Felipe Van de Wyngard: Copa del Mundo Mooloolaba 2011

Difícil día en Mooloolaba. Quedé 53º, bastante menos de lo que esperaba en el primer desafío realmente exigente de la temporada, no logré recuperarme de Piedra Roja ni del viaje a Australia, y lo sentí en la competencia.

Mi primera sensación en el viaje fue que el vuelo Santiago-Sydney no había sido tan terrible, pero luego de cambiar de aeropuerto en Sydney, tomar la conexión a Sunshine Coast y finalmente llegar al hotel en Mooloolaba, ya me sentía bastante cansado. Los días siguientes me fui acostumbrando al cambio de hora y a tratar de recuperarme del desgaste que traía, pero me costó mucho, todos los días me despertaba molido, especialmente las piernas, aunque hubiera dormido bien. Como prácticamente se pierde un día viajando para acá por el cambio de hora, pensé que “en realidad para mí el lunes no existió, es como que compitiera el viernes”…mmm no es que ayudara mucho tampoco.

Mooloolaba es realmente un festival de triatlón, la noche previa se hace una corrida nocturna con un nivel de participación impresionante, están las competencias de niños, Age Groups, Open Elite (categoría especial distinta a Elite), las Copas del Mundo de mujeres y hombres, y este año además hubo Copa Continental.

La natación estuvo complicada y técnica, con un mar muy movido –a diferencia del día anterior que estaba completamente plano– y un set de olas respetable que había que pasar en la entrada al agua, además del “quórum” completo de 75 competidores; desde la partida fue agresiva y rápida. Nadé bastante bien, saliendo en el grupo importante, que a ratos se separó en el ciclismo pero luego volvimos a quedar todos juntos.

El ciclismo tuvo de todo, momentos muy intensos, las subidas desgastantes y varios giros técnicos en el sector de área de transición. Algo muy entretenido, en el circuito se pasaba pedaleando por dentro de la expo, una gran carpa que formaba un túnel justo antes de pasar por la transición. Al final del ciclismo hubo una escapada que partió como especulación y fue ganando segundos poco a poco. Me tenté con estar ahí pero estimé que podría no ser una buena decisión porque en esta oportunidad no estaba “físicamente apto”.

Me bajé a correr en el gran grupo que quedó luego de otro más pequeño que formó una escapada, ya venía cansado y sin la frescura de piernas necesaria para salir a correr tan rápido como se requiere en estas competencias. Partí muy atrás y de a poco me pude acomodar y soltar un poco –no todo lo necesario– y en la segunda mitad gané varios lugares.

No quedé conforme con el resultado. A pesar de que 1) no logré recuperarme a tiempo y 2) como muchos dijeron hoy, que esta sería quizás la Copa del Mundo de mejor nivel de la temporada, uno siempre quiere un mejor resultado y sé que corrí por debajo de mi capacidad. Sé que puedo estar entre los 30 ó 40, pero el nivel está muy competitivo y cerrado, cualquier segundo se paga caro. He tenido notables mejorías en los últimos meses, llegué a 3 minutos del ganador (antes eran 5 minutos a este nivel), pero tengo que afinar detalles en el descanso y seguir conociéndome. Pero la temporada recién empieza, en las próximas fechas iré adquiriendo el roce y ritmo que necesito, y será bueno empezar el año con esta vara. La motivación más alta que nunca y con hambre de más.

Próxima competencia, la Copa del Mundo de Ishigaki, en 3 semanas más.

Felipe Van de Wyngard

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