Héctor Larenas: "Mi mejor Ironman, lo mejor de mí"
Race Report Ironman Brasil 2017
Todo comienza 1 año antes, cuando abren las inscripciones para Florianopolis y sólo 3 de nosotros logramos inscribirnos. A partir de ese dia sabríamos que se vendrían entrenamientos durísimos para tener buenos resultados (o eso se suponía que debía pasar).
Ya transcurridos los meses, pasaba el Ironman 70.3 de Pucón (Enero) y comenzábamos a entrenar para el Ironman de Florianopolis (Mayo) y los entrenamientos se diferenciaban del resto de los alumnos de HP Team, eran más largos y con más variables que controlar (comida, hidratación, velocidades, etc… todo en entrenamientos prolongados y duros).
Héctor junto a Claudio Alfaro y Tomás González
Para mala fortuna mía unos meses antes comenzaba una nueva aventura empresarial y ya me dejaba fuera de los entrenamientos con mis compañeros de club, y sólo me quedaba con entrenamientos cortos que muchas veces no pasaron de 70 km de bicicleta y no superaban los 10 km de trote… así es! Así que venía el replanteamiento, qué hacer? No competir? Cómo se corre un Ironman sin entrenar para uno? Si ocupaba el sentido común era obvio que mejor no hacerlo, pero mi sentido común estaba bloqueado por las inevitables ganas de competir.
Ya en este periodo había incluido (para compensar en algo el nulo entrenamiento de fondos) un par de carreras para sumar a mi entrenamiento (ya que sabía que todo sumaba aunque no fuera largo) y obtuve un buen rendimiento lo que de alguna forma me dejaba quizás no tan desesperado para lo que se venía.
Fue así como llegó el mes de Mayo y veo que mis compañeros disminuían los entrenamientos, y yo… asimilando lo que se vendría.
Tenía 2 opciones, la primera era asumir el poco entrenamiento de fondos (porque igual entrené, pero no un Ironman, sino para distancias cortas) y salir a cuidar el cuerpo lo que más se pueda y llegar digno a la meta.
Y la otra opción era buscar la mejor carrera que pudiera con las herramientas que tenía, tanto en experiencia, memoria muscular, y cabeza (que lejos es lo más fuerte que tengo). Así que, sin pensarlo ya sabía mi decisión, quizás ya la había tomado desde siempre.
Así que a competir!
Día de la Carrera
Me sentía tranquilo, ya que las condiciones para competir eran las ideales para mí (día nublado y frío, mar tranquilo). Me olvidé de los entrenamientos y me paré frente a todos como un competidor más que hizo lo mejor para estar en esa línea de largada!
Comenzó la natación y para mi sorpresa, fue rápida y fluida, lo que me permitió nadar sin mayores complicaciones y desgaste, ya me imaginaba lo que se venía! Alucinaba que tendría un excelente rendimiento, lo cual era poco probable, pero existía esa posibilidad.
Salgo de la natación y mi reloj marca 1:09 aprox. No lo podía creer!! Mis proyecciones (en el mejor de los casos… entrenado) no andaban tan alejadas de esta cifra, así que salgo feliz y rápido en busca de mi compañera de pedaleos!!
El ciclismo comienza rápido y fluido sin mayores complicaciones. El día nublado y con lluvia hacia presumir que se vendrían las caídas, así que había que estar muy atento a lo resbaladizo del pavimento.
Mis compañeros, Tomás (que comenzó 10 minutos antes) y Alfaro (que comenzó en mi largada), llevaban en total ventajas importantes, ya que además nadaron mas rápido que yo (par de maquinas!!).Alfaro me sacó cerca de 11 minutos en la natación, y Tomás 7 minutos. Lo que me alejaba mas aún de ellos.
Así que mi carrera se volvía entretenida, y comenzaba la cacería de mis amigos! (nuevo objetivo para olvidar que estaba en un Ironman).
Mi pedaleo era sólido y fluido con mi nueva Argon18 E112 tri+ (Gracias don Andrés por la máquina!). Iba volando!!! Hasta me di el tiempo de parar para ayudar a un compatriota de Iones que no lo estaba pasando muy bien, así que espero que le haya servido mi ayuda. Así que sin más llego a los primeros 90 km y me doy cuenta que voy a 4 minutos de Alfaro y a sólo 400 metros de Tomás!!! Los tenía! Carrera perfecta, me sentía bien, y mi reloj marcaba en la etapa de ciclismo 2:36, así que me dije “voy como avión”.
