Juan Pablo Canevaro: Trofeo Rapa Nui 2011

UN HORIZONTE LEJANO

El 4 de septiembre del año 2010 corrí el Irondesert en donde se sortearía un pasaje con inscripción para el OAS de Rapa Nui (Triatlón, Mountain Bike y Maratón). Requisito: estar presente al momento del sorteo que era después de la premiación. Terminada la carrera tenía la posibilidad de irme inmediatamente pero me cuestionaba: “¿y si llegó a salir sorteado y no estoy?”. Así estuve mucho rato porque nunca me he ganado nada en algún sorteo. Como ya se darán cuenta el número sorteado fue el 14, que era mi número de competencia. Desde ese momento quedé claro de que tenía que ir sí o sí. En los meses siguientes se unió a la aventura mi señora, Claudia.

Acercándose la fecha llegaron las confirmaciones, no sólo mía, sino que la de otros amigos. Folo, Ricardo, Vicho Bobadilla más las señoras de estos últimos (Alma y Antonella) hacía presagiar un grupo muy entretenido para una competición, tour, aventura y todo los etc. que se pueden imaginar.

Miércoles 1 de junio se inicia el viaje rumbo al ombligo del mundo, con cierta preocupación por donde nos quedaríamos y por sobre todo como seríamos tratados por los Rapa Nui. Llegada a las 19:10 hrs (5 hrs de viaje), nos recibe Alma que viajó en el vuelo de la mañana. También estaba Marcela Sarmiento recibiendo a los extranjeros y dándonos las instrucciones para más tarde. Pasamos a dejar las maletas a la casa donde nos quedamos con los Cumplido y Folo. De ahí al Hotel Taha Tai donde nos recibe Rodrigo Salas. Luego de un discurso de bienvenida nos llevan a otro lugar donde somos recibidos por unos Rapa Nui en una ceremonia que piden a los Varua (espíritus) y al dios Make Make que nos de la fuerza para el desafío que está por comenzar. Bailes, un curanto (no es el mismo de Chiloé) y de ahí las respectivas fotos.

Terminado la bienvenida nos fuimos a un restorán a comer algo. Acá fue donde Vicho recibe el primer reto y choreada de parte del Tío Rapa cuando estaciona la moto a la entrada (casi nos quedamos con uno menos). Igual se sentó con nosotros, conversamos y nos sacamos unas fotos con el tío Rapa para la posteridad. De ahí a la casa a dormir.

Jueves 2: Levantada y desayunos atendida por Imelda Huy (dueña de la casa hotel) y señora de Petero (dueño del Taha Tai) que viene con otra señora a servirnos. El desayuno… Espectacular. Con la “guatita” llena salimos a pedalear rumbo a Anakena, que es por donde se realizan la maratón y el triatlón (ciclismo y trote). Alma y Claudia van en el jeep tomando fotos.

Si el circuito de Pucón es bonito y duro, el de la Isla lo es más. Pedalear entre bosques de eucaliptos, laderas de cerros verdes con flores de distintas tonalidades y de fondo el mar es algo que merece ser vivido. Llegamos a una bajada larga y me fijo en el Ibike que mide la inclinación: 8, 10, 9, 6% y de nuevo 8%. Algunos pedazos planos, pero en general muy inclinado. Si bien es cierto no hay problema en bajarlos de vuelta se tornara dura pensando que son 5 kms y más aún que habrá que hacerlo 3 veces. Al llegar a Anakena aprovechamos de descansar, unas fotitos y conocer a la famosa Tía Pule o Puli (por pulida). Unas “palabras” de bienvenidas para todos y después de un rato de vuelta hacia Hanga Roa.

Por la tarde fuimos a las cuevas y ventanas que quedan al noroeste. Fotos y de ahí a la tallarinata para recoger los números y las instrucciones. Terminado nos vamos temprano a la casa y descansar para el medio que estaba por venir.

