Ironman Hawaii 1996
El día que Dave Scott puso de pie a todos los triatletas mayores de 40 años
Relato de Mark Allen para la cadena televisa NBC: “Estamos observando como salen de la transición T2 los principales favoritos para el título, ya han salido a correr Thomas Hellriegel, Luc Van Lierde, Ken Glah, Jurgen Zack, Peter Reid, Greg Welch, Cameron Widoff y siguen pasando los minutos y todavía no llega Dave Scott. En este minuto el público enloquece ante la llegada de Dave Scott, quien está nada menos que en el lugar 25 y a más de 24 minutos del puntero. Dave tiene casi 43 años y nada que probarle a nadie ni a él mismo, pero una cosa estoy seguro es que Dave NO se va a retirar ya que “After All he is the MAN” (despues de todo el ES el HOMBRE).
Increíble relato de Mark Allen que muestra todo la mentalidad y calidad humana de las dos más grandes leyendas del triatlón mundial: Mark Allen y Dave Scott. Considerando que eran rivales a muerte cada vez que se topaban, escuchar estas palabras del último campeon de Hawaii sobre su eterno rival fue una muestra más de la calidad humana de Mark Allen.
Al final, no podia haber estado mas acertado Allen, cualquiera habria pensado que Scott se retiraría para no pasar un papelón delante de todo el público y llegar a 20-30 minutos de los punteros y en lugares secundarios. Desde que salió de la transción del Hotel Kona Surf se vió al Dave Scott de siempre, el que corre con la mirada fija al frente, con mala técnica, pero con una expresión de que no había nada que lo detendría hasta ganar. Fue pasando a todos los favoritos uno por uno, hasta llegar en 5to lugar, hizo la segunda mejor marca de maratón en 2:45:20 y en el proceso puso literalmente de pie a todos los fanáticos del triatlón de mayores de 40 años.
Siempre he recalcado la importancia de los ídolos en el deporte. Pienso que incluso es mayor el impacto positivo que genera la presencia de un ídolo que el de fomentar programas masivos y de deportistas jóvenes. Analizando como evolucionó el triatlón en cuanto a cantidad, calidad y consumo de productos entre los mayores de 35 ó 40 despues de lo que Scott hizo el ´94 (salió 2do a los 40 años) y lo que hizo el ´96, se puede concluir que fue gracias a él que se han alcanzado los altos niveles actuales. Antes de estas dos hazañas de Scott entre los punteros en el Ironman tanto hombres como mujeres la edad media estaba entre los 27-30 años, luego de lo de Scott la edad media pasó a 35 años y a veces más. Los rendimientos de las categorías de más de 35, 40 y 45, tuvieron un salto de más de 30 minutos. A principios de los 90 con apenas 10 horas se podia hacer podio sobre 40 años, pero ultimamente eso con suerte permite estar entre los 15 primeros. Tambien en cada Ironman los corredores entre 35-45 representan casi un 40% de todos los competidores.
Personalmente quedé impresionado de lo que hizo, todo lo que había escuchado y leido de él era poco a mi entender. Ya el ´94, año donde también estuve, Scott se le acercó en la maratón a 11 segundos a Greg Welch, cuando quedaban menos de 14kms y al final Welch pudo sacar un segundo aire y sacarse de encima a Scott más conocido como “Mr. October” o “The Man”. Ahora pude verlo varias veces en la semana previa, en varios momentos en la carrera y después lo que me permitió entender porque era catalogado como una leyenda.
Scott ya había sido el que había revolucionado el Ironman en 1980 cuando de la nada se apareció y ganó por una hora con 9:24. Revolucionó el triatlón porque fue el primero que entrenaba mega kilometrajes, los 3 deportes al día y por muchos meses en el año. Antes de él todos pensaban que el cuerpo humano no podía soportar semejantes cargas de entrenamiento.
¿Qué pasó en el Ironman de 1995 y los candidatos al título en 1996?
El año previo había sido el último año de los 6 títulos seguidos de Mark Allen. Allen no pudo haberse retirado con mayor gloria, lo hizo con una imagen casi de imbatible en la prueba madre del triatlón y de manera extraordinaria. Thomas Hellriegel, un aleman debutante, se había bajado de la bici con espeluznantes 13 minutos de ventaja al pelotón de persecución donde venía Allen. Allen sabía que tenía que descontar aproximadamente 30 segundos por milla a Hellriegel para pillarlo antes de la meta y así fue. Lo pasó 2kms antes de la meta y se retiró a los 37 años en gloria y majestad.
