Felipe Van de Wyngard: Mundial IM 70.3 Las Vegas 2013


Después de la carrera pensé que no había mucho para escribir. Pero luego de algunos días quise hacer un breve reporte porque siempre hay algo para contar, tanto en los días buenos como en los malos. Siempre queda algo, sólo a veces toma tiempo masticarlo.

La preparación para Las Vegas fue buena. Después de construir una base sólida en Flagstaff durante Junio y Julio, también tuve buenas semanas en Santiago. La Copa Panamericana de Bahía Inglesa nos permitió ver que íbamos bien, con una buena natación, fuerte en el ciclismo y con menos velocidad de lo normal en el trote para los 10 Km, que era lo esperado pensando en la preparación de un 70.3. Los últimos 10 días los hice en San Diego, concentrado y enfocado en los últimos entrenamientos específicos.

Mis expectativas eran altas, sé que mi futuro está en la larga distancia y aunque aún tengo mucho por aprender y trabajar en este tipo de pruebas, ya llegaba con una temporada de buenas carreras encima. Tuve una buena natación, salí del agua a poco más de un minuto del primer grupo quedando en el segundo grupo con otros competidores fuertes. Hasta ahí todo bien, aguantando el ritmo en el ciclismo y los tirones en los repechos del circuito. Pero la catástrofe empezó alrededor del kilómetrom 35. Pinché la rueda trasera, aguanté pedaleando quizás un par de kilometros antes que perdiera todo el aire, creo que sobre todo haciéndole el quite a lo inevitable, enfrentar el pinchazo y tener que bajarme a cambiar. El tubular estaba pegado impresionantemente fuerte, no logré despegarlo y con el apuro y desesperación rompí la hoja de un tip-top chico que llevaba para cortar el pegamento. Después de una espera que se hizo eterna llegó la moto de asistencia mecánica, pero luego más problemas. El aro de la rueda de repuesto era más ancho que mi disco por lo que la rueda quedó completamente frenada. El mecánico abrió lo que pudo el freno pero no lo suficiente y al final me dice “mejor un poco frenada que trancada, no?”. Yo digo “será nomas…” y me subo a la bici resignado. El otro problema es que la rueda tenía cassette Shimano y yo uso Campagnolo, por lo que seguiría el resto del ciclismo frenado y con los cambios funcionando mal.

Habían pasado cerca de 20 minutos y sabía que en la práctica ya estaba fuera de la competencia, además tenía metido en la cabeza que tenía más de la mitad del circuito por delante con la rueda frenada. A los pocos minutos paré nuevamente, no había caso de abrir el freno y mi moral estaba por el suelo. La verdad me costó mucho volver a subirme a la bici y continuar, pero Pame y Max (que venían de un carrerón en Puerto Velero y un largo viaje a Las Vegas), nuestra familia y también nuestro entrenador estarían en el circuito de trote y sabía que quería completer la carrera por ellos, que pensar en ellos me daría la fuerza para empezar a pedalear de nuevo, sacar en lo posible de mi cabeza la rabia y pena, y volver a meterme mental y físicamente en la carrera. Los últimos kilometros de ciclismo ya iba con las piernas agotadas y acalambradas, y con rabia e impotencia de verme tan atrás. En el trote fue una gran alegría y empujón el ver a la Pame y el Max, pero en realidad ya hice sólo lo que pude, no quedaban piernas ni energía para más y honestamente, el switch es distinto cuando vas peleando algo.


Felipe, Max y Pamela

En términos de rendimiento no logré nada en Las Vegas. Sabía que estaba preparado para hacer una buena carrera y quizás con los percances sufridos en otra oportunidad no habría seguido, pero este era el Campeonato Mundial y quería cruzar la meta, especialmente por mi familia que me dio la motivación y energía que necesitaba. Mentalmente fue un gran desafío porque lo pasé bastante mal, que me quedará como recordatorio para el futuro, para estar siempre consciente que uno está expuesto a distintas situaciones adversas en una competencia, y que siempre es válido dar la pelea y tratar de sobreponerse a ellas. Pasé la meta y tenía una pena enorme que me tomó un rato botar, pero a la vez estaba tranquilo de haber hecho el esfuerzo, de haber dado la pelea.

Mis felicitaciones a los chilenos que compitieron, en especial a Juanca Torres, MJ Conejeros, Rodrigo Bascuñán y JM Cuevas, con quienes pude compartir o cruzarnos aunque fuera por breves momentos en esos días. Muchas gracias a todos quienes enviaron tanta energía positiva antes de la carrera y por tanto apoyo y palabras de incentivo posteriormente, a Bárbara y Agustín que estuvieron cerca todo el tiempo. Gracias a mi entrenador Paulo Sousa, sabemos que había “hecho la pega” y una vez más gracias a mi familia, juntos avanzamos seguros.


Felipe, Max y Bárbara

Me quedó el sabor amargo de una mala experiencia y quedé con muchas ganas de una revancha. Ahora ya me enfoco en seguir trabajando para los próximos objetivos.

Como siempre, también un agradecimiento a nuestros auspiciadores y patrocinadores, Isapre Consalud, Timex, Yakima, Under Armour, KyV Cycling, Aqua Sphere, Safetti, Oakley, Nutrition Factory, Recovery Pump, FECHITRI y ADO Chile.

Felipe Van de Wyngard

Fecha de la carrera: Domingo 08 de septiembre de 2013

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