Patricio Vasquez: IM 70.3 St. Croix 2015
Generalmente no hago este tipo de reportes, de hecho este es el segundo race report luego del que hice para mi primer (y único a la fecha) Ironman completo, pero esta carrera tuvo algunos extraños condimentos que la hicieron muy especial para mí.
Esto comenzó hace ya más de un año. Luego de completar el Ironman en México estaba en uno de los mejores estados físicos de mi vida (pesaba sus buenos 8 kilos menos que ahora), y quería reflejar eso con una buena carrera en distancia 70.3. Así que me inscribí en St. Croix el 2014 y estaba en pleno proceso de entrenamiento cuando sufrí un accidente en la bicicleta, me atropellaron, un accidente que si bien fue moderado, ya que salí sin huesos rotos, fue lo suficientemente fuerte como para dejarme sin carrera y sin la posibilidad de nadar y competir por unos buenos 6 meses.
A fines de 2014 volví a las pistas, con el Triatlón de Pichidangui (gran carrera y con un circuito de ruta similar en cuanto a dificultad técnica que St. Croix) y luego Pucón 2015 donde hice una carrera muy buena y sin contratiempos. Entonces con la Pame decidimos venir por la revancha a esta maravillosa isla, pero el caballero de arriba nos tenía otro par de sorpresas.
A mediados de marzo nos enteramos con la Pame que seriamos padres. Una de las noticias más felices que hemos recibido en el último tiempo, pero que dejaba a ella fuera de competencia. Y un día cualquiera a principios de abril, a las 4 AM me despierto con un fuerte dolor en el pecho, que para hacer la historia corta terminó en la UCI de la clínica con un posible pre-infarto. Por segundo año consecutivo me estaba quedando sin St. Croix.
En definitiva lo que me ocurrió ese día no fue un pre-infarto, pero si me encontraron una lesión en una arteria coronaria que me tendrá tomando pastillas para el colesterol de por vida, y en lo inmediato condicionaba mi entrenamiento y posible carrera a algo muy suave y controlado en cuanto a esfuerzo y pulso. Pero ya teníamos todo comprado, pasajes, hoteles, inscripción, etc. Así que nos veníamos a St. Croix sí o sí.
El viaje es largo, pero una buena escala en Miami siempre se puede aprovechar con una pasadita por el Outlet o incluso otras cosas si hay tiempo. Por otro lado, St. Croix es parte de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, lo que hace más fácil temas de conexiones, moneda, idioma, etc. La isla eso si es bien rústica, no hay que imaginarse que es como otros lugares de los EEUU, pero la gente es extremadamente amable y el servicio en general es muy bueno.
El ambiente de la carrera es extraordinario. Es extremadamente relajado, la charla técnica por ejemplo no dura más de media hora, y se hace en el pasto. El parque cerrado no está nunca muy cerrado y no hay espacios asignados para cada competidor, sólo por grupos de edad, entonces cada uno se ubica de la mejor forma posible, aunque hay espacio de sobra para todos. No hay un evento único para el carbo loading del viernes por la tarde, sino que la organización se asocia con los restaurantes de la costa (al lado del parque cerrado) para otorgar comidas y descuentos especiales para los competidores ese día, entonces se forma una buena, aunque relajada fiesta ese día. Si hasta te entregan una botella de ron como parte del kit de competencia!!! Así todo muy relajado, pero quizás porque esa onda se impregna en todos los competidores, que la cosa funciona a la perfección.
El día de la carrera me levanto temprano y dejo mi bici y otras cosas en el parque cerrado. Luego hay que nadar hasta una pequeña isla al frente que es donde está la partida y nos fuimos... La etapa de nado estuvo muy tranquila, yo nunca he sido muy buen nadador, pero luego del accidente del año pasado y el poco entrenamiento que he tenido he empeorado muchísimo, así que salí bien atrás (quedaban poquitas bicicletas en mi rack), pero con la esperanza de remontar en la bici.
La etapa de bicicleta, para aquellos que nos gusta rutear, es extraordinaria. No debe haber más de 15 kilómetros de recto y plano en total, y en ningún caso alguna recta que dure más de un par de kilómetros. Está llena de repechos y curvas, hay que estar muy concentrado con los cambios y del paso de plato grande a pequeño y viceversa todo el rato. Muy técnica.
Por otro lado, el circuito es precioso, bordea la isla por ambos lados. A veces vas bordeando el mar y otras en los cerros entre medio de árboles y bosques tropicales. Muy lindo. Además el día de la carrera la gente sale de sus casas y se sienta a ver y alentar a los competidores. Es tremendo el ambiente.
Y por último esta ella, la Bestia. Es un ascenso cerca del kilómetro 35 que tiene una extensión de 1.100 metros y una pendiente promedio del 15%. La primera mitad de la Bestia tiene una pendiente pareja del 14%, luego justo después de una marca que dice (1/2 way) viene un pequeño repecho al 21,5%, luego un pequeño descanso al 7%, otro repecho esta vez al 26%, y luego el resto volvemos al 14% parejo hasta el final.
Aquí fue donde comenzaron mis problemas. Parto bien y tranquilo la primera mitad de la Bestia, y le pongo un poquito en el primer repecho, y justo saliendo de ahí y comenzando el pequeño descanso del 7% me doy cuenta que tengo la llanta trasera en el suelo. No lo podía creer, no ahí, podía haber sido sólo 500 metros después y quedaba tranquilo, pero no en el medio de la Bestia. En fin. Me bajo de la bici y me junto con un grupo de gente que estaba mirando a los competidores tratando de sortear el primer repecho, la mayoría de ellos simplemente caminaba con la bicicleta al lado, incluso me tocó ver un par de personas que se cayeron porque no les dio el cambio. Traté de reparar el tubular con un líquido especial que llevo pero no funcionó la cosa, el reventón era muy grande. Mala idea llevar ese líquido en vez de un tubular de repuesto. Estaba botado sin nada que hacer.