Candidato Nº1: Thomas “Hell on wheels” Hellriegel
El apodo significia “Infierno sobre ruedas” y se debía a su ritmo y potencia “infernal” en la bici. Thomas era un soldado alemán, pero sus funciones eran básicamente entrenar y competir por el ejército. Según él su única motivación para entrenar triatlón desde muy joven era para competir en el Ironman de Hawaii, había quedado cautivado viendo por la televisión las historias de Dave Scott y de Mark Allen. Con lo que había hecho el año pasado, de sacarle 13 minutos al pelotón y en solitario, ciertamente el ´96 iba a ser el foco de atención y literalmente el “cuco” de todos los otros candidatos. En los meses previos la palabra Hellriegel y lo que iba a hacer en la bicicleta en el Ironman 96 era casi la palabra más común entre los triatletas profesionales, incluyendo a “nuestro” Cristian. Aparte Hellriegel, era muy joven. Tenía sólo 24 cuando debuto el año previo y era lógico que un año después iba a mejorar y corregir muchas cosas. El mismo Scott decía que toda su estrategia de carrera se iba a basar en cuanto a lo que Hellriegel hiciera en la bicicleta, ya que si volvía a sacar más de 10 minutos de diferencia lo más seguro es que sería el ganador final. En los siguientes años Hellriegel llegaría a ser uno de los triatletas con más ‘top 10” en Hawaii.
Candidato Nº2: Dave Scott “The Man”
Sabido era que Scott no era un hombre que le gustaran los segundos lugares y a pesar de su edad para 1996 venía en muy buenas condiciones, había tenido sus típicas semanas de concentración en las montañas de Boulder, donde no tenía absolutamente ninguna distracción, teléfono, TV, radio, etc. y sólo entrenaba y entrenaba distancias que el mismo ni se atrevía a confesar. Dave también era partidario de la intensidad y del trabajo de pesas para alcanzar un óptimo rendimiento. Según él, el ´94 se había preocupado demasiado del ciclismo y había dejado la maratón demasiado de lado y por eso había corrido tan ‘lento’ y no pudo pasar a Greg Welch, esta vez no quería cometer el mismo error y quería volver a correr bajo 2:48. Una cosa era segura, Dave era el favorito del público sin lugar a dudas, era una leyenda que volvía del retiro a lidiar contra corredores mucho más jóvenes y rápidos que él. Este era el hombre que el día previo al Ironman de Japón en 1988 había dicho que no iba a competir porque se sentía enfermo y salió a entrenar 100 kms en bici y corrió 20kms para no perder el día. Llegado el día de la carrera y como era ‘picado’ quizo ir a competir y ver como se sentía. Cuento corto, corrió y ganó por más de 25 mintos en 8:01, que fue la mejor marca de un Ironman por más de 10 años.
Para algunos la carrera más memorable del Ironman Hawaii fue la conocida como el “Ironwar” en 1989 entre Dave Scott y Mark Allen (ver foto abajo). Dave era el favorito que volvía a recuperar su título por ausencia (lesión) y así sumar su séptima corona y Allen era considerado el más privilegiado fisicamente, pero que siempre sucumbía ante Scott en Octubre. Ese año 1989 Dave ya había dicho públicamente que si Allen se le pegaba en el ciclismo, en la maratón iba a pagarlo muy caro. Allen no se amedrentó y siguió a centímetros a Scott toda la natación, todo el ciclismo y toda la maratón, hasta pegarle un palo en la última subida, dos kilómetros antes de la meta. Allen y Scott corrieron en 2:40 y 2:41 respectivamente esa vez y llegaron a más de 20 minutos del tercero, que fue Greg Welch, por lo que fue realmente una “guerra” aparte. Fue tan dolorosa la derrota para Scott que no quizo correr más en Hawaii y al año siguiente se retiró de las competencias en el triatlón de Niza.
Mark Allen y Dave Scott durante el Ironman Hawaii 1989
Candidato Nº3: Luc “Coolhand” Van Lierde
Triatleta belga especialista en distancias cortas que recién comenzaba en las distancias largas, pero donde había tenido resultados excepcionales. Es sabido que la transición de distancias olímpicas al Ironman muchas veces produce excelentes resultados. Hasta ahora (2010), siguen apareciendo muchos casos de triatletas que pasan a correr el Ironman con singular éxito. “Coolhand” es un sobrenombre por una película de esos tiempos y también por el modo distendido, relajado y confiado de Van Lierde. Luc también tenía una gran admiración y respeto por las leyendas Scott y Allen y soñaba con poner su nombre cerca de ellos. En agosto del mismo año había salido segundo en el Mundial ITU de distancias largas (en este caso medio ironman) en Muncie, Indiana. Para el público era un desconocido, ya que se decía que un triatleta sólo podia ser conocido si había corridor y andado bien en el Ironman de Hawaii. Por eso cuando la gente lo veía entre los punteros decían “¿quién es ese Luc Van who?”.
Los chilenos:
Cristian Bustos:
No merece introducción entre los chilenos hablar del máximo exponente del triatlón en Chile y para muchos de todo Latinoamérica. También estaba catalogado como uno de los favoritos, dado su 7mo puesto del año previo, considerando que recién volvía luego de su accidente en Argentina. En el programa televisivo del Ironman de la NBC el ´95, Bustos había tenido mucha cobertura, se mostró el accidente cuando lo atropellan en Argentina, como tuvo que someterse a muchas operaciones y muchos minutos de él hablando de que quería volver y triunfar en Hawaii nuevamente. Cristian había hecho su puesta a punto en USA, sin competir mucho, salvo el mundial de distancias largas de la ITU en Indiana, carrera donde tambien estuvo Eduardo “Lalo” Araya, Francisco Zurob, Claudia Cortés y el que escribe.
