Ruedas Lenticulares


La lógica detrás del uso de las ruedas lenticulares es que estas reducen el aire turbulento que produce el ciclista, el marco de la bicicleta y los vientos cruzados y en consecuencia el aire que sale de la bicicleta es más “limpio”. La reducción de turbulencia implica un aumento de la velocidad. Tests en túneles de viento han demostrado que las ruedas aerodinámicas efectivamente reducen los tiempos de carrera. ¿Cuánto? A velocidades de 40-45 Km/h se estiman ahorros de 3% a 4%. Es decir, en torno a 2 minutos en 40 Km. Pero ojo… son pocos los que pueden mantener ese velocidad promedio. También se ha demostrado que en torno a 30 Km/h los beneficios de las lenticulares desaparecen. En consecuencia, para el grueso de los triatletas capaces de pedalear a 32 ó 33 Km/h el beneficio podría estimarse con suerte en torno a 1%, equivalente a 40 segundos en un Olímpico y 1:30 en un medio. Pero esto es en teoría.

En la práctica nos encontramos con una serie de dificultades que contribuyen negativamente al ahorro de tiempo recién expuesto. El primer problema es el viento cruzado. Estudios de laboratorio han largamente demostrado que con vientos cruzados el efecto aerodinámico desaparece y que la pérdida de estabilidad logra incluso el efecto contrario haciendo que el andar sea más lento.

Luego está el problema del peso. Las lenticulares son 200/300 gramos más pesadas que las ruedas tradicionales. Aunque esto es marginal si consideramos que entre bicicleta y ciclista tenemos 80 Kg (0,25% a 0,4%), se hace más notorio en circuitos montañosos. Claro, en una escalada subiendo a 20 Km/h o menos, la aerodinámica desaparece por completo y los gramos extras están demás. Los fanáticos de las lenticulares argumentan que bajando se compensa cualquier pérdida. En efecto, a 60 Km/h o más los beneficios aerodinámicos son notorios y una lenticular puede marcar una diferencia.


La Trek Speed Concept 9 Series de Lance Armstrong con rueda lenticular

En toda esta discusión hay aspectos sicológicos que influyen. Aunque sea marginal, un buen escalador descartará cualquier posibilidad de usar lenticulares en una subida, aunque le demuestren o le juren que no se verá afectado. Mentalmente no puede aceptarlo. Se sentirá derrotado antes de empezar. Al revés ocurre lo mismo. Un contrarrelojista profesional que pedalea a 45 ó 50 Km/h exigirá una buena lenticular y no aceptará el argumento que el beneficio es marginal.

Otra desventaja de las lenticulares es la dificultad para acelerar. En otras palabras es más difícil agarrar velocidad partiendo de cero. En consecuencia, en circuitos técnicos y con muchos giros la acumulación de segundos perdidos puede no ser compensado por la mayor velocidad al final de cada recta. Pensemos en el típico circuito olímpico de 8 giros donde tienes que partir de 0 en 16 oportunidades, lo que hace que los promedios de velocidad nunca sean muy altos.

Para el final dejé el aspecto económico. Una lenticular cuesta entre $500 mil y $1,5 millones, esto es más del doble o incluso el triple del costo de una buena rueda tradicional de rayos. Evidentemente es una limitación para muchos y requiere de un análisis profundo de ventajas y desventajas para tomar una buena decisión. A veces quisiéramos confiar en los amigos y conocidos para esto. Pero aquí me he encontrado con dos dificultades. Los que tienen, tienden a justificarla. Comprensible, deben reforzar la decisión que ya tomaron. Además, eventualmente pondrán las ruedas en el mercado y es mejor tener más candidatos para quedarse con ellas. Por otro lado, los que no pueden comprarla, tienden a minimizar los beneficios. Obvio, somos todos humanos.

Mi recomendación es que usen ruedas lenticulares sólo cuando puedan comprarlas (y que no signifique pelearse con nadie), y las reserven para circuitos planos, muy rápidos, no técnicos, sin mucho viento y si son capaces de pedalear en carrera en promedio por sobre los 36 Km/h. Por el contrario, privilegien las ruedas convencionales si son triatletas “normales” y particularmente en circuitos montañosos, técnicos o con giros.

Nota: Antes de publicar este artículo se lo dimos al mecánico y triatleta Francisco Zurob, dueño de las tiendas Altered, para que nos validara su contenido, quien nos dijo lo siguiente: “Leí el artículo y me parece que el análisis es casi perfecto por no decir perfecto, ya que toca todas las variables que influyen en el uso o no uso de la Lenticular.”

Por Ricardo Cumplido (Mayo ´12)

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Aun mas importante, es el diseño que han adoptado estas ruedas. Ya sean de perfil superior a 40mm o lenticulares; la marca ZIPP ha incoporado en la superficie de estas, la tecnologia utilizada en las pelotas de golf. Esos zurcos que se ven en las ruedas, aunque no lo crean, aumenta la capa limite del flujo del aire sobre el perfil aerodinamico y permiten una menor resistencia superficial y por ende un aire menos turbulento en el borde de fuga.
Es por eso que en, bicicletas como la Trek Speed Concept 9.9 utilizada por Chris Lieto uno de los triatletas destacados en esta disciplina (bike), cada vez que puede, hace uso de una lenticular, debido a la modificacion en el diseño del frame, el cual permite un flujo continuo dirijido hacia la rueda trasera.

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