Cristóbal Sahr: Mundial Xterra Hawaii 2010


Tras un día y medio de viaje, seis horas de diferencia, tres escalas, almuerzos y desayunos en bandeja estoy de regreso en Santiago desde mi aventura en el Mundial de Xterra en Maui, Hawaii.

En Agosto fui a competir en la fecha del circuito Xterra que se realiza en Brasil, donde inesperadamente gané mi categoría por lo cual clasifiqué a la gran final. Desde esa fecha mi gran objetivo era este viaje, así que me informé como pude, Mauricio Roura clasificó el año pasado y fue un buen aporte en datos meteorológicos, tips de alojamiento y preparación para la carrera. Busqué todos los videos, fotos, reportajes y traté de sacar la mayor cantidad de información: ¿bici rígida o doble, aro 26 o 29, calcetines o sin calcetines, que zapatilla, cordones, elásticos…??

Finalmente aterricé en Maui con todas las decisiones tomadas, confiando en mi entrenamiento y mentalizado en el mayor desafío deportivo de mi corta vida.

De un comienzo Maui sorprende por ser una isla menos comercial que las otras del archipiélago, aquí los pueblos siguen teniendo su carácter isleño y no parece que los Club Med y las canchas de golf se hayan comido todo el terreno, sino lo que prevalece son grandes plantaciones de caña de azúcar, cerros áridos por el oeste y frondosos bosques por el este.

Las carreras Xterra por ser triatlones en montaña tiene varios factores que hacen alejarse del circuito tradicional de triatlón (Ironman, ITU, 70.3). En el Xterra todas las carreras son distintas, particulares, no es posible comparar tiempos, velocidad o ritmo cardíacos promedios. El cerro es pura subjetividad, 30 kilómetros pueden ser 1 hora o 2, inclusive puede ser el mismo tiempo pero con desgaste físico distinto, aquí lo principal es el terreno y el desnivel. Retiro mi número y converso con un tipo del norte de California, hablamos de descenso, caídas, cicatrices, nada de tiempos o aerodinámica. Todas las esperanzas están puestas en que el desafío sea mayor:

  • Dicen que el terreno de la bici es duro
  • Sí, pero esta playa es muy tranquila. Yo nadé en Saipan en un río con rocas, me dice orgulloso.

Aquí todos vienen a poner a prueba sus condiciones físicas y mentales, pero está claro que el gran protagonista será la naturaleza.

En este mundial los favoritos son los sudafricanos Conrad Stoltz y Dan Hugo; una manga de franceses, suizos, europeos en general. A todos les cae bien Eneko Llanos, corrió el Ironman hace dos semanas, busca revalidar su titulo del 2009 y ganar una vez más el trofeo de tiempo acumulado entre las dos carreras más importantes de Hawaii.

La natación se realiza en una playa de ensueño, aguas ridículamente claras, poco extremo dicen algunos, ¡tiren tiburones!, ¡río con rocas!, alega el californiano. Después de un rito hawaiano nos invocan a los dioses y nos invitan a entrar en el flujo de nuestros antepasados, todos con la piel de gallina, cañonazo y al agua.

La natación fue una experiencia impactante, yo estoy acostumbrado al caos de las partidas, me gusta inclusive, pero siempre dura unos 500 metros, hasta la primera boya en general. Esta vez los 1500 metros no dejo de estar en un pelotón, todas las boyas empujo, abro codos y hago mi espacio a empujones para seguir en la ruta. Me sentí rápido la primera vuelta, los cien metros de trote me ahogan un poco, veo para abajo, buzos con cámaras, veo hacía arriba helicópteros, ¡pero si estoy en el mundial!, me digo, nada fuerte, es ahora o nunca.

En la bici a pesar de ser conocido lo rocoso y difícil del trazado, opté por una bicicleta rígida. Preferí ahorrarme el peso y confiar en mi técnica en el descenso para asegurarme de tener siempre dos caramagiolas conmigo. En este caso iba con una Giant XTC, horquilla SID y ruedas Mavic Crossmax, en lo único que regalaba gramos era en unos neumáticos tubulares Maxxis Ignitor, un poco más pesados pero más resistentes para el festival de rocas que se venía por delante.

