El verdadero triatleta

Hace un par de semanas, uno de los tantos que se preparan para el Ironman de Florianópolis me cuenta que ya está en la tediosa etapa final de este proceso, que será su primer Ironman. A su lado, uno de sus amigos y compañero de club agrega: “por fin será un verdadero triatleta”. Plop.

Quiero decirlo inmediatamente y no esperar hasta el final de este artículo. No estoy en absoluto de acuerdo con esa afirmación. Es cierto que algunos la dicen medio en broma y medio en serio, pero el problema es que muchos de verdad se lo creen. Triatletas somos todos: los que corren sprint, olímpicos, medios, ironman, ultras. También son triatletas los ex triatletas, incluso muchos que entrenan y no corren.

En el atletismo hay muchísimas y variadas pruebas desde velocidad, fondo y medio fondo, saltos, lanzamientos, postas, etc. ¿Acaso alguno podría considerarse más atleta que otro? Nunca he escuchado la frase “este es un verdadero atleta”. En la natación hay decenas de pruebas distintas. ¿No son todos nadadores? Prácticamente en todos los deportes ocurre lo mismo.

Exactamente 16 años después de comenzar en este deporte, en el 2005 recién corrí mi primer Ironman. Lo pude hacer ya con los hijos grandes, con una situación económica que me lo permitía y gracias al apoyo de mi señora. ¿Acaso antes de eso no era Triatleta? Por supuesto que lo era. De hecho a esa altura del partido ya llevaba 81 triatlones en el cuerpo. Floripa en el 2005 fue mi carrera 82.

No es fácil meterse en esto de los Ironman. Son muchos los que no tienen los recursos para la inscripción, los pasajes y el hotel. Es caro dedicarse a los Ironman. Con hijos chicos es muy difícil hacer esta cuestión. No digo que no se pueda, pero la dinámica familiar no siempre te permite hacerlo con la tranquilidad necesaria. Hoy en día además hay una complicación adicional: uno debe inscribirse con un año de anticipación y, por supuesto, por razones muchas veces laborales planificar con un año es muy difícil. Y dejé para el final quizás lo más importante: preparar un Ironman es muy tedioso. Son al menos 4 meses con algunas sesiones bastante extremas. Además no todos los organismos están preparados. Sin duda se soporta mejor con los años, cuando el cuerpo y la mente son capaces de asimilar las eternas sesiones de entrenamiento. En fin, los Ironman no son para todos.

Correr carreras cortas tiene algunas ventajas. Es claramente más barato. Permite correr más, prácticamente todas las semanas. De hecho, puedes insertar las carreras cortas como preparación para algunos medios. Tienes permanentemente una motivación extra para levantarte a entrenar. Exigirse periódicamente permite evaluar tu nivel de preparación y puedes hacer oportunamente los ajustes para explotar en las carreras más importantes. Etcétera.

Incluso los ex triatletas deben ser considerados triatletas. De partida, salvo alguna que otra excepción, los triatletas retirados no venden su “chancha”. La desempolvan cada cierto tiempo para salir a la ruta y recordar la mágica sensación del viento a 40 km/h. Los ex triatletas mantienen muchas veces parte de sus rutinas de entrenamiento. Se los ve por todos lados: en la piscina, en la ruta y en los parques y una que otra corrida. Incluso los vemos en las carreras. Van a mirar y ayudar. Estoy seguro que les baja la nostalgia. Estoy seguro que siempre piensan en volver.

Me parece que ser triatleta es más bien una cuestión de estilo de vida. Es un compromiso con estos tres deportes que se unen de una manera mágica y hacen un todo maravilloso. Es un compromiso con la vida al aire libre, con la vida sana, la buena alimentación, el compañerismo, la disciplina y el esfuerzo diario. El triatlón te obliga a ser eficiente y a conocerte a ti mismo. Aprendes a porrazos cuales son tus límites y te sorprendes de tus capacidades.

En fin, les pido que seamos respetuosos con nuestros amigos y compañeros y no sigamos con distinciones odiosas, injustas y que no aportan en nada a lograr que este deporte siga creciendo. Cada uno sabe lo que puede y no puede hacer. Necesitamos sumar y no restar. Necesitamos potenciar el circuito nacional. Necesitamos fortalecer los clubes. Necesitamos buenos entrenadores. Necesitamos una federación activa e inteligente. Los necesitamos a todos. Cada uno corriendo lo que quiera y lo que pueda. Necesitamos a todos los triatletas en la línea de partida. Para eso entrenamos.

Por Ricardo Cumplido (Mayo ´11)

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