si habrá sido la mejor o la peor decisión de mi vida deportiva, pero sentía que me habían quitado algo, yo quería ese podio y ese trofeo más que el cupo, pero también sentía que el haber terminado esa carrera bajo esas condiciones me hacía más IRONMAN que antes, muchos otros atletas que anhelan tan ansiada clasificación la ganan luchando, pero otros la ganan porque corrió la lista, quiero ser del primer grupo.

Hoy me siento finisher y además hawaiano, con un menisco roto, esperando el resultado de la resonancia de la otra rodilla, pero internamente, más IRONMAN que nunca.

Esteban Vidal

Fecha de la carrera: Domingo 31 de mayo de 2015

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