Testeo Hoka Carbon X2
Unas zapatillas con ADN Hoka por todos lados, y cuando hablo del ADN me refiero que es fiel a la filosofía que la marca nacida en Francia ha propuesto y que tiene a una legión de fieles corredores calzando sus modelos.
¿Cuáles son estas características? A saber, una gruesa mediasuela, liviandad, hormas anchas con amplio espacio para nuestro antepié y comodidad para ir lejos, bien lejos.
En este sentido contando con modelos maximalistas como las Clifton, Arahi, Mach, Bondi, etc... Hoka se atrevió a hacer una zapatilla más “baja”, sacó la Tracer y luego mejoró ese modelo metiéndole una de placa de carbono en el antepié, así nació la Hoka Evo Carbon Rocket, la primera zapatilla de calle con placa de carbono.
Si bien fueron muy bien recibidas, se hacía necesario contar con modelos más cómodos en largas distancias, así los ingenieros de Hoka crearon la Carbon X. Unas zapatillas diseñadas para correr más allá de un maratón, con las que Jim Walmsley logró el WR de 50 millas. Pero Hoka quería más: batir la marca de los 100Km. Así, crearon las Carbon X2, quedándose a escasos 12 segundos de lograr dicho objetivo con el mismo Walmsley, pero dejándonos una extraordinaria zapatilla.
El Upper:
De jaquard ventilado y sin costuras, es más estructurado que su antecesor. Una talonera con buena estructura, lengüeta reflectante unida a la media suela por dos bandas elásticas internas que afirma el metatarso, collarete con más espuma y ojales termolaminados y lengüeta reflectante para una buena sujeción y seguridad en oscuridad.
Mediasuela:
Hecha de goma EVA ProFly X muy liviana, con buena dosis de resiliencia pero mullida. La placa de carbono muy rígida, desplazada hacia la suela. Rocker pronunciado y unos espolones en el talón diseñados para guiar la pisada para quienes taloneen.
Detalles: Tiene unas pestañas de Profly X que corren desde el área del talón a la punta, esto otorga un pelín de estabilidad ya que contienen el pie. El ya clásico drop de 5mm junto al marcado rocker facilitan el aterrizaje con el mediopié y una rápida transición de zancada.
Suela:
Es de Eva engomado. Fabricada de una pieza con un grosor homogéneo de 7mm y unos dibujos superficiales. Si bien es menos resistente al desgaste que la goma al carbón, aporta liviandad y su grosor permite aguantar hartos kilómetros.
Sensaciones:
Lo primero es que al aumentar el ProFly X y desplazar la placa, ésta no se siente (comparada con el modelo anterior). Una zapatilla suave. Para quien no está acostumbrado a zapatillas así de gruesas, puede sentirse raro, con que hay que darse un tiempo para adaptarse a estas nuevas “no sensaciones de terreno”. Yo lo pongo así: la media suela del talón de cualquiera de mis zapatillas de entrenamiento anda por los 23mm y las Carbon X2 tienen 27mm… ¡en el antepié!
Pero por lo mismo, al ser tan voluminosas, se sienten particularmente livianas con sus 257gr en talla US 10.5.
Las sensaciones de carrera fueron estupendas, fluía en cada zancada a medida que aumentaba el ritmo. Aclaro que no me aportaron esa sensación de rebote que se supone que daría una placa de carbono, aunque no todas las placas de carbono son hechas iguales. Hay algunas que son bífidas, otras que son delgadas, otras que son gruesas, etc. Y cada modelo en su conjunto busca algunas características particulares.
En el caso de las Hoka Carbon X2 fueron diseñadas para batir un récord corriendo a 3:40m/km (no para correr un maratón bajo las 2 horas), así funcionan de maravillas en esos ritmos bajo 4:15 min/km corriendo parejo y sostenido, no así para cambios de ritmos rápidos, o tomar curvas cerradas. Acá lo que se ofrece idealmente es correr largo, recto y parejo. Son lo suficientemente amortiguadas para acompañar tranquilamente a corredores más pesados en un maratón (hasta 80 kilos)
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por Adrián Rodríguez
Martes 6 de julio de 2021
