Experiencia en la Copa del Mundo de Monterrey
Viajamos a la Copa del Mundo de Monterrey, una ciudad principalmente industrial, pero que no abandona su condición de turística; alojamos en el Holiday Inn del Parque la Fundidora, un parque que tiene mucha belleza e historia para los Mexicanos, donde antiguamente se fundía Hierro y actualmente es algo así como un Parque Araucano pero que lo triplica en tamaño, y con una inversión en infraestructura realmente superior. Como ejemplo, hay parlantes por todo el parque con música, y no falta ninguno, la gente ama y valora su parque, donde hacen deporte en familia y donde se llevaría a cabo esta Copa del Mundo de tremendo nivel, con Colucci, Shoemacker, Sklevin, Da Silva, entre otros.
Pero no sólo eso estaba en juego, nuestros chilenos Junior Andrea Longueira, Tomás Olavarría, Nicolás Sáez y JP Salazar, se jugaban un cupo a los primeros Juegos Olímpicos Junior; un evento mundial, donde se buscara dar la importancia, cobertura y relevancia que tienen los de los adultos. Para algunos chicos, es la oportunidad única de clasificar a estos juegos, entendiendo que el próximo año ya salen del rango de edad y no podrían optar al cupo nunca más en su vida. Como pueden ver, había bastante en juego y tremendas ilusiones por parte de los chicos y sus entrenadores, Anita Lecumberri y yo.
Viajamos una semana antes, a modo de reconocer bien el circuito, y buscar la adaptación a un clima que podía ser algo húmedo y caluroso. En fin, se hizo todo de manera ordenada en todos los ámbitos, alimentación, cargas, etc. Una puesta a punto como debe ser y en el lugar de la competencia.
El día de la carrera, 19 de abril de 2010, largaban 75 muchachos llenos de ilusión, en un entorno realmente hermoso, y con un clima nublado, algo caluroso, pero favorable para lo que pudo haber sido.
La clasificación era simple, sólo uno por país, los 8 primeros países, el primero de cada país se adjudicaba la plaza, independiente de la ubicación general que obtuviera. Quizás una crítica al evento es haber permitido cupos ilimitados por país, quizás tres por país hubiera permitido que la largada de la competencia hubiera sido algo menos tormentosa, en circunstancias que la natación se realizaba en un canal de 10 metros de ancho.
En fin, así se presentaba la situación y los que mejor se ajustaran a este entorno competitivo serían los primeros candidatos, pero no necesariamente los mejores nadadores. Recuerden que en este formato, el que no tiene un buen nivel de natación, no tiene posibilidades, es así de frío; pero como dice un ex entrenador de Triatlón (Martín Arias), “El deporte no admite errores”.
Se da la largada y comienza la lucha, porque eso era, una verdadera pelea por quedar adelante, ya que atrás sería peor, más golpes y menos posibilidades de nadar relativamente tranquilo.
Adelante Sale Macdowell, dos Americanos más, un Candiense y Lautaro Díaz (ARG)(tremendo personaje).
Tomás sale en un segundo grupo, Nicolás en el tercer grupo y JP, con algunos problemas sale rezagado, pero a luchar de igual forma.
Las cosas no se dan para los Chilenos, no hay clasificaciones en hombres, los chicos se muestran algo desmoralizados, pero desde afuera todo esta claro. No fueron lo suficientemente “agresivos” para posicionarse bien y nadar como debieran haberlo hecho. En el caso de Tomás Olavarría, tiene un tremenda natación, que le podía haber alcanzado para salir adelante y pelear algún cupo, pero lo superó la situación.
Andrea Longueira corre con mejor suerte, logró entrar 18 en la general y logra la clasificación a los Juegos Olímpicos….grande Andrea.
Son innumerables los aprendizajes obtenidos en este proceso de clasificación, que finalmente le dan mayor sentido aún a esta gira. Por un lado, pude darme cuenta de cómo se trabaja en los demás países con estos chicos; Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Brasil y todos estos países más cercanos a nosotros, se muestran mucho mejor organizados, trabajan de una manera completamente diferente a la nuestra, y entienden el concepto de “cuerpo técnico” como sistema de trabajo.
Son dos o tres, y en algunos casos cuatro entrenadores los que acompañan a sus delegaciones, y trabajan de manera conjunta, aportando ideas y se distribuyen estratégicamente en los circuitos de competencia, según sus especialidades, por lo que el deportista cuando pedalea recibe instrucciones de su técnico de ciclismo, cuando corre de su técnico de pedestrismo; el Director Técnico acompaña tranquilamente todo, mientras toma notas y aprende de cada deportista en cada competencia. Es un trabajo tremendamente coordinado, una orquesta muy bien dirigida.
Logramos generar contactos importantes con estos entrenadores, que debemos coordinar y llevar a la realidad con actividades que deseamos organizar con ellos, en sus países y en el nuestro.
Creo que poco a poco tenemos que ir cambiando cosas relacionadas a sistemas de entrenamientos y administrar los recursos y esfuerzos de mejor manera. Por ahora siento que de alguna manera estamos haciendo agua y se nos están escapando las oportunidades. La razón es simple, y en esto quiero poner énfasis; estamos preocupados de no amenazar a nuestro trabajo como entrenadores, también estamos preocupados de no perder fuerza como clubes, pero el esfuerzo tiene que ser por ellos, por nuestros deportistas; si no estamos al nivel de ellos en natación, no tenemos nada que conversar, cómo lo hacemos? Los muchachos tienen que nadar con los mejores nadadores del país; y tenemos que lograr lo mismo en las demás disciplinas. El Director Técnico dirige y coordina las cargas y los sistemas. Nos quedamos pegados en buscar el mérito o culpa que tuvo el Club, el entrenador, o la Federación, y nos olvidamos de hacer a los chicos responsables de sus logros y sus fracasos. Nosotros debemos guiarlos de manera seria y coordinada. Ellos deben sentirse responsables de sus errores y aciertos, y aprender a manejar esta presión, de lo contrario serán siempre niños que se esconden detrás de nuestros errores de adultos y profesionales.
Entreguemos los recursos deportivos y económicos, guiémoslos y ellos se encargarán de madurar como deportistas; seguir adelante o hacerse a un lado.
Fotos del evento en la Web de Route
Gabriel Iriondo
Head Coach
Route
Triatleta
Contacto: 8527 4063
gabrieliriondo@gmail.com