MO en el ITU de Valparaiso: El comienzo de un sueño

Hace unos semanas supimos del proyecto de Ximena Martínez y su hermano Santiago. Martínez Oportus, quienes definieron su proyecto como MO (por las iniciales de sus apellidos). Ellos están por correr el Triatlón de Valparaíso de una manera muy especial: Xime llevará en un bote a su hermano durante la natación, pedalearán en uns bicicleta tandem y correrán juntos para cruzar la meta. Santiago tiene una discapacidad (capacidad diferente) que no le permite nadar, ni tampoco manejar la bicicleta, pero era su sueño convertirse en triatleta, así que Xime se propuso darle un mano para que lo logre…

Le pedimos a Ximena que nos cuente un poco del proyecto y esto fue lo que nos envió…

Es complejo a veces describir lo que se siente, las cosas que se han vivido, no como hechos concretos, sino como enseñanzas de vida.

Cuando mi hermano me dijo por primera vez “me gustaría ser triatleta”, yo la verdad es que pensé inmediatamente “y porque no”, hay un ejemplo vivo del Team Hoyts, donde su hijo con una parálisis cerebral aún más profunda, disfruta al 100% con su padre durante toda la carrera, se cansa y la vive. La discapacidad es sólo eso, una capacidad diferente, no un impedimento para lograr los sueños. Soy más pequeña que mi hermano, pero no por eso soy débil, tenemos fuerza y nos potenciamos, el corre, es un guerrero.

Un día le pedí que fuéramos a correr unos minutos, y le dije “¿corramos un triatlón?”, y él con una alegría y esa carcajada explosiva que lo caracteriza me dijo “SÍ”. Partimos entonces analizando cómo podríamos hacerlo. El nado era imposible, eso lo sabíamos, pero copiar las ideas de los grandes hace que estos mismos se engrandezcan. Fuimos y compramos un bote inflable, el más barato que encontramos, luego se me ocurrió comprar unas correas, agregarle los broches de las mochilas y ponerles un mosquetón, después pensando en los tirones en la laguna compramos una cuerda que tuviera cierto grado de memoria, también la más económica y la adosamos al bote. Equipo listo para el nado. Estábamos super motivados, teníamos un salvavidas de cuando éramos pequeños.

En medio del camino para ir a nuestro primer entrenamiento de nado, empezaron mis dudas, mi hermano pesa 13 kilos más que yo, el bote también pesa 3 kilos, más todo lo demás que agregamos, no era menor. Empecé a asustarme de no lograr moverlo, tenía miedo no sólo de frustrarme yo, sino de frustrarlo a él. Llegamos primeros, no había nadie. Tenía miedo de bajar el bote, de meterlo al agua y no lograr avanzar.

Llegando el momento, mis compañeros me ayudaron a subirlo, costo un poco, se sentó nervioso, espástico pero contento, me puse mi traje de agua, me amarré las correas por primera vez, afirmamos el mosquetón y entré en la laguna. Moví la cuerda un poco, muerta de susto, y comprendí que podía. Me lancé al agua, no podía creer que avanzábamos juntos, tenía miedo, que se pusiera nervioso y se volteara, mis compañeros nos miraban de la orilla, nadamos y nadamos, cada 100 mts le preguntaba cómo iba, me decía “bien, siempre bien”, eso a mi me daba más ánimo. Los giros eran los más costosos, el cambio de la dirección del vector de fuerza se notaba, pesado, duro y terco, pero no por eso insuperable. Nadamos una más y otra más y me dí cuenta que la prueba estaba superada, que somos un gran equipo, ensayamos los giros, los cambios de ritmo, el detenerse y cómo bajar del bote. Y así nadamos en Piedra Roja y en la Laguna San Pedro de Concepción.

La bicicleta se había mandado a hacer, pero una semana antes la persona encargada indicó que no era posible, la angustía casi se apodera de mi, pero gracias a mis amigos Vladimir Villegas, Richard Lazo, Marcelo Gálvez, Felipe Salas, Pia Sanhueza, Francisco Fernández, todo empezó a encajar y consiguieron una para el arriendo. Gracias a Ricardo “Caté” Lopez Porres pude concretar e ir a buscarla.

Gracias a todos quienes han estado presentes de diferentes formas, a quienes he nombrado, a Gabriel Iriondo y Pablo Camilleri del Route, Caté y Claudio Nieto de Team Bustos, a Cesar Montoya, Marcelo Sanchez, Paulina Sanchez y Viviana Saez del Action Team, a Edgardo Opazo de Brain Team, a Jorge Acosta y Constanza Jimenez de Andes Team, a Juan Carlos Olavarría, a Trichile, Carlitos Valdivia, a Pedrote Velasquez, a Claudita Miranda (en especial muchas gracias) a Nicolas Brumm, y a todos los Fullrunners que por ABC motivo están en esta pequeña cruzada que esperamos que con esfuerzo sea aún mayor: “Hard turns simple when you smilehard turns simple when you smile”