Fernando Heredia: IM New York 2012 (Inaugural Race)

Hace casi un año atrás cuando decidí correr esta carrera inaugural sabía que sería difícil porque vendría saliendo de otro Ironman (Texas a mediados de Mayo), pero que se le va a hacer. Es que Nueva York tiene ese magnetismo de las grandes urbes que deslumbra aunque vayas 100 veces. Siempre tiene algo nuevo que mostrarte.

• Primero el precio. Casi 900 dólares. Prohibitivo para muchos.

• Segundo: No es exactamente “Ironman New York”, porque tanto la Natación, como todo el ciclismo, como 2/3 del maratón se corren en New Jersey. Digamos que los últimos kilómetros se corren en Manhattan.

Hechas estas aclaraciones vamos con lo técnico.

“La Previa”

Viajé con esposa y mis dos hijos mayores. Llegamos la mañana del miércoles (la carrera era el sábado). Como es en Agosto la temperatura es alta todavía, unos 30 grados promedio y la humedad cercana al 80%.

Dejamos las maletas en el hotel y partimos al Ironman Village ubicado en la ribera del Río Hudson con la 52. La estación más cercana era la de la 50 con la 8va, por lo que caminando en 15 minutos llegabas sin problemas.

Bastante bien surtida la expo, nada que faltara. Agua embotellada “for Free” para todos los atletas. Ahí hice mi “Athlete Check in”, que incluía la ya clásica mochila (idéntica a la de Frankfurt y Texas), folletos de varias cosas inútiles de los auspiciadores. Un ticket para usar gratuitamente cualquera de las piscinas del muy pirulo “New York Raquet Club”, chip check y a continuación la correspondiente pasadita por la tiendita del “oficial merchandising” donde sorprendentemente solo me compré una visera. Nada nuevo como siempre.

Luego, ya más adelante explicaré en detalle, compré las pulseras para el ferry de la Fran y los niños (Adultos 35 dls, niños 15 dls), y las pulseras para la cena del jueves en la noche que venía justo antes de la charla técnica (Otros 35 dls adulto y los niños no pagaban).

La charla técnica se refirió a varios puntos relevantes de la carrera:

1. Habia que estar antes de las 4 de la mañana en un puerto en la calle 39 desde donde se tomaba EL UNICO FERRY (en realidad eran 5 que salían simultáneamente desde New York y New Jersey) remontando el Río Hudson hasta el Ross Dock, que era donde estaban la T1 y T2.
2. Si uno no llegaba a tomar el ferry mejor que se fuera para la casa porque no había otra manera para llegar a la partida.
3. Como la carrera finalizaba en el Riverside Park, en el Upper West Side de Manhattan, uno tenía que volver a tomar un Ferry hacia el Ross Dock para ir a buscar la bici y las bolsas de transición.

Con todas estas noticias en mente, yo ya me estaba imaginando lo que sería este nuevo Ironman en mi incipiente lista de carreras “largas”. Bastante engorroso el trema de los ferries.

Bike Check in

Viernes en la mañana tomé desayuno temprano y partí a dejar la bici a la T1/T2 ubicada en New Jersey para lo cual tomé un ferry desde el mismo lugar que tomaría al día siguiente dicha embarcación para dirigirme al Ironman.

Todo bien ordenado, muchos, muchos, muchos voluntarios, muy amables y simpáticos.

De vuelta en el ferry comenzó a llover y en 15 minutos figurábamos metidos en el medio de una verdadera tormenta eléctrica con truenos que se sentían justo encima de nuestras cabezas.

La carrera

Sabado 2:30 a.m.

Desperté tranquilo, desayuné bien, tomé un taxi que por 7 dólares me llevó al puerto donde a las 3:20 ya habían más de 1.500 de los 2.500 atletas y muchos familiares que alcanzaron a comprar el pase para el día completo y poder ver la T1 temprano (50 dls c/u).

