¿Miedo al agua?
Muchos triatletas enfrentan temor a nadar en el mar e incluso en lagos profundos. Miedo a la oscuridad y a la posibilidad que aparezca “algo” del fondo. Miedo a las olas al entrar y salir. Miedo al frío. Miedo a los calambres. Miedo a los golpes. Miedo a que entre agua en los lentes o se empañen. Miedo a perder el rumbo. Miedo a dejar de ver las boyas. Algunos comienzan a sentir el traje apretado y les baja la desesperación. Algunos manifiestan claustrofobia con el consiguiente ataque de pánico. En fin, todas situaciones reales que he visto decenas de veces.
De estos miedos, algunos debieran tratarse medicamente y la recomendación es ponerse en manos de un buen psicólogo. Otros son fácilmente tratables con entrenamiento específico.
Pasar de la piscina a las aguas abiertas no es tan automático e idealmente requiere algo de práctica. Sugiero planificar unos cuantos entrenamientos en el mar o en un lago antes de tu primera competencia de triatlón. Pero no sólo ir a bañarse, sino trabajar, por ejemplo, las entradas y salidas del agua. Aprende a capear olas y hacer playitas. Disfruta el mar como lo haría un niño de 10 años.
Una excelente alternativa es inscribirte en una carrera de Aguas Abiertas donde el stress por tratarse de un solo evento es bastante menor al que enfrentamos en un triatlón. Las carreras de Aguas Abiertas pueden ser vistas como una oportunidad para probar sensaciones y mejorar la confianza.
Otra alternativa es hacer trabajos focalizados en piscina. Por ejemplo, puedes nadar con 2 personas más en paralelo en la misma pista, una a cada lado. Luego puedes practicar con más compañeros adelante tuyo y unos cuantos atrás tocándote las piernas. Hagan trabajos de adelantamiento por la izquierda y por la derecha. Haz trabajos bajo el agua simulando que estas capeando una ola. Trata de nadar al menos 10-15 metros pegado al fondo de la piscina. Si puedes más mejor.
Practica nadar con agua en los lentes y practica recolocártelos adecuadamente mientras flotas sin tocar fondo. También puedes practicar nadar sin lentes, es una sensación rara pero se puede. Usa tu traje en la piscina y practica la entrada y salida del agua repetidamente. Corre alrededor de la piscina con el traje puesto y perfecciona los movimientos para sacártelo.
Practicando y replicando las condiciones de una carrera se puede bajar varios grados de incertidumbre y ansiedad. Recuperando la confianza podrás nadar más relajado. Saldrás del agua con el pulso más bajo y controlado y podrás hacer una mejor T1 y hacer el tramo de ciclismo de mejor forma.
Si las partidas masivas te ponen nervioso, puedes comenzar de atrás y no enredarte en la punta donde efectivamente hay golpes involuntarios. En todo caso la recomendación es que te coloques en el nivel que posees. Si eres bueno, colócate adelante. Si no eres muy bueno ándate más atrás. Si las boyas son muy chicas o el oleaje no te deja verlas trata de encontrar un punto en el horizonte que te indique la dirección correcta. Puede ser un cerro, un edificio, un bote, un árbol, cualquier cosa que esté por sobre la línea del horizonte y te permita mantener buena visibilidad. La boya aparecerá cuando estés más cerca.
Trata de tener bajo control todo aquello que es fácilmente controlable. Por ejemplo, asegúrate que el traje de agua es de tu talla y que te queda cómodo; que a tus lentes no les entra agua y que no se empañan y que has nadado más de una vez en forma continua la distancia de la carrera que estas preparando. Haz un buen calentamiento idealmente en el agua. Si no se puede, hazlo en tierra firme y prepara la musculatura para enfrentar el comienzo de la carrera que es siempre más intenso.
Pequeños detalles como los mencionados en estas líneas ayudan a reducir el stress y la ansiedad que impide tener un buen rendimiento en el agua y que a veces obliga a los menos expertos a retirarse de las carreras.
por Ricardo Cumplido (23 de diciembre de 2013)
Jajaja!!! Bueno el post!!! Obvio que la meduza gigante es el temor cuando nado solo en mar o lago...