Viernes 3: Un Medio de Miedo

Temprano nos levantamos para irnos al hotel desde donde nos llevarían a todos a Anakena. Somos 11 los valientes que tomaremos parte de esta aventura. Les parecerá exagerado para personas con varios medios y ironman en el cuerpo, pero se venía un fin de semana duro pensando en el MTB, la media maratón y un circuito de ciclismo “come piernas” . Fotos y más fotos un poco de nado y a la largada. A las 8.30 más o menos Rodrigo Salas da inicio al Medio Ironman de Rapa Nui (después largaba el sprint). Desde un comienzo toma la punta Vicho Bobadilla seguido por Folo, Ricardo y detrás de ellos, yo. Más atrás no sé cómo van. El agua cristalina y tan espectacular como Hawaii. Salimos en el 1ero de los 3 giros tal como íbamos. Me quedo unos 15 mts y apuro para pillar a Ricardo y Folo. Terminamos el 2do giro y Vicho marcha sólo en punta a unos 100 mts de nosotros. Pasamos y al último giro. Me pongo a la cola y Folo pega un “palo” por lo que salgo a buscarlo creyendo que Ricardo se podía quedar, después me contaría que fue porque se le soltó el chip. Al terminar el 3er y último giro apuro para salir 2do y despegarme de Ricardo y Folo, quienes hacen una transición muy rápida, en especial Folo (es su especialidad).

Efectivamente logro salir de la transición en 4ta posición. Enfrento la larga subida que fácilmente debe tener una pendiente en promedio de 6%. En la cuesta paso a Ricardo y mantengo mi ritmo, pero Folo va mejor y saca distancia. Así me quedaría hasta el final. Vicho sólo, Folo arrancando de mí y yo del resto. Pasada la subida viene lo “plano”. En el retorno veo la inclinación y oh sorpresa: de vuelta es puro “chorizo” con repechos de hasta 8 %, por lo que que este ha de ser uno de los circuitos más duro que he enfrentado.

Después de 3 hrs 30 más o menos, me bajo a correr. Me pongo calcetines compresivos pensando en que debía quedar lo mejor posible para los días siguientes. En el retorno de los 10,5 kms estoy cerca del 2do, pero la distancia entre los abastecimientos (8 km, y quizás el punto negro de la competencia) me hace decaer en el ritmo y alejarme de la posibilidad de salir 2do y más aún de bajar las 5 hrs. En la bajada me duele el estomago por lo que camino un resto. Tiempo final 5 hrs 15 que me deja satisfecho.

(Ver Noticia del Triatlón en Rapa Nui)

Después de un rato, vamos a la playa y a descansar por unas horas. Por la tarde vamos al pueblo y a arrendar la bici para el MTB del día sábado. Con un curanto en casa de Leo, un familia amiga de Rodrigo Salas, cerrábamos el 2do día en la isla.

Sabado 4: Mountain Bike. De Paseo por la Isla

“Tocados” por el día anterior, nos levantamos más tarde y desayunamos. Acá tenemos la charla “técnica” del director de equipo… Ricardo Cumplido, quien más de una rabia pasó debido a las desconcentraciones de los “gregarios”. Pensando en que Cristián Misleh tenía 18 puntos por haber salido en el primer lugar del sprint (más tarde se sumaría Jorge Acosta, por lo que hubo cambios en el puntaje) pensamos que había que trabajar en grupo todos los que habíamos corrido el día antes el medio. Salimos de la casa a probar las bicis. Yo contento porque había arrendado una Cannondale F400 con head shock, pero… Estaba mala y no funcionaba, por lo tanto, a correr con una rígida igual que en Cobquecura.

Iniciada la carrera, Ricardo marca el ritmo junto a unos Rapa. Al llegar a la subida a Orongo en punta va sólo Jonathan Jara y más atrás Vicho, Folo que se empieza a quedar. Lo paso y me pego a Vicho. A mitad de subida me pega el “palo” y quedo botado alcanzadome Folo. Así llegamos hasta el mirador del Ranu Kao, logrando escaparse Folo por unos segundos. Al girar en Orongo me percato que el sillín se está bajando. Paro a arreglarlo y en la entrada al parque me cruzo con Ricardo que me dice que lo espere. Me voy tranquilo hasta que me pasa Misleh hecho una “bala”. Me voy con él uniéndose un Rapa que pronto se quedaría. Antes de llegar a los 7 Moais nos da alcance Jovino Tuki. Los 2 se van juntos y al llegar a la parte más técnica (km 30 aproximadamente) me quedo definitivamente solo en 6to lugar. Así hasta llegar a la zona pavimentada donde soy sobrepasado por Alexis Herrera para llegar peleando el 6º lugar y 2º en la categoría. Con esto me despedía de alguna posibilidad de obtener el trofeo, aunque desde que supe que Vicho estaba inscrito no tenías muchas dudas de que él sería el ganador.

