Piel y Triatlón (4ª parte)

Envejecimiento cutáneo

Lamentablemente, los deportistas outdoor tienen mucho mayor daño solar acumulativo en la piel, lo que se traduce en la aparición más precoz de sequedad cutánea, arrugas, manchas y potencialmente un cáncer cutáneo. La buena noticia, es que podemos combatir esta situación para lograr tener una salud cutánea acorde a la salud física y mental que el deporte conlleva. La solución es ir a su dermatólogo amigo… no, es broma. La solución es utilizar todos los días bloqueador solar. Un día que no implique salida a pedalear o trotar, basta con un FPS 15 aplicado en la mañana y a las 12:00 hrs. Y el fin de semana o el día que trotemos o pedaleamos bajo el abrazador astro rey, debemos utilizar FPS 50 en la mañana y a las 12:00 hrs. En las noches, se utiliza la mayoría de los tratamientos antiage tópicos, que involucran derivados de la vitamina A, alfahidroxiácidos, coenzima Q10, etc., que definitivamente deben ser formulados o indicados por un galeno experto en la materia (como lo es su humilde servidor). El uso de antioxidantes orales es controversial, existen estudios científicos que apoyan su uso con fundamentación científica de los beneficios y existen estudios que, por el contrario, afirman que no existe gran beneficio con su uso o ingesta oral. Yo pertenezco a la línea de apoyo a los antioxidantes, efectivamente la ingesta oral de vitamina E y betacaroteno mejoran la tolerancia al Sol y atenúan en algún grado el daño de la radiación ultravioleta. Las metilxantinas efectivamente disminuyen el dolor musculo-ligamentoso, los ácidos grasos omega 3 actúan como antiinflamatorios sistémicos, activadores cerebrales (gracias al ácido docosahexanoico) y mejoran los niveles de colesterol HDL (buen colesterol), disminuyendo los niveles de colesterol total y colesterol VLDL y LDL (colesterol “malo”), por ende, considero absolutamente apropiado su uso en forma racional y bien indicado.

No debemos olvidar que la piel de aspecto reseco, deshidratado, no se recupera tomando 3 litros de agua al día, sino que aportando una humectación adecuada por vía local, con productos tópicos, además de protegerla del Sol. Tampoco debemos olvidar el gran lema de la Dermatología: “PIEL BRONCEADA ES PIEL DAÑADA” o “PIEL BRONCEADA EN LA JUVENTUD ES PIEL ARRUGADA EN LA VEJEZ”.

Francisco Chávez Rojas
Dermatólogo - Anatomopatólogo
Triatleta
Route
fchavezr70@gmail.com

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