Era tanta la fama y el afecto que el público le tenía a Cristian en esos tiempos que incluso fue uno de los 5 corredores que tenía un auto para él y con su nombre para el famoso desfile previo al Ironman, conocido como el “Parade of Nations”. En la foto de abajo se aprecia a Cristian saludando al público mientras atrás vamos acompañándolo y con uniforme de Chile, Rolando Hidalgo, Guillermo Yañez y el que escribe.
Juan “Juanito” Arrasate:
Otro que no necesita introducción entre los chilenos. Juanito es uno de los pioneros del triatlón en Chile, ya que creo incluso corrió el primer triatlón o uno de los primeros y sigue ahora con gran nivel a pesar de su accidente y de los casi 60 años que tiene. Personalmente y cuando empezaba en este deporte me llamó mucho la atención la manera virtualmente profesional como Juanito tomaba sus entrenamientos, lo veía a diario, ya que ambos entrenabamos en la UC, el resto de la gente lo hacía casi por hacer deporte solamente, pero él estaba al tanto de los últimos detalles, últimos equipamientos, estudiaba a sus rivales y sobre todo entrenaba con una dureza y regularidad impresionantes. Juanito tenía ya en su haber un segundo lugar en la categoría 40-44 obtenido el año ´91 con un registro casi justo bajo 10 horas, este año y con 45 recién cumplidos imagino esperaba repetir o mejorar esa ubicación en su categoría. Muchas historias se pueden contar de Arrasate y todas muy merecidas, siempre en Chile y Argentina ganaba las categorias sobre 40 años o como él me decía, que por lo menos no le gane nadie más viejo que él, y siempre lo hacía con una regularidad impresionante. Me acuerdo incluso, que siempre me echaba tallas con su singular sentido del humor, a veces nos topabamos antes de un Ironman y me decía que estaba muy flaco, otros que estaba medio gordito, que tenía mucho tiempo para entrenar, etc. Esta vez y cuando nos topamos en el “Parade of Nations” me dijo: “llegaron los profesionales…”. Claro que era una talla, ya que él sabía que yo trabajaba todo el día como un ingeniero común y corriente y era él quien tenía tiempo para entrenar como profesional. Más adelante y debido a su grave accidente, Juanito demostró porque es uno de los grandes del triatlón chileno. No se exactamente los detalles, pero entiendo que estaba practicamente desahuciado para poder hacer cualquier actividad física en el futuro. Eso podría haber sido para otros, pero no para Arrasate. Él se sometió a múltiples operaciones y practicamente “volvió de la muerte”. Por todos los antecedentes de Arrasate y por la manera que lo he visto correr, creo que un mejor apodo puede ser el de “fiera”. Sólo las fieras van a la pelea a pesar de estar heridas, tal como lo sigue haciendo Arrasate.
Sergio “Checho” Retamales:
Gran persona y hombre de familia ante todo. A pesar de sus grandes condiciones, nunca dejó a su familia de lado por el entrenamiento y las carreras. Vivía y vive en Antofagasta, donde trabaja en su clínica odontológica, no tenía acceso a piscinas ni gente con quien entrenar, por lo que practicamente entrenaba como un lobo estepario o un “lobo marino”, ya que sólo podía nadar en el mar. Tan apegado a su familia era, que para esta ocasión llevó a más de 8 familiares para Kona. Recuerdo que tuve que conseguirme un mini bus para ir a buscarlo al Aeropuerto de Kona y poder llevar a toda la gente. Sergio ya había corrido el 94 y creo el 95 y esta iba a ser su última vez, así que quería bajar su marca personal. Gracias a Sergio fue que todos estabamos uniformados con las camisetas con los colores de Chile. En la foto de abajo, del aeropuerto de Kona, el que está sin camisa es Sergio.
Guillermo Yañez:
Guillermo se desempeñaba como jefe de la sección deportes de la Municipalidad de La Pintana, no tenía el perfil típico de los corredores del Ironman, entrenaba y competía esporádicamente, tenía un sobrepeso considerable y aparte de eso tenía mucho trabajo y algunos problemas familiares. Yo no lo conocía mucho, pero sí habíamos hablado algunas veces. En noviembre del ´95 me llama a mi oficina para mi sorpresa y después viene a reunirse conmigo. Luego de unos minutos de conversación me dice ”Maestro, yo quiero que me ayude a conseguir un sueño de toda mi vida, que es correr y terminar el Ironman de Hawaii”. Quedé perplejo ante esa frase tan sincera pero inesperada. Le conté lo duro que era el Ironman, que era mucho más de lo que la gente se imagina, ya que todos siempre hacen cálculos de sus tiempos en distancias cortas, lo multiplican 4 veces y le ponen un pequeño factor por el cansancio acumulado. No hubo caso. El quería correr el Ironman de Hawaii y aparte me insistió mucho que me quería pagar para que lo asesorara y aconsejara en todo. No le acepté de ninguna manera que me pagara y le dije que a él le podría hacer mucha más falta que a mí. Le ofrecí mi ayuda, pero le puse como con condición que tenía que bajar 10 kilos de ahí hasta fines de febrero, momento donde tenía que empezar a hacer kilometrajes relevantes. Llegó febrero y Guillermo había bajado lo que le había pedido, así que procedí a preparar una carta muy exagerada y dramática para la organización del Ironman para que pudieran aceptar a Guillermo. Luego de unas semanas su solicitud fue aceptada y Guillermo ya estaba en la lista de los inscritos para el Ironman. Luego conseguimos que Rolando también lo alojara en su casa y aparte se consiguió apoyo de la Municipalidad, así que de ahí en adelante sólo tenía que preocuparse de entrenar.