Luego de un rato decido caminar hacia arriba, ya que sabía que había un puesto de agua terminando la Bestia y justo en ese momento aparece la camioneta de apoyo con ruedas de repuesto. Mi salvación. El tipo se baja y comenzamos a cambiar la rueda, pero él tenía sólo Shimano y yo uso Campagnolo, así que la persona tuvo que ajustar los cambios para que funcionara y me dijo que sólo funcionaría la mitad de arriba de los piñones, lo cual al menos me permitía subir y las bajadas tendría que ir sólo con el vuelito. Y así seguí. Terminé la segunda mitad de la Bestia, un XL parado arriba de los pedales, y continué la carrera.
Poco más allá, en una carretera cerca del kilómetro 50, me pasa la misma camioneta de ayuda y me saluda, me pregunta si todo bien y le digo que sí, entonces sigue su camino y me deja atrás. No pasa más de un minuto y me doy cuenta que tengo nuevamente la rueda trasera en el suelo. Esta vez sí que estaba en problemas. Me doy cuenta que unos 300 metros más allá hay un policía y camino hacia allá, le pido que llame a la organización para que me envíen la camioneta de ayuda, lo cual hace, pero las probabilidades de salir de ahí eran bajas. Así que me senté en la poca sombra que encontré y a esperar, no había por donde. Deben haber pasado unos 20 minutos hasta que uno de los competidores que iba pasando me pregunta como estoy, le explico que es mi segundo pinchazo y me regala una cámara!!! Me dijo que llevaba dos... Así que manos a la obra, cambio rápido la cámara y sigo la carrera, había que terminar sí o sí.
Pero la cosa no terminaba ahí. 5 kilómetros antes de T2 tengo nuevamente la rueda trasera en el suelo. Increíble. Por suerte esta vez me pasó justo donde había una camioneta de la organización con gente que dirigía la ruta, y por alguna extraña razón una de esas personas tenía una cámara de repuesto y un bombín (mi tubo de aire lo había usado en el segundo pinchazo). Así que cambié rápidamente la rueda y logré terminar la etapa de bici.
He pensado mucho acerca de lo que me pasó, muchos podrían pensar que fue mala suerte pero he llegado a la conclusión que fue al revés, tuve mucha suerte. Porque un pinchazo es parte del juego, dos pinchazos si es mala suerte, pero tres pinchazos es porque algo anduvo mal, tiene que haber una explicación lógica, y tengo una hipótesis. El pavimento de la ruta era viejo, y en muchas partes muy rugoso por el paso del tiempo, y cuando está en ese estado sobresalen piedras pequeñas que en algunos casos son filosas o puntudas, entonces un XL sobre los 85 kg como yo, debe andar con una muy buena rueda, nueva y que sea heavy-duty, de otra forma el pinchazo es seguro. El tubular que llevé a la carrera estaba viejo, y seguramente la rueda de recambio que me pasaron estaba un poco gastada también, y sólo a mí se me ocurre ir con líquido para reparar en vez de tubular de repuesto. Malas decisiones.
Más bien, el haber salido 3 veces de estar botado en la carretera sin nada que hacer habla que toda la suerte que tuve, y la ayuda que me llegó de arriba. También habla de la buena organización y sobre todo la buena onda dentro de la carrera para ayudar a otros competidores, ambiente que a veces no vemos en otros lados. Así que me siento muy afortunado.
Mención aparte para la ruta de ciclismo, la buena señalización y la buena cantidad y calidad de los puestos de hidratación. Puede que no hayan puestos asignados para los competidores en la zona de transición, pero en las cosas importantes estos gringos no se equivocan.
Luego de una T2 lenta y calmada, comienzo el trote, sin duda la etapa más dura de esta carrera. El circuito casi no tiene zonas planas y hay poca sombra. El calor es infernal, y en lo personal venía preparado para una carrera de máximo 6:30 horas, no para superar las 7. Más o menos en el kilómetro 3 ó 4 la cosa se veía mal, no me quedaban muchas fuerzas, pero traté de seguir, y creo que a partir del kilómetro 10 me empecé a sentir mejor, que es cuando uno ya comienza a contar los kilómetros hacia atrás. Nuevamente debo hacer mención especial a los puestos de hidratación, que habían suficientes y muy bien abastecidos, había de todo, y sin duda eso ayuda muchísimo, sobre todo con ese calor. En fin, caminé muchas subidas y casi todos los puestos de hidratación, pero logré terminar. Mi peor registro histórico por lejos, pero sin duda una de las carreras más especiales y de las cuales me siento más orgulloso y afortunado de haber terminado.
Para terminar, quiero felicitar a mi compañero del BT, Felipe Salazar, que hizo una gran carrera, y fue un gran partner estos días. También quiero recomendar esta carrera a todos mis compañeros, por su ambiente, organización, buena onda, belleza del circuito, y porque no por su dificultad, que le dan un toque muy especial. Pero sobre todo quiero agradecer a la Pame que nuevamente se las arregló para conseguir pulsera de la competencia y entrar a las zonas de los competidores. Le quiero dar la gracias por su amor, apoyo y empuje incondicional. Como siempre dedico esta carrera a mis hijos, que ahora son tres.
Un fuerte abrazo.
Pato
Patricio Vasquez
Brain Team
Fecha de la carrera: Domingo 03 de mayo de 2015