¿Elite o categoría?


Está mal pelado el chancho decía un profe cuando algo no estaba bien hecho o no le cuadraba. Esa es la sensación que tengo en esta distinción entre triatletas elite y de categorías en el mundo del triatlón. Lo primero que me parece raro es que ser elite es una decisión personal. Basta con desearlo y conseguir la licencia es un mero trámite. Me parece que debería haber un filtro y la licencia debería ser por mérito.

Lo segundo que me hace ruido es que hay muchos age group que son mejores que algunos elite, de los cuales hay muchos que son del montón. También es importante diferenciar a aquellos que son age group de “verdad” u oficinistas, como dice un amigo mío, de otros que prácticamente se dedican a esto del triatlón. Los de “verdad” son aquellos que tienen otras actividades principales (laborales o estudiantiles) y sólo le dedican unas pocas horas al día al entrenamiento. Hoy, como está organizada la cosa, todos estos están metidos en el mismo saco.

Muchos destacados age group tienen iguales o mejores auspicios que algunos elite, representando marcas de bicicletas, zapatillas, relojes y muchos son incluso invitados con viático a las carreras. En el ámbito internacional esto es aún más evidente. En Hawaii por ejemplo, los primeros age group se meten casi siempre entre los puestos 20 al 30 en la general, bajando con facilidad las 9 horas y ganándole a la mitad de los elite. Tienen tremendos auspicios y una rutina de entrenamiento equivalente a la de cualquier elite. Pero deciden mantenerse en el lado amateur, alejarse de las responsabilidades y subirse al podio de los mejores en su categoría. Suena injusto. Pero ojo que muchas veces son los mismos auspiciadores que prefieren tener bajo su alero un campeón de categoría que un elite del montón.

No me gusta ver a los elite intentando llegar a Hawaii o a los mundiales 70.3 ocupando cupos de categoría. Históricamente los ha habido muchos. Otra cosa que me incomoda es que en la mayoría de las carreras los premios en dinero sean sólo para los elite. No sólo es injusto, sino además un incentivo perverso para correr en elite cuando en el fondo y forma el o la triatleta ganadora es de categoría. Premio a los mejores y punto.

Esta simpleza de dividir en 2 (elite y categorías) me supera. El traslape evidente que existe no se recoge en esta organización administrativa. El problema es aún más grave si consideramos que el 98% de los competidores son de categorías y al interior de cada subgrupo conviven realidades muy distintas. Mundos opuestos.

A mi juicio el “modelo” está en crisis. En la competencia de categorías están por un lado los semi profesionales (por ponerles un nombre) con rutinas de elite de 20 a 30 horas a la semana, buena alimentación, descanso, pesas, masajes y auspicios. En el otro extremo están los que se toman esto con calma y entrenan con suerte unas pocas horas a la semana, están con sobrepeso evidente y para quienes su objetivo muchas veces es simplemente llegar a la meta. Algunos incluso lo hacen sólo por hacer ejercicio. La lucha es desigual. En tenis sería un 6-0 6-0. En Boxeo sería nocaut en el primer round. En futbol sería un espectáculo triste. En el golf sería tragicómico. Cero brillo.

Creo que debemos repensar la forma de organizarnos. Debemos ser capaces de eliminar este dilema que enfrentan los buenos triatletas y debemos buscar formas de organizarnos que promuevan la competencia y mejorar el nivel.

Una idea de muchas otras que se pueden sugerir es por ejemplo que un age group ganador de carreras podría ser obligado a correr en un nivel superior y viceversa. Un elite que llega en lugares secundarios podría ser degradado de nivel. Podríamos estar organizados en 4 ó 5 categorías de acuerdo al nivel de cada uno sin importar la edad.

Sería como muchos deportes que se organizan por divisiones. Los mejores de una división pasan a la siguiente. Los peores descienden. Todos los debutantes empezarían necesariamente en el nivel inferior que podría de hecho llamarse “debutantes”. Después de un determinado número de carreras con resultados exitosos podría pasar a un nivel superior. Una especie de 3ª división. Y así sucesivamente. Después de algunos años, si es bueno podría estar compitiendo en los niveles más altos compartiendo pista y podio con los mejores de categorías y con los elite en una especie de 1ª división o simplemente categoría elite. En Karate sería como avanzar hasta llegar a cinturón negro. En Tenis, en mis tiempos se avanzaba hasta jugar en Escalafón Nacional, pasando por Honor, 1ª, 2ª, 3ª y se empezaba en 4a. En el Golf existe el Handicap.

Me parece que un sistema así incentivaría aún más la competencia y permitiría que muchos age group que hoy dudan den el salto hacia el profesionalismo. Habría una lucha abierta por mantenerse en la división. Habría estrategia. Los buenos age group lucharían por acercarse y dar la lucha frente a los elite. Estos a su vez defenderán con todo su prestigio.

El exitoso sistema de partida en Pucón este año va orientado en esta misma dirección. Los mejores con los mejores y cada uno compitiendo con sus pares de nivel. Surgen muchas preguntas. No están todas las respuestas. Mi objetivo es abrir un debate respecto de este tema y encontrar soluciones creativas a un problema que no es nuevo (hace 30 años que vengo escuchando lo mismo) y que se reactiva cada cierto tiempo.

por Ricardo Cumplido (Lunes 8 de febrero de 2016)

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Ahora si buen artículo. Difícil de implementar. Muchos age group entrenan como elite porque les pagan auspiciadores o tienen los recursos.

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