Daniel Labarca:
En lo personal, esta era mi 5ta participación y esta vez me sentía muy bien preparado, me sentía el hombre más feliz del mundo al poder compatiblizar muy bien mi trabajo full time y poder entrenar y viajar frecuentemente a correr afuera. Los resultados también ese año 96 habían sido muy buenos. Desde hace algunos años en Chile sólo corría en profesionales, salía 5to, 3ero, etc. En abril corrí el duatlón Powerman Alabama de distancias 10-60-10 donde salí 13º en profesionales y sin que me ganara ningún amateur. Luego en mayo, había corrido el Campeonato Mundial de Duatlón Distancias Largas en Suiza, 15-150-30, donde había salido entre los 30 mejores en la general (corrí en profesionales) y con uno de los mejores parciales de trote en la segunda fase. Esa carrera era la que entregaba más dinero en todo el circuito mundial y había estado en la transición al lado de los grandes como Jurgen Zack, Peter Reid, Olivier Bernhardt, etc. Incluso Dave Scott estaba en Suiza pero se retiro a los pocos kilometros del primer trote por una lesión. Después en agosto fui al Mundial de Distancias Largas en Indiana, donde no me fue muy bien, ya que hubo mucho drafting a pesar de que estaba prohibido. No tenía metas de marcas ni tiempos, ya que no es un buen parámetro en el Ironman, pero sí quería volver a salir entre los 100 primeros en la general. Tampoco me fijaba mucho en la categoría por edad. Siempre he opinado que es mejor mirar las categorías por edad sólo cuando se sobrepasa la barrera de los 40, a menos que al espejo estemos mirando la imagen de Dave Scott.
Semana previa a la carrera:
Afortunadamente y averiguando en el código laboral, había encontrado una ley que permitía pedir una cantidad limitada de días, con goce de sueldo, para competencias de categoría Campeonato Mundial en categoría adultos. Ya no me quedaban muchas vacaciones y había viajado ya en tres ocasiones a competir, así que tenía que ser creativo para poder ‘inventar’ unos días libres y poder ir con anticipación a Hawaii. Todo salió bien y me tuvieron que dar el permiso sin quedar debiendo días de vacaciones.
Llegamos juntos con Guillermo Yañez, creo que el viernes previo, y de ahí en adelante y hasta la partida de la carrera me sentí practicamente como si me estuvieran espiando las 24 horas del día. Como estabamos hospedados en una de las casas de mi amigo Rolando Hidalgo, me pasaba casi todo el día con Guillermo. Sabía que él estaba muy preocupado y quería seguir mis consejos y las cosas que hacía, pero en la práctica, desde el desayuno y hasta la hora en que me iba a dormir, Guillermo estaba ahí, haciendo exactamente lo que yo hacía. Si comía cereales con leche en la mañana, él también lo hacía y así en adelante.
Hicimos algunos paseos cortos por la Expo y las tiendas, pero tratando de evitar las horas de mayor calor y de no caminar mucho logicamente. La idea era entrenar suave y compartir un poco con los otros triatletas y disfrutar del ambiente, pero no tanto. Es muy facil entusiasmarse y pasar todo el día dando vueltas conversando con la gente y mirando cosas, pero eso es un desgaste innecesario. Una vez que pasamos por la Expo había una cola muy larga de gente y luego de preguntar me dijeron que era para unos autógrafos de Dave Scott. Calculé habían mínimo unas 50-60 personas haciendo fila sólo para donde estaba Scott. Los otros profesionales tenían 2-3 personas. Me acordé que también en Suiza, en mayo, para el Powerman había visto algo similar, siempre Scott estaba lleno de gente pidiéndole autógrafos o lo que sea.
Hicimos nuestras típicas rutinas de entrenamientos cortos y suaves, intercalando algunos momentos a ritmo de carrera. Corrimos por Alii Drive varias veces, nadamos en el Pier, pedaleamos en la carretera, etc. Es toda una fiesta para los que vivimos este deporte con pasión el poder estar ahí esa semana rodeado de tanto triatleta amateur y también de los ídolos. Vimos a Newby Fraser, que venía con todas las ganas de desquitarse de lo que le había pasado el año anterior, cuando se desvaneció a 200 metros de la meta. También avistamos a Jurgen Zack, Greg Welch, Karen Smyers, etc, etc.
