En la búsqueda del pulsómetro perfecto

Aburrido de una larguísima lista de modelos Timex y Polar, a lo largo de más de 20 años de dedicación a este deporte, tuve la genial idea de enganchar con una oferta de un monitor cardíaco marca Beurer. Si es alemán será bueno, supuse. Me imaginaba a Stadler, Bracht, Raelert, Al-Sultan, Hecht, Vuckovic o cualquiera de las estrellas alemanas usando el reloj. Me gustó el tamaño de los números, un poco más grande que los habituales, lo que me permitía no forzar tanto la vista. Opté por el modelo PM80 que además de las funciones básicas de fecha, hora, cronómetro, alarma y vueltas, traía un práctico soporte para la Bicicleta, un interfaz para PC y el software para graficar los entrenamientos. Por supuesto era resistente al agua y tenía 3 años de garantía.

Me llegó y lo encontré un poco grande.  No se veia muy bien en mi muñeca delgada.  Pero que importa.  Lo comencé a usar para los trotes y salidas en Bici. Funcionaba bien. No se acoplaba con otros pulsómetros. El análisis gráfico es bastante útil, pero lamentablemente la escala del gráfico no es manejable y el rango definido viene muy ancho de 0 a 180, por lo que pequeñas variaciones no son muy visibles en el gráfico. Pero sirve para controlar el rango aeróbico, entre otras cosas.

El primer problema lo tuve cuando quise saber como se comportaba mi pulso en la noche. Me deje puesta la cinta y el reloj toda la noche. Lamentablemente, pasadas las 4 horas de sueño el equipo se desconectó (ver gráfico). A las 7 horas de iniciado el experimento me levanto y vuelvo a conectar el equipo. Un trote matinal de 15 Km. en el rango aeróbico puede observarse en los registros. Repetí el experimento 2 veces más esperando tener datos completos y ocurrió lo mismo. Pasadas algunas horas el registro se perdía.

El segundo problema lo tuve cuando se me ocurrió medirme el pulso en la piscina. Después de 300 metros de calentamiento, miro el reloj y estaba lleno de agua. Parece chiste, pero es verdad. Por supuesto no funcionaba nada. Murió el Beurer.

El tercer problema lo tuve cuando quise hacer uso de la garantía. Les escribí a los representantes de Beurer en Chile, les expliqué el problema y me contestan “Nosotros recomendamos y advertimos no sumergir los relojes o correas, ya que no son sumergibles, sí contra transpiración y el agua de la ducha. El sólo hecho que sean sellados-sumergibles modificaría sus características, duplicando o triplicando su valor. Lamentamos que haya tenido esta mala experiencia, pero es primera vez que nos pasa. La semana pasada otro triatleta nos contactó y preguntó expresamente sí eran sumergibles, a lo que respondimos que no y declinó la compra. Si desea otros productos Beurer podemos hacerle interesantes descuentos futuros”. Plop. El vendedor que fue a mi oficina no me dijo nada.  En todas partes (manual, página web, caja) dice que es resistente al agua, incluso dice 50 metros.  En palabras exactas dice "suitable for swimming".  Si me hubieran explicado eso antes, por supuesto, no lo hubiera comprado. Ahora entiendo porque nunca vi a Stadler o a los otros con estos relojes.

En resumen, malos los Beurer. Volveremos a los Polar y Timex. Además, a través de auspicios, estas marcas apoyan muchísimo al Triatlón, así es que lo que mejor podemos hacer es ser fieles y no andar probando cuestiones raras.