El Viaje del Héroe 4
Como siempre, el verano se nos vino encima más rápido de lo esperado y la temporada de triatlones ya está lanzada. Inevitable resulta entonces, para quienes ya estamos del otro lado de la acera competitiva, tener una cierta cuota de nostalgia al recordar los tiempos en que intentábamos hacer realidad nuestros más alocados sueños deportivos. Era otra época, donde todo era bastante más difícil y nuestro querido deporte recién comenzaba a crecer y desarrollarse. Fue el tiempo en que los grande íconos del triatlón se forjaron, el momento donde Mark Allen reinaba a nivel global y donde Cristián Bustos asomaba como su sucesor en la larga distancia. Y bueno, tuve el privilegio, como tantos otros que aún compiten, de participar de esos años dorados y siempre me impresionó mucho ver como nuestro campeón era reconocido al nivel de un rock star en el extranjero y aquí en Chile solo sabíamos de él someramente, cuando hacía noticia por sus triunfos o desgracias.
Veinte años se fueron en un parpadeo y la reflexión sigue siendo igual de válida que entonces. ¿Qué ocurre con nosotros que no sabemos valorar a nuestros “grandes”? ¿Por qué nos cuesta tanto dar pie con bola a la hora de alcanzar la gloria deportiva?...
Pues bien, como buen amante de los deportes, hace un año atrás tuve el agradable placer de ver la final de la Copa Libertadores entre Estudiantes de La Plata y Cruzeiro. Y bueno, una vez más los argentinos se dieron el gusto de ganarla a lo grande, derrotando a los brasileños en Brasil. Y yo pensaba, “¿qué hace que estos gallos logren hacerse de títulos cuando la lógica deportiva indica lo contrario?”. La verdad, me parece que la respuesta se encuentra no sólo en lo físico o técnico, sino que también en cuestiones que tienen que ver con la actitud mental ante la competencia, ante la adversidad. Nuestros hermanos argentinos han hecho del ganar una tradición y eso, bien lo sabemos, es algo que tiende a sacar de quicio al chileno. Mal hecho, muy mal hecho porque tenemos mucho que aprender de ellos…
Si bien cada pueblo va desarrollando sus propias tradiciones en base a una multiplicidad de factores, me parece que, al menos en el deporte, hay algo que es inherente a la condición humana y, por tanto, susceptible de ser desarrollado. Todos quienes deciden ponerse a prueba en una competencia deben entender que ya han dejado atrás el deporte como una instancia sólo relacionada con la salud. Ahora están en un territorio distinto, donde las ganas por mejorar y lo que hagamos con ellas cobran especial importancia, donde el “hambre” que cada uno tenga hará la diferencia. Es a eso a lo que tenemos que aspirar como fin último, a lograr una consecuencia entre lo que queremos y lo que hacemos, poniendo lo mejor de nosotros por lograrlo y tratando de ir mas allá de las cuestiones cotidianas, muchas de ellas absolutamente válidas, que nos limitan. Nuestros hermanos de allende los andes así lo han entendido y se les nota. Cuando en lo físico hay paridad, son otros factores los que hacen la diferencia. Hay que soñar en grande, y poner todo lo necesario para que esos sueños se plasmen en la realidad. Tenemos que crear tradición de la buena, hacerla nuestra y aprender también a conocer y respetar a quienes la vayan escribiendo, tanto dentro de la “cancha” como fuera de ella…ahora es cuando!!!
Eduardo Araya Serrano
Entrenador Triatlón
Team Bustos Tbank
Ex-Triatleta
Contacto: 9144 2247
eduaraya68@hotmail.com
Lalo, muy buen artículo y comparto 100% tu opinión, hay que atreverse a soñar en grande a no autoimponerse trabas ni restricciones y luego, de que tenemos claro nuestro sueño, hay que aterrizarlo y poner manos a la obra. Muchas veces nos desanimamos en esta segunda parte porque pensamos que al no poder cumplir nuestro anhelo de forma rápida, creemos que no va a resultar, y ese es el gran error...en la vida no hay nada fácil, ni gratis, y teniendo claro ésto, no queda más que luchar siempre hasta el final, cual Rocky Balboa, hasta que suene la campana del último round.
Gracias por todo el apoyo, la paciencia y el ánimo durante estos siete meses de duro entrenamiento, en Pucón se verán los frutos.
Grande Trichile por esta excelente página y para todos los triatletas chilenos... VAMOS QUE SE PUEDE MIERDA !!!!
Un gran saludo
Feña Martínez
Team Bustos-TBanc