Todo hacía presagiar una gran carrera, estaban todos los favoritos, estaba la incertidumbre de que tanto daño iba a hacer Hellriegel en la bici y, por supuesto, que podía hacer Dave Scott a los 42 años en quizas su última aparición en el Ironman de Hawaii.
A los chilenos los vi a todos muy bien, se notaba espíritu de equipo, habíamos desfilado todos con las camisetas de la selección chilena en el famoso desfile “Parade of Nations” y en general todos se notaban bien física y mentalmente.
Natación:
En esos tiempos habían aproximadamente 1.000 corredores, bastante menos que ahora y aparte de los primeros 200 ó 300, el nivel no era tan alto, por lo que a los pocos minutos de largada la natación ya se podía nadar más o menos tranquilo y sin estar rodeado de gente y recibiendo golpes por todos lados. No fue un año de muchas corrientes ni oleaje, por lo que los tiempos estuvieron más o menos dentro lo normal.
Igual que ahora, se nadan 1.900 metros en dirección casi perpendicular a la playa, mar adentro, para dar la vuelta a un yate de tamaño medio y de ahí volver en línea recta al “Pier”.
El primero en salir del agua y como era la norma fue Wolfgang Dietrich, un ex nadador alemán que fue casi el pionero del ‘boom’ del triatlón a nivel Ironman en Alemania. Dietrich era famoso, ya que a veces se mantenía en la punta de la carrera 3, 4 y a veces casi 6 horas, hasta que inevitablemente lo pasara Scott, Allen, Welch o el que iba a ganar. Dietrich se pasó el ´95 y casi todo el ´96 lesionado y sólo volvía para esta carrera, pero ni se notó. Volvió e hizo lo mismo de nuevo, salir de la natación en 48 minutos y fracción y empezar a pedalear por el Queen K sólo. Cristian no salió tan retrasado del agua, sólo un minuto más atrás de Dave Scott, pero en el ‘pack’ de Peter Ried, Hellriegel, Jurgen Zack y Peter Kropko en 54 minutos y fracción. Yo salí en 1:06, Arrasate en 1:08 y “Checho” Retamales y Guillermo Yañez casi juntos en 1:18. Hasta ahora todo iba según lo esperado para los punteros y para los chilenos.
Ciclismo:
A los pocos kilómetros de comenzada la parte de ciclismo, Hellriegel comenzó a hacer de las suyas. Los comentaristas gozaban al ver cómo este alemán estaba cumpliendo lo que se esperaba de él, como si fuera una rutina. Tenía que convertir el ciclismo en un ‘infierno’ para el resto de los competidores para hacerle merito a su sobrenombre y así lo estaba haciendo.
Sin ningún respeto por la leyenda de Dave Scott lo dejó practicamente parado en la segunda subida al salir de la ciudad, Dave se había parado en los pedales y trabajaba duro para pasar la subida y Hellriegel paso en posición aero a una velocidad impresionante. Más adelante los reporteros se acercaron a Dietrich, quien lideraba la carrera por más de 4 minutos y le preguntaron que “¿cómo se sentía?”. Para conmoción de los reporteros, Dietrich les responde: “Olvidate de cómo estoy y dime como viene Hellriegel!!”. No faltaba mucho tiempo para que Dietrich se diera cuenta como venía Hellriegel, a un ritmo demoledor.
En el kilómetro 20 ó 30 aproximadamente Hellriegel y un pequeño grupo pasan a Dietrich. Este piensa que era sólo él, pero luego se da cuenta que vienen como 6 tratando de seguir a Hellriegel y también hace un esfuerzo frenético de seguirles el ritmo. Dave Scott se había quedado atrás y Cristian venía en un segundo pack a no mucha distancia.
Muchos de los pro dicen que el Ironman empieza recien en el kilómetro 75-80, cuando empieza la dura subida de Hawi. Antes de eso el recorrido es ondulado, muchas veces hay viento a favor, pero en general es una sección bastante rápida. También, influye que la gente está más descansada al principio de la carrera. Inmediatamente cuando el grupo de los líderes da los giros para emprender la subida de Hawi, Hellriegel hace un cambio de ritmo endemoniado. Fue tan fuerte el cambio de ritmo que nadie pudo seguirlo salvo un ‘desconocido’. El desconocido era el debutante en el Ironman de Hawaii, Luc Van Lierde, belga de 27 años, con un exitoso curriculum en distancias cortas de carreras en Europa. Como un índice de lo que podía hacer en Hawaii, Luc ya había salido 2do en el Campeonato Mundial de Distancias Largas (medio Ironman) de la ITU en agosto, en Indiana.
Hellriegel intenta varias veces hacer cambios de ritmo para sacarse de encima a Van Lierde, pero no lo consigue. Hace el cambio de ritmo y a los pocos segundos mira atrás y de nuevo ve a su sombra negra, el belga de los músculos de acero. Siguen pasando los kilómetros sin novedades, salvo que Hellriegel y Van Lierde se elajan más y más de los ‘chase pack” o grupos de perseguidores, hasta que uno de los estrictos jueces de ciclismo le pasa un penalty a Van Lierde. Este último con una calma increible sólo se baja de la bici, espera que le marquen el número y vuelve a pedalear e intentar alcanzar a Hellriegel. Increible la calma del belga. O era de una personalidad tranquila o simplemente se sabía conocedor de sus habilidades de corredor y pensaba que 4 minutos en el penalty box no serían problema para pillar a Hellriegel luego en la maratón.
