Pablo Casassas: Medio Bahía Inglesa 2013
Estimados:
Como hasta el momento nadie ha hecho un race report de Bahía inglesa quiero compartir una de las gratas experiencias que acumulo en este hermoso deporte.
Bahía inglesa se presentaba como la excusa perfecta para volver a participar en un Triatlón después de Brasil (Race Report IM Brasil 2013). No había entrenado mucho , pero la idea de viajar con dos insignes amigos como Javier Chavez y César Núñez, me motivaba mucho.
No está demás decirlo que el día anterior fue fantástico, buena comida, buenos chistes y anécdotas. Como diría Carlos Pinto “nada hacía presagiar” el infierno que se nos venía al día siguiente, y a mí en lo particular, pero que con un gesto increíble se transformó en una muy grata experiencia.
Ahorraré palabras para no latear. El comienzo fue, a mi parecer, muy tarde -10:45-. El mar, muy picado, tragones por doquier, pero era para todos igual. 34 minutos para una de las nataciones más movidas que me ha tocado.
Bicicleta: Aquí comienza la verdadera historia. El viento era insoportable, no eran ráfagas como dijo alguien, era un viento constante que no te dejaba sobrepasar los 20 km en, al menos, la mitad del circuito, la ida a 20 y el regreso a 50, cuando no era en contra, era cruzado.
Recordé algunas imágenes de Hawaii con las bicicletas super inclinadas para poder mantener el equilibrio. Idéntico. Con el viento soplando cada vez más, se le agregó otro componente a esta dura prueba, se empezó a levantar arena. Parecía surrealista ver desaparecer a los competidores en la nube de arena, hacia una “dimensión desconocida”. igual me reía de la situación que nos estaba tocando.
Entre tanto cambio para encontrar la “cadencia” perfecta, al terminar la segunda vuelta (son 4), siento un sonido como licuadora vieja, para luego confirmar lo peor… rotura de cadena.
En todos estos años, jamás había abandonado un triatlón, lesiones, pinchazos, sacadas de cresta etc., pero un corte de cadena… nunca. Aunque ustedes no lo crean, llevaba la herramienta para repararla, pero estaba torcida entera y muy sucia por la famosa arenita. Era imposible.
Tragando la rabia… y arena, empiezo a caminar en dirección a la partida. Después de un rato se me acerca una pareja de ciclistas… preguntas y respuesta de rigor, ¿Qué te paso? Qué lata, etc… Y luego viene el increíble ofrecimiento… ¿Y… si te presto la bicicleta? Después de agradecer el gesto y negarme en un comienzo, pues ya había asumido el abandono, accedo. Había pagado la inscripción, pasajes, cabañas, etc… A esa altura, daba lo mismo el DQF. Luego viene el otro problema… mis zapatos no tienen la misma fijación que los de la bicicleta ofrecida. Nuevas preguntas a la rápida ¿Cuánto calzas?... ¡Perfecto! voy a buscar los zapatos a la cabaña y listo! Te los paso. Después de un tiempo de espera por los zapatos, continúo con la prueba con bicicleta de ruta y zapatos prestados.
Después de un trote y en general un triatlón agotador,llego a la meta y obtengo la famosa medalla de finisher.
Quiero dejar en claro que esta medalla no es mía. Jamás hubiera sido posible sin la actitud generosa y un desprendimiento increíble de Ruth Mariñosa y Alejandro Paredes, a quienes quiero sacar del anonimato y agradecer a través de estas líneas, el tremendo gesto conmigo. Con su ofrecimiento desinteresado, lograron levantarme el ánimo en un mal momento, e incentivarme para que me subiera a la bicicleta y pudiera terminar el ciclismo y luego el triatlón de Bahía Inglesa.
Gracias a Ruth y Alejandro, mi tasa de abandonos sigue en Cero.
Las fotos son gentileza de Ruth y Alejandro. Algo se aprecia la arena cruzando el pavimento y la “bruma” más al fondo. Y Como dijo una vez el cantante…
¡¡¡GRACIAS TOTALES!!!
Pablo Casassas
Fecha de la carrera: Domingo 4 de agsoto de 2013