Rodrigo “Yoyi” González: ¡El tiempo no siempre lo es todo!
Race Report Ironman Hawaii 2022
Es difícil poder escribir en palabras lo vivido en el Mundial de Ironman. ¡Lo que soñaste y seguiste año tras años por transmisión, ahora tocaba vivirlo! Y vivirlo me refiero en todo sentido… vivir y vibrar cada segundo de esa carrera. Daba igual el tiempo que demoraba… porque cada segundo seria único.
¡Así es como comienza el camino a Hawaii!
El año pasado, luego de haber corrido el Mundial de IM 70.3 en Utah, nos pusimos como objetivo buscar la clasificación a KONA. Sabiendo lo difícil que es, pensamos en al menos un periodo de 3 Ironman, donde la primera parada era TULSA el 22 de mayo. Por sorpresa y un poco de suerte, logramos un 4to lugar en la categoría y cupo directo a KONA! Apenas supe, le envié un mensaje a mi Pame: AMOR!! NOS VAMOS A HAWAII!!
De regreso a Chile, quedaba un duro periodo de entrenamientos y ver como llegábamos, debido al costo monetario que implicaba. Entre ahorros, rifa, ayuda y aportes de muchas personas, logramos costear el viaje.
¡¡Llegamos a Hawaii!!
¡Es que el lugar es simplemente mágico! ¡¡Una vibra y energía incomparable en donde ahí entiendes lo que es!! Desde que te bajas del avión, se comienza a vivir todo.
Los días previos a la carrera, probando bicicleta y material, reconociendo circuito donde te cruzas en cada momento con competidores… el calor lo sientes cada vez más infernal y hace que tus expectativas de carrera (tiempo) vayan bajando y lo único que piensas: ¡¡ESTO VA A DOLER!!
¡¡Llego el día de la carrera!! ¡¡Y estas tranquilo… porque no tienes presión de nada!! Pero si ansioso de lo que vas a vivir.
El cuento de la lechera que había creado en mi mente sobre la carrera, describía algo así: Vas a nadar tranquilo, la natación no te cuesta, más aún si es en mar, que es donde te sientes más cómodo. Brazada tras brazada vas a ir avanzando y disfrutando lo que ves en ese fondo marino cristalino. Sales del agua en un tiempo esperado y con buenas sensaciones. T1 en calma y te preparas para el ciclismo, segmento que sabemos que no es tu fuerte, por ende, esperas y sabes que te pasarán varios competidores durante los 180 km, pero eso no te desespera y sigues en lo tuyo. Vas muy bien durante todo el recorrido, intentando respetar tu ritmo de carrera y que el cuerpo no colapse con el calor. En los primeros km ves a la Pame y toda la barra chilena que aparecen en distintos puntos del ciclismo, lo cual es la mayor energía que puedes tener. Completados los 180 km de ciclismo, se viene lo más duro… pero estás bien entrenado, así que tranquilo. T2 tranquila como siempre y te vas a correr… tranquilo y confiado, porque el trote te va bien y vas a recuperar varias posiciones! Tu fortaleza es la cabeza y paciencia.
Pero hasta ahí no sabia que lo realmente duro estaba por comenzar, porque apenas me bajé de la bici, la planta de los pies duelen! Los primeros kilómetros comienzan a hacerse eternos y apenas estaba comenzando! Agua, hielo y Gatorade en cada punto de abastecimiento, pero sigue costando avanzar sin caminar algunos metros. Kilómetro 10 y veo a la Pame, quien me alienta como nunca y trata de levantarme… me entrega una botella con agua congelada, tomo un poco y me la coloco en el cuello. A los segundos, regulo la temperatura corporal, el cuerpo y cabeza (sobre todo la cabeza) comienza a reaccionar… cambio de actitud y nos vamos para arriba!! Comienzo a subir por PALANI y en ese momento recuerdo una frase de Nicolas Massu en unos de sus partidos que dice: “De esta wea me sacan en silla de ruedas, aunque tenga que estar todo el día jugando, voy a seguir”. Justo en ese punto, estaba la Gema junto a la Ceci haciendo barra, a quienes les digo la misma frase. Doblo para tomar Queen K y el siguiente objetivo era llegar al Energy Lab (la parte más dura de la carrera, kilometro 20 aprox). Voy corriendo muy bien de actitud y logrando mejor ritmo, en eso me pasa Moisés Torres (kilometro 14 aprox), nos damos ánimo y seguimos.