En cuanto a los chilenos, salimos todos separados y nadie iba a pasar a nadie en el ciclismo y en el trote, así que sólo iba a verlos por casualidad en el retorno de Hawi o cuando empezara correr. Yo me sentía bien, no había mucho viento y parecía un día normal, por lo que esperaba hacer 5:10 – 5:15, pero más que nada fijándome en mi pulso. Para mí, el pulso es lo más importante en el Ironman, no se puede caer preso de ir a buscar un promedio si es que toca un día de mucho viento o si uno se siente mal o si uno se siente muy bien. Mi idea era mantener el pulso entre 160 – 165 todo el tiempo y seguir mi plan de hidratación y alimentación habitual.
No pude pillar a muchas mujeres pro como en el ´92 o el ´93, lo que no era buen indicio, pero también era lógico pensar que el nivel de las mujeres tenía que subir, así que no iba a ser muy facil ganarle a casi todas las mujeres pro como en otras oportunidades. No es que sea machista, sino que creo es un buen parámetro, mejor que compararse con los de la categoría por edad cuando un amateur tiene menos de 40 años.
Sí pude reconocer, cuando bajaba a más de 55km por hora, a Sergio Retamalas y Guillermo. Me dió una gran alegría, ya que se veían bien y seguro podían terminar. Cuando iba subiendo, aproximadamente en la mitad de la subida empiezo a ver las motos que rodean a los punteros. Ahí pasó Hellriegel como un rayo en posición aero con su famosa bicicleta Centurion. Atrás a pocos metros venía Van Lierde, al que sí yo ubicaba y después, a varios minutos, empezaron a aparecer el resto de los punteros incluyendo a ‘nuestro’ Cristian. Cristian estaba escribiendo un capítulo más de su leyenda. Ya había dejado a todo el mundo con la boca abierta con su resultado del ´95 y este año bien podía ser otro con un resultado espectacular.
El resto del ciclismo sigue con normalidad, no me siento tan fuerte como el ´92 y ´93, donde iba pasando mucha gente y manteniendo un promedio superior a los 36kms/hora. Mi pulso estaba estable y no sentía altibajos en mis niveles energéticos, ni sensaciones de calambres ni nigun otro problema. Siempre intento sólo llenarme de pensamientos positivos, no dejo espacio para pensar que tengo problemas, que tuve mala suerte, etc, etc. Ya estaba ahí, en la máxima carrera del triatlón mundial y sólo con poder ser uno más en la competencia debería sentirme agradecido.
Ya entrando de vuelta a la ciudad veo pasar al puntero en solitario. Una figura diminuta pero inconfundible. Hellriegel, sólo podía ser él. Otra vez estaba haciendo lo mismo. Había despedazado al grupo de perseguidores, sacando una distancia considerable de más de 8 minutos. No era tanto como el ´95, pero la diferencia es que ahora venía corriendo muy bien, bajo 4 min/km. Se iba a necesitar un superdotado o una leyenda para poderlo pillar, dado la diferencia que llevaba y lo bien que se veía corriendo.
Sigo mi entrada a la ciudad y veo pasar a los pro, Cristian entre ellos, pero no iba corriendo muy bien. Luego cuando me toca pasar por el famoso “Hot Corner”, la esquina donde siempre hay un ruido ensordecedor, música, gente con banderas, gritos de ánimo, carteles con los nombres de los corredores, etc. Escucho por los parlantes que el locutor dice que Dave Scott se está acercando y que viene corriendo a un ritmo increible. En ese mismo minuto se produce un silencio total en el famoso “Hot Corner”. Se calló todo el mundo y paró la música para ver pasar a Scott. Increible.
El “Hot Corner” está aproximadamente como a 6kms del Hotel Kona Surf, donde era la transición T2 y casi en el centro mismo de Kailua yendo por la costanera llamada Alii Drive. Es ahí donde estan casi todas las tiendas y restaurantes con más actividad. Sea cual sea el origen ese es y será el “Hot Corner”. Todo en el Ironman está lleno de misticismos, frases famosas, lugares famosos y con sus leyendas y este es uno más de ellos. Aquí abajo hay una foto de Cristian corriendo muy bien justo despues de haber pasado por el “Hot Corner”. Se alcanzar a notar algunos de los familiares de Sergio Retamales gritándole con las camisetas de Chile. En ese minuto Cristian iba adelante de Scott y no sabía lo que estaba pasando más atrás, imagino sólo estaba pendiente de pillar a los punteros. Una de sus primeras victimas en la maratón fue nada más y nada menos que Jurgen Zack.