(Ver Noticia del MTB en Rapa Nui)

Rápidamente nos fuimos para la casa a bañarnos y de ahí a la caleta a nuestra experiencia en el buceo en un arrecife a 10 mts de profundidad. Por la tarde, luego de arrasar el refrigerador de Imelda (que manera de dar hambre el buceo), nos fuimos al retiro de números de la maratón y de la respectiva tallarinata. De ahí a juntarnos con nuestras mujeres en un local de bailes típicos. Nos pintamos todos excepto Cumplido que ya a esa altura era considerado el líder del trofeo “limón”. Luego de bailes en la que nos incluimos nos fuimos a acostar.

Domingo 5: Media maratón. El paso final

Nos levantamos a desayunar como si no fuéramos a hacer nada. A las 9 am pasamos por la Iglesia a ver la misa que bien vale la pena ir aunque Ud. sea judío, musulmán, evangélico o ateo. Alcanzamos a estar 10 minutos y de ahí nos fuimos a la partida. Calentamiento y elongaciones minutos antes y a la partida. Largada a las 10 am y Cumplido como caballo desbocado sale marcado el ritmo junto a unos “cosacos” de la armada. Nos vamos con Folo y luego nos da alcance Vicho para irme con él. Subimos por detrás para pasar por la iglesia y de ahí bajar para correr por la avenida principal. Bajamos hasta la costanera y de ahí tomamos varias calles y llegar al aeropuerto para enfilar rumbo a Anakena. Ya en la costanera nos da alcance Jorge Acosta. Vicente se va detrás de él y yo me pego a Vicho. Pero esta aventura duraría menos de un km y tendría que conformarme con ver la carrera desde atrás. En el aeropuerto doy alcance a otro corredor y me ubico en 5to lugar a unos 300 mts de Vicho y 150 de quienes me anteceden. Ya acercándome al giro del retorno vienen pisándome los talones, giro y oh sorpresa, sigue de largo rumbo a la maratón!!! ¿Qué tal?, “este va a bajar las 3 hrs!!!” me dije, pero se murió en el camino. A pocos metros doy alcancé a Jorge Acosta que ya no puede mantener el ritmo (se notó su falta forma) y unos metros más allá me ubico en 3er lugar despegándome del 4º fácilmente. Marco un ritmo intenso (bajo 4 el mil) en busca del 2do, pero para mi decepción, este va más rápido y sólo me quedo con el 3er puesto y 1hora 29 que me deja conforme. Después de todo había corrido un medio, un mountain bike y terminar una media maratón era proeza a esta altura. Pensé en correr la maratón pero “recule” cuando vi lo duro del circuito, sobre todo la 2da mitad con esos 5 kms en subida (desde 20 msnm hasta 215 msnm).

(Ver Noticia de la Maratón en Rapa Nui)

El machucón de piernas era doloroso. Entre nosotros nos molestábamos presionando la parte externa del muslo para ver quien gritaba más.

Por la tarde salimos a los Ahu Tongariki y a la cantera en el Ranu Raraku que sólo pudimos ver al día siguiente antes de tomar el avión de vuelta. Realmente misterioso y verdaderamente mágico.

Raya para la suma

Pienso si es necesario volar miles de kms para participar en un 70.3 y digo participar porque sé que muchos somos los que tenemos escasas posibilidades de clasificar a un mundial que ha mi gusto no llena mis expectativas. Pero también entiendo que estas permiten medirse con competidores de otras latitudes y ver en qué nivel estamos realmente. Quizás hay más “onda” en estos triatlones, más consumo y por sobre todo más marketing. Pero me cuestiono mucho si estás carreras o Pucón es el fin último de todo triatleta chileno.

Rapa Nui tiene todo para hacer de nuestro deporte una verdadera aventura y aunque esta isla sea chilena, me sentí corriendo en otro país.

Un circuito técnico muy duro no apto para “tramposos” y sí para quienes están dispuestos a medir sus fuerzas tanto en el ciclismo como en el trote. Un evento que te saca de lo rutinario, hacer triatlón y experimentar otras alternativas como el mountain bike. Una isla que mezcla la arqueología, la aventura, la gastronomía y si no quieres nada de esto un lugar simplemente para descansar hace que el OAS de Rapa Nui sea un evento que hay que ir. Si lo pensaron alguna vez, no duden en participar él.

Pucón… tal vez. Rapa Nui… ya estoy viendo como volver.

Gracias a Olimpo (Rodrigo Salas y Marcela Sarmiento) por poder experimentar la magia y a mis compañeros de viaje: Claudia, Alma, Antonella, Ricardo, Vicho y Folo, por hacer de este fin de semana una aventura muy entretenida.

Iorana

JP Canevaro

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