Di el giro y comencé la segunda vuelta y un error hace que choque de frente con una persona!!! Mal! Simplemente mal! Desperté en el suelo, me dolía todo, abrí los ojos, mi bicicleta lejos, otra persona botada junto a mi, también mal. Ricardo Cumplido preguntándome si yo estaba bien, yo decía “sí estoy bien”, la adrenalina hacia lo suyo y el cuerpo reaccionaba al accidente, no me dolía nada… hasta que pasan 5 segundos! Comienzan los dolores, veo mi rodilla y un colgajo de piel con grasa colgaba de mi rodilla junto a un orificio no menor que hacia una “imagen” impresionante, que sólo daba para pensar en el retiro. Ricardo me ayuda a pararme y camino en dirección a mi bicicleta, cuando llego veo que el desviador estaba doblado, el aerobar quebrado, casco y aerodrink roto, y mi comida (barritas, sales, etc.) ya no estaban, volaron por Florianópolis. Rápidamente una persona del público me ayuda a “inventar” como volver a colocar el desviador en su posición y lo consigue. Ricardo nuevamente me pregunta si estoy bien, a lo que respondo… SÍ… voy de nuevo!
Me subí a mi bicicleta y al rodar me iba dando cuenta de todo. me dolía TODO, y sobre todo mi rodilla, avanzan los kilómetros e iba viendo como sangraba la herida, y lo “horrible” que se veía ese colgajo. Me preocupé y pensé “esta wea se me infectará”, así que en el 120 km decido parar y aviso a un motorista que necesito una ambulancia. Se demoró 25 minutos en llegar, los más eternos de mi vida. Después me realizan una limpieza (dolorrrrrr), vendaje y a pedalear nuevamente!!
Retomo mi pedaleo, pero como la barra del aerobar estaba quebrada, no podía pasar cambios de piñones, así que a jugar con el plato!!! y las subidas a sufrirlas!
Ya en esta etapa era lógico que mi plan de carrera era sólo terminar y aplicando la frase “si la vida te da limones… hazte un pisco sour”. Así que, nuevamente pensando cómo terminar con las condiciones actuales; todo había cambiado y había pérdido 57 minutos desde el accidente.
Completé los 180 km de ciclismo y llegué destruido a T2, sin piernas debido al piñón fijo que no pude modificar y que me mató en subida.
Entregué mi bicicleta y caminé rumbo a los camarines pensando en que mi carrera ya había terminado y ya era suficiente por este día, me dolía la rodilla y no aguantaría un trote.
Me senté en una silla y me puse a pensar “y si lo intento?, lo peor que puede pasar es que pare un poco más adelante…”.
Así que, me cambié de ropa, le pedí a un enfermero que me cambiara el vendaje y simplemente no lo seguí pensando y ME FUI.
El trote fue el más difícil que he tenido en toda mi vida, trotar rápido era la única opción, ya que el rebote de la rodilla al correr producía un dolor agudo, que no aguantaba.
Así que el nuevo plan era “trotar” lo mas rápido posible, y a su vez apoyándome en la pierna izquierda para quitar peso a mi rodilla derecha. La pregunta era “aguantaré así 42km?”. Filo!!! No lo pensé y dividí la maratón en etapas de 5km, y evalué cada vez que pude mi rodilla. Cada km era horrible, pero tenía claro mi objetivo: llegar a meta dando lo mejor de mi! El apoyo de todos fue fundamental, los gritos de mi mujer (que hasta ese momento no entendía mucho lo que pasaba) fueron fundamentales.
Y destaco el apoyo de Ricardo Cumplido quien me animaba cada vez que pasé al lado de él, y me daba fuerzas para no flaquear.
Fue así como terminé un maratón y mi 3º ironman, con las condiciones adversas que tuve que superar.
Lo único que tengo claro es que estoy demasiado feliz y sorprendido de lo logrado. Carreras hay muchas, pero esta si que tiene una buena historia para recordar.
Héctor Larenas
HP Team
Fecha de la carrera: Domingo 28 de mayo de 2017