Debido a la penalización por drafting, Van Lierde había tenido que esperar 4 minutos en la transición T2. Cuando los reporteros se le acercaron a preguntarle algo en ese momento él no les dijo nada, sólo habló con los voluntarios para que le tuvieran su bolso de transición listo y que le dieran un vaso de agua. Van Lierde no parecía que había terminado de pedalear los 180 kms a sobre 40km/hora. Y así fue, pasaron los 4 minutos y salió disparado, se cambió en pocos segundos y salió a correr de la transición como si fuera un triatlón de distancias olímpicas en un clima templado.
Más adelante Hellriegel continuaba con su ritmo de bajo 4min/km y no se veía a nadie que lo pudiera alcanzar. Greg Welch estaba muy atrás y a pesar de ser un gran corredor y haber ganado el Ironman el ´94 tendría que correr bajo 2:40 para pensar alcanzar a Hellriegel. Sólo el ‘desconocido’ Van Lierde estaba a una distancia factible de alcanzarlo, pero tendría que correr como sólo Allen y Scott lo habían hecho, es decir, apenas sobre 2:40.
Continúa la maratón y Dave Scott empieza a pasar como endemoniado a los pro más jóvenes. Dave se había bajado a más de 20 minutos de Hellriegel y aproximadamente en la posición 25, pero ya en la media maratón estaba casi en el top 10 y pillando mucha gente. Otro más que estaba corriendo bajo 4 min/km.
En cuanto a mi carrera, todo seguía más o menos de acuerdo al plan, me bajé bastante adolorido de la espalda en la transición y no tan fresco y tan bien como antes, por lo que decidí comenzar con un ritmo suave. Había una maratón por delante y siempre es mejor correr en forma negativa o de ‘menos a más’ en mi opinión. Recuerdo que me pasó Juan Mutti, de Argentina. Sabía que todos los hermanos argentinos me conocían, ya que siempre les había ganado y allá siempre respetan mucho a los deportistas que han logrado algo. Después como en el kilómetro 6 ó 7 empiezo a sentirme mejor, quizás comencé e metabolizar mejor las grasas o llegó el ‘segundo aire’, así que decidí subir un poco el ritmo. Mi pulso estaba parejo entre 165 – 170 que era mi objetivo. Ahora se va a poner entretenido esto me dije. Al rato pasé de vuelta a Juan Mutti y le di ánimo. Luego empecé a pasar mucha gente, mujeres pro y no me pasó nadie por muchos kilómetros. Todo bien hasta el momento.
Al único que puede reconocer de los chilenos cuando iba corriendo por Alii Drive en los primeros kilómetros fue a Juanito “Fiera” Arrasate. Venía en la bici casi echando baba y con una cara de pocos amigos. Se veía muy bien y me imaginé que iba a salir muy bien luego en su categoría.
Luego, pasada la media maratón, por la carretera, algunos kilómetros antes de divisar la entrada al “Energy Lab’, comienzo a ver el desfile de motos que viene con el puntero. Era Hellriegel quien seguía con su ritmo bajo 4min/km. Luego de un par de minutos veo pasar a Van Lierde corriendo como una gacela.
Al parecer Van Lierde había partido muy rápido los primeros 8-10kms y luego había bajado el ritmo. Seguramente lo había bajado, ya que nunca en su vida había corrido una maratón. Debido a eso Helllriegel no había perdido mucho tiempo con respecto a Van Lierde hasta faltando unos 15kms.
Van Lierde venía corriendo a un ritmo tan impresionante que dicen que fue tan fuerte la manera que pasó a Hellriegel que éste último se desilusionó, tuvo como un schock y hasta bajó el ritmo en vez de aperrar. Como iba a pensar Hellriegel que otra vez le iban a ganar faltando pocos kilometros para la meta, si ahora estaba corriendo toda la maratón bajo 4min/km. La foto de abajo muestra justo ese espectacular momento, cuando Luc “Coolhand” Van Lierde pasa fuertísimo a Hellriegel y se va a derecho a ganar el título y batir el record de tiempo del Ironman de Hawaii. Sería el comienzo de la historia de Luc, una historia llena de títulos y algunos sinsabores que no le alcanzó para escribir su nombre al lado de las leyendas como era su deseo.
Yo sigo con mi ritmo que ya había empezado a decaer ostensiblemente. La primera mitad la había hecho para terminar la maratón en aproximadamente 3:15 ó 3:16, pero ya cerca del Energy Lab el calor y el cansancio estaban haciendo estragos. No se me pasó por la mente retirarme o siquiera empezar con ideas negativas ni nada por el estilo. Justo cuando sentía que mi ritmo bajaba muy fuerte veo venir en el sentido contrario a Dave Scott. Le conté que estaba en lugar 6 ó 7, pero venía corriendo como un animal con rabia. Estaba viendo seguramente parte de los momentos históricos del Ironman y no me había equivocado. Siguen pasando los pro en sentido contrario y rumbo a la meta la, pero a casi todos los notos con cara desanimada y sufriendo mucho. No se si sería por el cansancio o porque el viejito de 42 años los había pasado hace poco. No vi pasar a Cristian así que supuse que se había retirado. Una lástima, pero todos los que lo conocemos sabemos que el iba a estar de nuevo en Hawaii demostrando lo que puede hacer. No cualquiera podía recuperse de un atropello como Cristian.
