Extraños personajes

Tienen un brillo especial en los ojos. Se pasean ansiosos por las expos de triatlón mirándolo todo y no siempre sabiendo para que sirven las cosas. Se repiten el plato varios días. Se sienten seguros cuando alguien compra lo mismo antes que ellos. Los embarga una sensación de orgullo. Tienen muchas preguntas. Casi infinitas. ¿La preferida? Fácil. ¿Y tú, cuantos triatlones has corrido? Pero esa es sólo la primera.

En cuanto a Triatlón se refiere están aprendiendo a sumar y restar. En conocimiento están en 1° básico, pero se pasean por el patio de los grandes. En general se comportan extrañamente. Sobre todo después que cruzan la línea de meta. ¿Adivinaste? Son los novatos. Aquellos que recién empiezan.

Siempre me he sentido muy orgullosos de los novatos. En realidad todos deberíamos sentirnos orgullosos. Para llegar a correr un triatlón se han de superar muchas barreras. Demasiadas. Todos sabemos eso. Son muchos los que tratan y pocos los que llegan. Han escuchado eso antes. Bueno, así son los novatos. Así de orgullosos deberíamos estar de ellos.

Pero no los ayudamos mucho. Es más, los confundimos. Les hablamos de derivadas e integrales y hacen como que entienden. Recuerden que están en 1° básico. No les damos tiempo. El aprendizaje es lento y la capacidad de procesamiento es limitada, por lo tanto es súper importante que aprendan lo que corresponde en el momento oportuno, no antes y no después. A los novatos se les debe enseñar lo básico. Los cascos aerodinámicos vendrán después. La práctica de transiciones también. Las zapatillas de carrera pueden esperar. Ni siquiera les hablemos de lenticulares o de perfiles anchos. ¿Para qué? Los llenamos de vitaminas, suplementos y pastillas como si fueran milagrosas. Los tratamos de convencer que las repeticiones de 800 son diferentes a las de 1.000. La mayoría de nuestras frases comienzan con un “Lo que tu tenís que hacer…”. El largo de las bielas da lo mismo. En esta etapa los monitores cardiacos son todos iguales. Sólo por poner algunos ejemplos.

Tampoco sabemos mucho de ellos. No sabemos si están en esto por salud, para bajar de peso, por conocer gente, por hacerse los choros, por amor al deporte, por la competencia, o quizás alguna otra razón. Les hablamos como si tuvieran las mismas motivaciones que nosotros y cuando no es así la conversación se torna casi infantil. Les hablamos de lesiones que tendrán en varios años más. Les damos consejos que no calzan en sus mentes simples. Hacemos que su ansiedad aumente.

Sugiero que acojamos a los novatos como corresponde. Invitémoslos a compartir con nuestro grupo. Enseñémosles lo básico. Escuchemos sus motivaciones. Hagamos que se sientan bienvenidos y acogidos. Somos pocos los triatletas en Chile y cada novato aporta un granito para que esta actividad crezca. Cuidémoslos!!

Por Ricardo Cumplido (Abril ´11)

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