Testeo Orca Sonar
Tuve el privilegio de testear el reconocido (lo digo porque es uno de los éxitos de venta a nivel mundial) modelo Sonar de Orca en varias sesiones de entrenamiento en piscina. Creo que hay varias cosas fundamentales que un triatleta debe buscar en un traje de agua: flexibilidad, flotabilidad, suavidad, velocidad, protección, facilidad para sacárselo y duración. Paso a describir que es lo que entiendo por cada uno de estos atributos y daré naturalmente mi visión de cada uno.
Cuando busco flexibilidad me refiero a la buena movilidad de los hombros y brazos. Con un traje poco flexible la sensación de pesadez en los hombros es inmediata, tanto así que muchos con malas experiencias en este sentido han optado por trajes sin brazos. A mi juicio, la tecnología, los materiales y la forma de construcción hacen que hoy por hoy los brazos no se sientan. El Sonar de Orca pasa sin duda la prueba de flexibilidad. Doy fe de ello después de varias horas de uso. Ayuda a esto que el brazo está construido con un solo panel y neopreno de solo 1,5 mm de grosor, ganando en elasticidad y eliminando costuras.
La flotabilidad se logra principalmente por el tipo, extensión y ubicación de los materiales. En este caso, la clave es la tecnología Aerodome 2 de Yamamoto colocada en el tronco y en la parte superior de las piernas. Se trata de cientos de celdillas de aire en un neopreno de 5mm que en teoría mejoran en un 30% la flotabilidad. Un complemento a la flotabilidad es la estabilidad en el agua. He tenido trajes que cuando estas horizontal en el agua tienes la sensación que tus pies están más arriba que tu cabeza. A eso llamo yo desbalanceo. Es verdaderamente desagradable. Con el Orca Sonar se siente balanceado, nada muy distinto de cuando usas traje de baño. Parejito. Para lograr la estabilidad y balanceo mencionado, el Orca Sonar colocó unos paneles laterales que evita que el cuerpo serpentee, manteniendo una posición estable y eficiente durante más tiempo.
Para mí la suavidad es clave. Estoy en la categoría de aquellos que normalmente se pelan el cuello después de cada carrera. A veces me funcionan las cremas, aceites, vaselina y otros menjunjes que he probado, pero igualmente siempre alguna heridita queda. El Orca Sonar viene con un diseño de escote que nunca había visto antes, muy fino y de perfil más bajo. Se ve que eligieron un material especial para el cuello. Además, es evidente que sella bien, aunque en piscina con vuelta olímpica e impulsándote en cada giro de los bordes con fuerza es difícil que no entre algo de agua. El material al interior del traje se siente muy suave.
Con los trajes de agua uno busca evidentemente protegerse y combatir las frías aguas del mar y lagos chilenos y, por otro lado, seamos francos, aprovechar de nadar más rápido. Mi experiencia con el Orca Sonar es que los tiempos se reducen fácil en 5 segundos cada 100 metros. Mismo esfuerzo, 5 segundos menos. Eso es 1 minuto y medio en un 70.3 y 3 minutos en un Ironman. ¿Qué tal? En esto es clave la mayor flotabilidad y en el caso particular de este traje la cobertura SCS (Super Composite Skin) que es un recubrimiento repelente al agua que reduce la resistencia y mejora el deslizamiento. Comprobé esta mayor velocidad haciendo varias repeticiones de 100 metros con y sin traje, intentando mantener el pulso estable a ritmo de aproximadamente el 80% de intensidad. Hubo diferencias de hasta 7 segundos, sorprendente.
Respecto de la facilidad para sacárselo la clave es el material en el tobillo, que es de 2mm y que no sólo sellan bien, sino que además es especialmente elástico. Les dejo este video que habla por sí solo.
El último elemento clave a mi juicio es la duración del traje. No son baratos, por lo cual, lo que uno espera es que duren muchos años. Un dato que averigüé por ahí, es que Orca usa este traje en su programa de arriendo, por lo que presumiblemente considera que es un traje de batalla y de seguro apuesta por la durabilidad pensando en la rentabilidad del negocio de arriendo. Supongo, pero tiene sentido. El traje tiene refuerzos especiales en todas las junturas críticas. Recomiendo seguir las instrucciones de cuidado, que de hecho vienen impresas al interior del traje como es el lavado con agua dulce después de cada uso, secado en interior (evitar el sol), colgar en ganchos con bordes redondos y no usar derivados del petróleo (vaselina), entre otros.
Pero además de todo lo anterior, hay un montón de detalles que nos hacen la vida más fácil. Por ejemplo, en la parte interior viene con una pestaña para guardar llaves o incluso plata. Súper práctico. El velcro del cuello es de buen tamaño como para asegurarse que no se suelte. También me gustó el tirante bastante largo con velcro en la punta.
Una cosa que es importante testear en los trajes de agua, es que no te dificulten la respiración. Hay trajes con los que uno se siente ahogado casi independiente de la talla. Cada modelo y marca se adapta mejor a algún tipo de cuerpo, de manera que en este sentido es recomendable buscar un traje con el que no te sientas ahogado y que dificulte la respiración. Lo bueno del Sonar, y válido para todos los Orca, es que entré justo en la talla 6, al medio del rango tanto en altura y peso. Me quedó perfecto.
Algo quizás menos importante es el diseño, que en el caso del Sonar me parece súper atractivo, con líneas rojas y blancas suficientemente llamativo como para que tus amigos y familiares te distingan a la distancia. Se agradecen detalles como los guantes para evitar los cortes con las uñas al momento de ponérselo y los cubre pies para facilitar la colocación. Me gustó mucho también la bolsa-mochila para guardarlo.
En resumen, es un traje super recomendable, tanto para principiantes y avezados, suave, rápido, flexible, cómodo y pensando en una inversión de muchos años.
Lo puedes encontrar en Trizone.cl a $359.000.-
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por Ricardo Cumplido (Martes 13 de agosto de 2019)