En los primeros kilómetros tengo la misma sensación que en Brasil, no logro agarrar el ritmo, todos salen rapidísimo de la transición y hago un esfuerzo sobrehumano para pararme en los pedales y agarrar un ritmo decente. Ya cuando el terreno se pone más suelto estoy en mi salsa, realmente los chilenos tenemos mucha ventaja para este circuito, es un terreno volcánico muy similar a Los Andes, cerro grande de La Serena, Las Varas en Santiago, tenemos toda una cordillera volcánica y claramente en este terreno los europeos están en desventaja. Ya voy mejor, paso alguna gente, pero no demasiado, aquí todos van fuerte, este es el mundial y así el pelotón no se desgrana nunca, nadie perdona un centímetro, si puedo ir adelante te paso, si tengo la línea la ocupo. Las subidas son intensas, por momentos todos a píe, en otros, plato chico rezando por que el de adelante no le derrape la rueda. Veo a las estrellas, en la cima está Shonny Vanlandingham, ella ganó en Brasil y fue mi referencia en la bici en esa carrera, trata de pillarla, tienes que ir a su ritmo, la veo y desaparece. Ahora comienza el primer descenso y el festival de caídos, pinchados, ahí está Dan Hugo gran favorito poniendo una cámara como cualquier mortal, aquí no hay motos de asistencia ni peones de equipo, todos estamos en las mismas, si pinchas cambiar cámara y seguir. Otra subida eterna, me pasa Marie Elene Premont, canadiense múltiple campeona del mountain bike probando en esta disciplina, la pillo más adelante, también pinchó. No hay compasión, el calor está a tope, la espalda y los brazos comienzan a sufrir.

Segunda transición, zapatillas delgadas, me la juego por ir liviano. El terreno parte con una subida de 2 kilómetros, no avanzo, voy con una zancada pesadísima y no encuentro la manera de acelerar. De nuevo, todos salen de la transición a un ritmo endemoniado, trato de seguir un alemán, se aleja, me acerco, cambio el ritmo, lo ataco y me doy cuenta que todo el tiempo he estado acompañado, apaleándome o apaleando, todos van a tope.

El terreno no tiene tanta inclinación pero entramos a la playa, corremos en la arena junto a las olas, luego un bosque, hay que saltar troncos y esquivar ramas, ahora rocas, ya quiero llegar, me sumo a un grupo y aguanto con ellos hasta el final.

Llegué destrozado, a piso, agua, gatorade, recovery drinks, tomé todo lo que encontré. No sabía mi tiempo pero la sensación está clara, mi transición muscular entre disciplinas fue muy lenta, falto de energía no estuve, ¿qué es? ¿falta de competencia? ¿entrenamientos específicos? ¿postura en la bicicleta?

Me acuerdo de Budapest donde tuve la suerte de estar registrando a la delegación nacional en el mundial de Triatlón distancia Olímpica y veía las mismas falencias en los juveniles, les costaba entrar en ritmo, atacar desde la transición. Tal vez es el mismo problema que ellos tienen, las transiciones, el ritmo de carrera en entrenamiento es sólo virtual, para un mundial es necesario hacer una pretemporada de carreras, la puesta a punto. O tal vez es mental, no fui capaz de darle ese estimulo de ataque al cuerpo, tal vez hay que cargarse de energía antes de la transición, mentalizar ese arranque de velocidad. Sigo tomando líquido y mis pensamientos ya se escapan, ¿quién manda el cuerpo o la mente?, ¿o es esa separación algo simplemente conceptual, mala educación y nada más? ¿Cómo hacer para dejar de pensar y simplemente actuar como un reflejo?

Veo a las máquinas, Conrad Stoltz hizo un tiempazo en la bici y ganó por más de 4 minutos. En las mujeres con 41 años ganó Shonny Vanlandingham, quien corrió 10 minutos más rápido que yo, vuelvo a ser triatleta de cemento y saco la calculadora, ¡con ella debí haber llegado yo!

Aparte de todas mis desvariaciones, ya pronto recupero la conciencia y veo la fiesta, premiaciones por allá, comida y cerveza, un loco remata el corte de su barba para apoyar una fundación, Greg Welch tirando chistes en el escenario, esta carrera no tiene tanto dramatismo, aquí todos gozan.

Para terminar simplemente dejarlos invitados al Xterra Brasil, fecha clasificatoria para el mundial y que este próximo año se realizará en el Amazonas. Hagamos crecer esta experiencia, sólo dos chilenos hemos estados en esta carrera y un país con 4 mil kilómetros de montañas y costa está en nuestro destino correr por los cerros y nadar en el mar.

Agradecer a Louis Garneu por sus maravillosas medias de compresión, imprescindibles para 30 horas de viaje, Victoria Films, ya clásico main supporter y a Gabriel Iriondo quien deberá resolver mis dilemas de transiciones para las próximas carreras.

Saludos y espero un próximo reporte con pirañas y más.

Cristóbal Sahr

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Cristóbal: primero felicitaciones por el desempeño! aunque según tú te faltó fuerza, llegar dentro del 25% mejor es un gran logro. Está buenísimo el reporte! Al igual que Cristóbal recomiendo el XTerra de Brasil. Yo no corrí la triatlón porque no hago MTB pero sí participé en el swim challenge de 3.000 mts y en el Night Trail Run y ambas carreras estuvieron muy entretenidas. El ambiente y la organización son muy buenos.... un excelente spot para ir acompañado de familia/amigos y para clasificar aquellos que quieran tener la experiencia de Maui.

Saludos!

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