Kilometro 16 y a lo lejos veo a un competidor que no va bien. Identifico el trisuit y noto que es un compatriota. Llegando a su lado, pregunto cómo esta, me mira y me dice: Yoyi, me siento mal, no siento las piernas, a lo que no dudo en ayudarlo y comenzar a avanzar junto a él en mi hombro. En ese momento lo único que pensé fue: “Tenemos 17 horas para cruzar la meta y si caminamos juntos, debiésemos llegar alrededor de las 14hrs 30min”. Fue así como caminamos durante los próximos 6kms, parando en cada punto de abastecimiento para intentar recuperar algo de sensaciones. Llegando al Energy Lab, noto que mi compañero y amigo ya no reaccionaba. El siguiente punto de abastecimiento estaba a 200 mts, donde paramos, lo siento bajo un toldo y pido asistencia médica mientras intentaba mantenerlo despierto, hablándole de su familia y de lo guerrero que es. Pasaban los minutos y la situación se iba poniendo mas crítica. Baja su pulso, y llegando al estado de inconciencia. Justo ahí, iba pasando Moisés Torres a quien le grito y pido ayuda, estábamos perdiendo a un amigo! La ayuda médica no llegaba y entramos en desesperación. Nuestro compatriota comenzaba a convulsionar y hacíamos todo lo posible por mantenerlo despierto. Hielo, agua en la cabeza, golpes en la cara. En eso, llega Alejandro Casanova y Jorge Lassen quienes también paran para ayudar, intentando comunicarse y solicitando la ayuda rápido. Luego de 20 minutos de espera, llega un vehículo de apoyo y se lo llevan rápido al sector de meta para prestarle asistencia. En eso nos despedimos entre Moisés, Alejandro y Jorge, ellos ya iban en el kilómetro 30 hacia meta y yo recién de ida en el kilometro 22. Desde ahí, el objetivo era avanzar como fuese hasta llegar a la meta. Pensaba en que mi amigo estuviera bien y pudiera verlo horas más tarde.
Entre trotar, caminar, saludar a los voluntarios y los demás competidores, iba avanzando, contemplando el atardecer en Queen K mientras caminaba solo en el kilómetro 35 y me decía: Lo bueno de demorarse más, es que vives por más tiempo el estar aquí jajajaja.
Kilometro 39 y ya no queda nada. Me mentalizo en correr sin parar hasta la meta. Bajo por Palani (ya en ese momento a oscuras), doblo por Kuakini y me encuentro con la barra incansable esperando para dar los últimos alientos y entregarme la bandera de Chile. Últimos 800 mts camino a la meta y está Rolando (Rolo, el de la trompeta) junto a otros chilenos haciendo barra, quienes me acompañaron, al igual que a todos los demás chilenos y chilenas, hasta los últimos 300 mts. ¡¡Entro al pasillo final agradeciendo a todos los que estaban ahí… dando la mano como si fuese el primer competidor en llegar jajaja, subo a la meta con la bandera en alto y lanzo mi último grito con brazo empuñado!! Terminé ctm…
Los voluntarios te reciben y llevan al sector de recuperación, donde me encontré con otros chilenos y pregunté si sabían algo de nuestro amigo y me dicen: Ya está bien!... Con eso me quedé tranquilo.
El deporte, suele encerrarse en la competencia y rivalidad, pero hay momentos y situaciones que debemos ser más que eso. ¡El tiempo no siempre lo es todo!
Para finalizar este viaje y experiencia mágica, nos comprometimos con mi Pame. ME DIJERON QUE SIII!!
Agradecer a todos quienes hicieron posible llegar a este mundial!! Y sobre todo con quienes compartimos en Hawaii. Carlitos Castillo, Ceci, Moisés Torres, Gemita y Mi Pame.
Rodrigo González (Yoyi)
Fecha de la carrera: Jueves 6 de octubre de 2022