Ximena Martínez: “Tallarines con amor”
Race Report Cruzando el Bio Bio 2020
Asumo que todo el desempeño en esta mágica carrera, Triatlón Cruzando el Bio Bio, fue gracias a los “tallarines con amor”, esos que se cocinan lento, que te esperan a que llegues y que se sirven con el calor de hogar. Muchas veces, en cada carreratodo está programado y esperamos que todo surja según lo planificado y nos olvidamos de la magia de vivir cada momento. Creo que, por primera vez, dejé que las cosas pasaran, no oponer resistencia ni apego, y emanó lo mejor de mí en cada momento. Más aún considerando que mis entrenamientos en agua han sido exactamente 3 en 6 meses.
Sonó el despertador antes que el sol apareciera por la cordillera, mis brazos estaban fríos, pues los dejé sobre el cobertor por descuido. Los niños dormían y me levanté cuidadosamente para no arrebatarles el descanso. El desayuno fue el mismo que “el de siempre”, pero recordando los tallarines que me habían cocinado el día anterior y que sabía que más que el ingrediente físico, estaban llenos de un condimento especial. También pensé en el lugar que estaba, con mis amigos. Pensé en mis niños, en mi compañero y en mi familia. Pensé en lo privilegiada que soy en estar, en ser, en vivir. Pensé en mis estudiantes, en los que tuve y en los que vendrán, que nada es imposible cuando se sueña. Pensé en cuantas personas que practican este deporte saludé el día anterior, y me entregaron una hermosa sonrisa.
La laguna estaba calma y me encontré con solo un competidor, que miraba en paz las aguas quietas. Compartimos algunas palabras.
El inicio de la carrera comenzó con las quietas aguas bañando mi cara y deslizándose por el traje de neopreno, así era para todos, se veían caras conocidas incluso entre cada brazada. Me sentí segura, tranquila y en sintonía con ese medio con el cual me cuesta tener complicidad. Canté toda la natación el himno de mi colegio, recordé a su fundador, que hace poco dio su último respiro y repetí una y otra vez “somos instrumentos de Dios para transformar el mundo”.
Cuando salí del agua, sentí el ímpetu de subir a la “celeste”, que me hizo sentir cómoda, libre y descansada. Pasaron los kilómetros volando, hasta que entro a la recta final y veo a “la barra”, empoderada gritando mi nombre. En ese momento sentí una energía que no podría describir. Me sentí en casa, me sentí liviana, me sentí amada.
Agradezco a la familia, a los amigos, que hicieron de este un momento mágico. A los niños por devolverme el presente, a mis pensamientos por estar apagados, a mis emociones por ser positivas. Agradezco esta oportunidad de correr en el mundial de larga distancia y haré un esfuerzo para poder concretarlo. Con perseverancia, con coraje, estoy segura que todo es posible.
Llegué con una sonrisa y me retiré de igual manera. Espero siempre recordar que el ser humano se adapta, que el ser humano vive en sociedad, que el ser humanos necesita el calor de un hogar, del amor de una familia y de que los niños nos devuelvan el presente. Gracias a todos quienes fueron parte de esta historia. Iré por un café.
Ximena Martínez
Fecha de la carrera: Domingo 1 de marzo de 2020