A Arrasate no lo vi, imagino porque luego de la media maratón ya mi visión y mi razonamiento no eran de los mejores. Sólo pensaba en lo que tenía que hacer para mantener un ritmo decente y terminar honorablemente el Ironman. A pesar de lo mareado que iba y cuando ya me faltaban casi 4 ó 5kms para llegar a la meta escucho un fuerte “Fuerza maestro!!!”. Quien iba a ser sino Guillermo Yañez. Me dio una gran alegría y me sirvió mucho ese grito. Pensé que Guillermo seguro iba a cumplir su sueño y terminar el Ironman. Para mi fortuna comencé a correr mejor nuevamente y todavía recuerdo que me pilló una pro de pelo muy largo. Logicamente me dio rabia y aparte faltaba poco para la meta, así que traté de seguirle el ritmo lo más que pudiera. Esa pro era Lori Bowden, que ese año salió 6ta y aparte había salido mucho en el video de la carrera. Bueno, por lo menos era una de las pro famosas, así que no había que estar tan picado.
Adelante, Dave Scott termina un capítulo más de su leyenda y cruza la meta en 5to lugar de la clasificación general, en medio de los gritos de todos los fanáticos presentes. Había hecho el segundo mejor tiempo de maratón, 2:45, sólo más lento que los 2:41 de Luc Van Lierde, ganador de la carrera. Hellriegel había terminado segundo una vez más, Greg Welch tercero y Peter Ried cuarto. Zack se murió en la maratón, lo que casi siempre le pasa y Dietrich se había retirado.
Llegué en 9:48, lo que me dejó satisfecho pero no contento, había hecho lo mejor posible y no tenía nada de que reclamar, así es el deporte, a veces se anda bien y a veces mal y lo importante es disfrutar el proceso y dar el 100% en la carrera. Yo había dado todo lo que tenía esa vez y no podía esperar más. No iba ser mi última vez, de eso estaba seguro.
Luego, entre los chilenos y a pocos minutos, con 10:08, llega Arrasate con un tiempazo para sus 45 años y una vez más con el honor de subirse al podio en su categoría. Tampoco sería la última vez que Arrasate tuviera un gran rendimiento y consiguiera premiar.
Luego llegan Sergio con 11:10 en medio de la alegría de toda su familia y finalmente Guillermo con 14:34.
Creo que cualquiera que pueda tener la suerte de presenciar algo como lo que pasó durante ese Ironman de Hawaii 1996 tiene para mucho tiempo seguir motivado entrenando y compitiendo. Quizás no le alcance para “dejar de pie” a los triatletas mayores de 40 como Dave Scott, pero sí para poder disfrutar de este fabuloso deporte.
Resultados:
Daniel Labarca
Triatleta Amateur
Ironman - Ironman 70.3
Daniel
Tengo la fortuna de conocerte y se lo que vives, se que amas el triatlon, se que tu vida es lo mas cercano a vivir por el triatlon.
Estuve en tu casa y se respira y vive el deporte en cada rincon
Lei cuidadosamente cada parrafo de tu columna, de verdad encuentro que es una gracia y fortuna ganada con sacrificio y perseverancia, pues entrenaste seguramente igual que hoy
Se que vives el triatlon como nadie
Conoci algo a Juanito, con las 10 preguntas que le hice en mi blog y lo que en él reconoces
El Lobo de Mar de Antofagasta , lo conozco personalmente, un odontologo y profesional..
Amigo, tienes a tu lado a Claudia y Dany Boy
Cuidate y fuerzas...
Gracias por ser embajador del triatlon Chileno en USA
Saludos
Cesar
Estimado
No se tu nombre pero me imagino nos conocemos ya que los veranos de Chile ahora los puedo pasar alla.
Creo todo se basa en la motivacion, la perseverancia y la tenacidad. Lo primero es la motivacion. Yo disfruto como nadie esforzandome e intentando superarme y dar lo mejor de mi y sobretodo en competencia. Para rendir bien en un Ironman se debe tener un tipo de vida acorde a eso y entrenar casi todo el anho. La perseverancia y tenacidad salen solos cuando empiezas a entrenar todos los dias dos o tres veces al dia bajo cualquier condicion climatica. Para mi el clima nunca es una excusa, salgo aunque haya alarma de huracan y este a -10 grados afuera. No entreno tanto en realidad pero si soy muy constante asi que en la suma del anho es una buena cantidad de kilometros. Por 10 meses al anho entreno 60k a la semana de trote y por lo menos 300k de bici y 3-4 sesiones de natacion y 1-2 de pesas combinado con elongaciones.
Daniel
Vivi el relato de Daniel como si hubiera estado ahi. Merito al autor. Tocaste las mas profundas fibras de cualquier triatleta con tu historia. Notable!!
Daniel, como haces para aguantar los entrenamientos para tantos Ironman y por supuesto correrlos?
Cuantas horas por dia entrenas?
Muchas gracias por contarnos tantos detalles del 96.
Saludos y que te vaya bien en Kentucki.