Todo muy oscuro, todos muy nerviosos, muchos primerizos, casi todos estadounidenses, muchos (1/3 de la carrera) neoyorkinos, nada de viento en el río, aire caliente, sensación térmica unos 28 grados y mucha humedad. En short y polera traspirando todos!!!

Llegamos al Ross Dock y a arreglar los últimos detalles, revisar el recorrido de las dos transiciones, que no faltara nada en las bolsas, revisar donde me iba a cambiar, etc. etc. etc.

Natación y T1

Empezaron a llamar para abordar nuevamente los ferries que nos llevarían río arriba al muelle flotante que es donde comenzaría la natación. Y así fue. Cargados hasta el atochamiento, de a dos ferries remontaban el río, helicópteros arriba, guardacostas flanqueando a los ferries, mucha parafernalia entretendia. Llegamos “a la cuadra” del muelle flotante a las 6:45 y vimos como a las 06:50 saltaban al agua los Pro masculinos y a las 6:55 lo hacían las mujeres Pro.

Inmediatamente después nos empezamos a bajar a este muelle a los 800 primeros que llegamos en los dos primeros ferries y uno a uno bajábamos por una pasarela hasta la orilla (a unos 3 metros de altura), donde estaba la primera alfombra y apenas la pasabas estaba corriendo tu tiempo. Yo calculo que me debo haber tirado al agua entre los 150 primeros. Me llamó mucho la atención lo rápido que se sintieron los primeros 500 metros. Las boyas se me venían encima muy rápido, no entendía nada. Después caí en cuenta de que la marea estaba bajando y que nadaba con la corriente a favor. Para que se hagan una idea, yo nado normalmente a 1:35-1:40/100 en la piscina y cerca de 1:30/100 en la laguna con traje de neopreno; pues bien, salí del agua en poco más de 47 minutos para los 3.8 km del Ironman, eso es a 1:13/100. Yo sabía que me había tirado al agua a las 7:01 a.m. y cuando salí vi en el reloj de pulsera de uno de los voluntarios que te ayudaban a salir del agua que estaba saliendo antes de las 7:50!!!, di un salto de alegría porque de las tres disciplinas esta es lejos la que más me cuesta.

Corrí realmente rápido a buscar mi bolsa de transición que fui abriendo mientras corría a la carpa y mientras terminaba de sacarme el traje, ya estaba con el casco y los lentes puestos. Me puse los zapatos, y partí a buscar mi bici. Buena transición, rápida… hasta acá vamos bien.

Ciclismo

Los primeros 5 kilómetros se parecían a un puerto de montaña del Tour de Francia. Por lo menos 12% de gradiente, que costaba subir en plato chico y sentado. Una vez arriba, seguía un falso plano eterno de 18-20 km a 30-32 km/hr y luego una bajada de unos 5 km a 70-75 km/hr. Es de esos circuitos duros que no te dejan rodar tranquilo nunca. El primer giro fue bien tranquilo, con el pulso no superando los 145/min, los watts tratando de promediar cerca de 195-205, y la cadencia en 90-95 según lo planificado. Se sintió muy trancado por lo irregular de la altimetría. En el segundo giro apareció el viento cruzado de ida y de frente de vuelta con lo que todos los tiempos y cálculos se fueron un poco desvaneciendo y apareció también lo que las carreras masivas tienen. MUCHO DRAFTING y PELOTONES de CICLISTAS A RUEDA… yo en mi habitual afán de competir contra mi y no contra el resto, dejaba que pasaran y me los palanqueaba un poco diciéndoles “ou la la, Le Pelotón! Le Tourde France!... Algunos hasta se reían... que descarados. Poco control, mucha moto pero no vi una sola tarjeta amarilla o roja por drafting, y un solo perico en un penalti box… eso en una carrera asi de masiva no puede ser. Echa a perder todo. Para colmo hubo dos nubarrones de lluvia fuerte, con aire caliente de frente que venía en rachas. Costaba mucho pelear solo pero aguanté bien. Mención aparte los puestos de hidratación excelentes, con geles, agua fría, Isotónico helado Ironman Perform de dos sabores, fruta y baños en todos los puestos. Excelente el voluntariado y mucho apoyo en la ruta. Increible pues era una carretera de dos pistas completamente cerradas para tránsito alguno que no fuera el Ironman. La calidad del pavimento no era de lo mejor. Si bien se podía rodar rápido, vi muchos llantazos / pinchazos en la entrada de puentes o por cambio brusco de tipos de pavimentos.

