Deporte en la embarazada (Por Dr. Fernado Heredia)


Con la feliz y creciente ola de runners y “neodeportistas” en nuestro país, con frecuencia me hacen la siguiente pregunta: “¿Doctor: puedo hacer deporte si estoy embarazada?”. Casi de inmediato mi respuesta es “Sí, claro”… pero después la pienso un poco (y pienso en lo que yo y la mayoría de los lectores de este artículo entienden como deporte, es decir, correr un maratón, un 70.3, un Ironman, entrenar casi todos los días de la semana) y entonces tiro fuerte el freno de mano hacia atrás y pregunto: “¿Qué deporte? o ¿Cuánto deporte quieres hacer? ¿Haces deporte regularmente o quieres empezar ahora?”. Estas preguntas que pueden parecer triviales tienen bastante fundamento pues hay varios puntos que debemos considerar antes de hacer la recomendación o tomar la decisión de ejecutar algún deporte durante la gestación.

Como esto no es un artículo estrictamente médico y sé de lo variopinto de nuestra concurrencia virtual voy a usar un lenguaje lo más coloquial posible, similar al que uno usaría en una conversación con amigos (¿eso es lo que somos cierto? Una gran familia).

El embarazo supone un montón da cambios a todo nivel (físicos, funcionales y psíquicos), determinados principalmente por una cantidad enorme de hormonas circulantes y por el crecimiento inexorable de una panza con voluntad propia. Ello determina que la adaptabilidad de cada mujer en cada embarazo en particular sea sensiblemente distinta. De la misma manera las recomendaciones también DEBEN ser individualizadas.

A nivel cardíaco, aumenta la cantidad de sangre… literalmente el pobre corazón termina bombeando 1,5 veces lo que bombea en situación normal, por lo que es más frecuente que tenga que aumentar su frecuencia de manera inesperada para vencer semejante carga y, a veces, cuando falla un poco vienen los desmayos. Del punto de vista respiratorio aumenta también la frecuencia respiratoria, haciéndola más eficiente, pero con menor margen de corrección frente a apremios… Por eso, a veces se quejan de falta de aire. Con el crecimiento del feto y el peso que ello implica hay acentuación de las curvas de la columna, por lo que aparecen los dolores lumbares. Ya a nivel metabólico hay un mayor gasto calórico (al menos 300-500 cal/día extra) y tendencia marcada a la hipoglicemia de ayuno.

Un punto que merece mención aparte es la interacción entre las hormonas del embarazo y la elastina (que forma las fibras elásticas que son el componente fundamental de tendones y articulaciones). Por así decirlo, “se ablandan” las articulaciones haciéndolas más laxas, con lo que aumenta la posibilidad de luxaciones y además la piel se hace más laxa. Las mujeres normalmente se quejan de estar “más fofas”, pero ello hace menos probable la aparición de estrías de distensión que afectan a buena parte de las embarazadas de término.

Después de leer esto cae de cajón que hacer deporte es un poco más difícil y se vuelve cada vez más a medida que avanza la gestación. Pero también tiene sus beneficios o no estaría escribiendo estas líneas mientras espero un trabajo de parto que cortó mi último “largo de bici” antes de IM Texas. El ejercicio mantiene el tono muscular de los abdominales y de los músculos paravertebrales corrigiendo algunas posturas anómalas, mejora la función de los músculos pélvicos y perineales ayudando a la preparación para los pujos en el parto. Además mejora el retorno venoso desde las piernas, ayuda a mantener el peso corporal ayudando al retorno a la normalidad más precoz tras el nacimiento. Antes lo mencioné, mejora la capacidad ventilatoria en hasta un 50% y este efecto es bastante duradero tras el parto, lo cual explica que las maratonistas mejoren sus records poco después de ser madres (la británica Paula Radcliffe y nuestra nacional Erika Olivera son ejemplos gloriosos de este cambio gestacional).

¿Cual deporte?

En general se recomiendan los aeróbicos, es decir olvídense de un triatlón, un 5k ó 10K a tope, de un 400 mts ahogado en la piscina y todas las cosas que generan ese rico lactato en nuestras piernas y hombros. Personalmente les indico máquina trotadora con un poco de inclinación, harto braceo y pulsómetro que no supere los 140 latidos por minuto, porque a partir de esa frecuencia cardíaca se empieza a subperfundir el territorio uteroplacentario, es decir le llega menos al feto. Elíptica, caminata en un parque, bici suave, natación para embarazadas (matronatación) son opciones adecuadas. POR NINGUN MOTIVO COMPETENCIA!!! (Ni siquiera con otra embarazada!!!). Las pesas no se recomiendan porque involucran contener la respiración y ello puede determinar en ciertas pacientes desmayos. Tampoco la ejecución de ejercicios en posición horizontal porque al levantarse se produce hipotensión ortostática que también produce estos desvanecimientos y eso siempre asusta.

¿Cuanto?

Independientemente de lo que la paciente acostumbra hacer, lo recomendable es que la ejecución sea gradual hasta que se sienta la inminencia de incomodidad. Idealmente 3 ó 4 veces por semana en períodos de 30-45 minutos. Además recalcar la importancia de aumentar la hidratación durante el ejercicio, no importa que tenga que ir más veces al baño por ello, es más importante que se hidrate. Evitar los ambientes con calor excesivo y parar en caso de dolor abdominal, contracciones o sangramiento.

Finalmente, el deporte es para todas. Aunque la abuelita de la paciente se haya pasado el embarazo completo en cama, y el marido opine que la mujer debe quedarse en la casa tejiendo pantuflitas de lana para el invierno, mi opinión informada y basada en evidencia médica es que no hay contraindicación para la embarazada promedio, pero que la indicación debe ser dinámica en base al control prenatal. Gradualmente va a aparecer mayor apremio respiratorio, un poco más de fatiga y el sentido común le indicará la mejor manera de modificar o bien suspender la práctica deportiva hasta después del parto… ya hablaremos de eso… ahora voy a atender un parto. Saludos!

Mayo de 2012

Fernando Heredia M.
Ginecólogo - Obstetra - Oncólogo

Triatleta
FullRunners Concepción
herediaf@gmail.com


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Super buen tema Fernando. Además muy entretenido y claro en la redacción. Clarísimo. Quizás habría que complementarlo con un articulo de como llevar el Post parto y el deporte. Ja ja, no te vas a librar de nosotros.
Felicitaciones!!
Ricardo Cumplido

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