Sofía Cerda: “Nuevamente en el mundial”
Race Report Mundial Ironman 70.3 Chattanooga 2017
Una llegada complicada a Chatanooga.
Todo partió medio mal. Me fui el miércoles en la tarde de Santiago y me demoré mucho en llegar a Chattanooga. Se atrasó el vuelo y no llegó mi maleta. Mi madre me esperó en el aeropuerto el jueves a las 4 pm para irnos a la casa en donde se alojaban 12 personas, incluyendo mi cuñado Pablo Leiva y mi hermana Gabriela Cerda.
Al llegar a la casa no había nadie, así que partimos caminando a la Expo para esperar retirar mi kit. Después de 40 minutos de caminata llegué media hora tarde y no me lo entregaron. Gente que se quedaba en la casa me vio con cara triste y sentada en una esquina y me dio ánimo y tranquilidad.
Comencé a disfrutar el mundial el jueves a las 6 pm. Nos fuimos todos al gran banquete y me comenzaron a informar de lo sucedido hasta el momento. Me perdí la charla técnica, pero este ya era mi segundo mundial, por lo que no dejé que eso me desmotivara o intranquilizara. En la noche llamé a la aerolínea y me prometieron tener la maleta a las 10 de la noche del viernes. ¡Por supuesto que me negué! El viernes a las 7 am nos fui en patota con Pablo, Gaby y mi mamá al aeropuerto y encontramos mi maleta. Ya estaba tranquila.
Sofía y Gabriela Cerda
Después fui a la Expo a retirar mi kit. Con él en mano esperaba poder meterme al río, pero me fue imposible, ya que cerraron el acceso dos minutos antes de que llegara yo. Pablo, mi cuñado, me explicó cómo era el agua y se comprometió a salir conmigo a pedalear en la tarde. Así fue.
Después, las mujeres de la casa fuimos a dejar las cosas al parque cerrado y, dejando todo listo, ya nos pudimos tranquilizar. En la tarde llegaron mis tíos de Ohio a quienes no veía desde hacía años. Lo teníamos planeado desde que supimos que el mundial era en USA, así que ya la motivación era mayor.
En la mañana fuimos a arreglar las cosas y una vez que todo estuvo listo nos relajamos, nos abrazamos y nos dimos ánimos todas las chilenas que estábamos ahí, esperando que a todas nos fuese increíble y que diésemos lo mejor de cada una.
Gabriela Cerda, Miru Marinovic, Javiera Gainza y Sofía
¡¡Por fin comienza la carrera!!
Cuando llegó el turno de Gabriela y mío estábamos emocionadas y con ganas de partir. Al llegar la hora comenzamos nadando. Sentí que no llegábamos nunca, pero era increíble. Me encantó. Tenía emoción en mi corazón. No vi a mi hermana hasta llegar a la salida. Nadamos igual y ni nos vimos, no nos pusimos de acuerdo como otros creen.
Agarré mis cosas y partí al ciclismo. Gaby partió como guerrera, pero yo me dije: "seguiré el plan que hice con Pablo: a potencia sin reventar". También seguí los consejos de mi amiga Pamela Tastets (a quien agradezco por siempre ofrecerme ayuda cuando no tuve maleta) en los tramos en los cuales nunca pude probar. En el ciclismo fui de menos a más y fue la mejor opción. Cuando ya llegaba a la mitad iba pasando a muchas competidoras que se mataron al partir. Me sentí muy bien y notaba que me quedaría mucha pierna para el trote.
Cuando me bajé de la bici escucho un "¡Dale, Sofía!". Era mi gemela. Ahí estaba empezando el trote y dándome ese ánimo que siempre me motiva para ir a pillarla y ojalá terminar juntas. Comencé trotando al ritmo planificado y todo iba bien, pero me empecé a sentir mal, me acalambré desde los dedos de las manos hasta los dedos de los pies. Después del kilómetro 10 tuve que parar y me di cuenta que me faltó algo en el plan: mis pastillas de sal. No las incorporé y me pasó la cuenta. Ya después tenía nauseas y no podía ingerir nada, así que sólo puse un pie delante de otro. Me dije a mí misma: "Vine a dejar todo de mí y, aunque ya no es mi carrera, la termino como sea". Y así fue. Troté como pude, caminé y paré en los abastecimientos para tomar agua.
Cuando llegué a la meta me sentí completa y feliz. Siempre que empiezo un medio me pregunto: " ¿Por qué me hago esto?". Y siempre que lo termino empiezo a sacar la cuenta de cómo pagar mi próxima carrera. Me encanta. Siento que subo una montaña para alcanzar la cumbre. Toda carrera deja algo. Esta me dejó que por mucho que algo cueste hay que terminarlo. Yo misma me propuse este desafío y también fui yo quien olvidó las pastillas de sal.
Por otro lado, me alojé con un excelente grupo de personas y fue genial. Ya queremos volver a vernos, y hasta entrenar juntos.
Gracias especiales a:
- Quintana Roo, que me trajo a este mundial, por su apoyo interminable.
- Gracias a Trichile por todos sus reportes e informativos, por su apoyo y entusiasmo para hacer crecer el Triatlón en Chile (Ricardo, Ignacio y Folito).
- A mí cuñado por estar ahí siempre y coordinar mis entrenamientos, entrenarme y apoyarme siempre que hay límites.
- A la gente del trabajo por darme su ánimo.
- A mi familia que es mi apoyo incondicional en cada objetivo que me propongo. Son lo mejor de mi vida.
- A mi pololo Felipe por soportar 6 años de cada locura que me propongo, por sus abrazos cuando lo necesito y por amarme y hacerme sentir orgullosa de quién soy.
Mucha gente y marcas son parte de mi progreso, y doy gracias por eso.
Sofía Cerda
Fecha de la carrera: Sábado 22 de septiembre de 2017