Completé los 180 km en poco más de 5:40 hrs, un poco desilusionado pues quería hacer menos, pero eso siempre ocurre.

Bajé esa misma cuesta que había subido casi 6 horas atrás hacia la T2 y por primera vez vi a la Fran y a los niños uniformados con poleras Fullrunners y banderas, muertos de calor pero felices de verme. La Fran me dijo “Vas super bien”, y yo no entendía. Lo que pasa es que como salí bien del agua y me tiré de los primeros y a pesar de lo lento de mi ciclismo estuve sobre el promedio, su sensación es que yo estaba entrando a parque cerrado entre los 150-200 primeros y era así, cosa que yo ni sospechaba.

Nuevamente transición rápida, bien pensada.

El Maratón

Yo me considero un buen corredor. Incluso dentro de los triatlones puedo correr bastante bien. Lo que viví en la tercera disciplina del Ironman de ayer fue lo más duro que he corrido en mi vida. No sólo por la longitud. sinó por las dificultades técnicas experimentadas.

Vamos por partes: Salí de la T2 y volví a ver a los míos, pues la mentada subida eterna era el comienzo de los 42k. Sí, no vi a nadie subirla corriendo, todo caminaban. Yo subí trotando suave, sintiendo mis piernas pesadas. Luego, una sucesión interminable de subidas de 400-500 metros y bajadas cortas que constituían el primero de dos giros en el lado de New Jersey. Era como correr interminablemente un medio maratón en la Península de Pucón. Realmente 25 kilómetros agotadores y la temperatura que no daba tregua. Por suerte gran parte de este infierno era en bosques. Después lo peor. En el kilómetro 26 escaleras en subida para llegar al ENORME puente George Washington que cruza el Hudson para llegar a la parte alta de Manhattan donde esperaban otros 100 escalones bajando y de ahí lo que se había anunciado como “plano” no era tal, sinó un serpentín eterno de subidas y bajadas, escalones grandes, hasta llegar a la meta donde Riley te dice “You are an Ironman”.

En el kilómetro 35 logré ver a la Fran y los niños que ya cansados gritaban a todos palabras de aliento. Luego a 100 metros del final me entregaron mi bandera y pasé la meta feliz de haberle ganado a la distancia nuevamente.

A la llegada voluntarios te preguntaban si te sentías mal, tu nombre, tu residencia, preguntas para ver si estabas muy perdido o no. Frutas, sándwich, isotónico, agua helada, masajes, todo rico, buena temperatura. Estuve un rato ahí, conversé con algunos otros finishers, con Maxim Kriyat (Ucraniano y 2do overall a quien conocí el año pasado en Mooseman dejándolo invitado para Pucón) y con Heather Gollnick que comentó que lejos era el Ironman más difícil que ha corrido en su vida!!!... y me fui DE NUEVO al ferrry (a unos 300 metros de la meta) para poder ir a buscar la bici a New Jersey. De vuelta y ya con la bici y las bolsas de transición, me volví pedaleando (unas 40-50 cuadras) hasta mi hotel, pasando entre taxis, buses y turistas por Times Square, como para darle el toque más neoyorkino posible a esta carrera.

Sin duda es lejos la carrera más dura que he hecho, por lo que más que orgullosamente declaro que fui el único Chileno que corrió la versión inagural de este Ironman New York.

Fernando Heredia
FullRunners Concepción

Nota: no recomiendo este Ironman como para que sea el primero. Es muy duro técnicamente hablando y además engorroso si uno no se maneja en la ciudad de Nueva York.

_{Fecha de la Carrera: Sábado 11 de agosto de 2012}

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