Stephanie Subercaseaux: IM Cozumel 2011


Todo comenzó en Mayo… Pasaba por un complicado momento personal y un día desperté con la idea fija de hacer un Ironman “lo antes posible”. Busque rápidamente en cuál habían inscripciones y decidí anotarme en el Ironman de Cozumel, ya que era conveniente en cuanto a precio, viaje y, además, porque para esa fecha cumpliría 2 años haciendo triatlón. Fue así que comenzó la aventura, con muchos volumenes de todas las disciplinas y entre medio un montón de lesiones debido a que, quizás, mi cuerpo no estaba acostumbrado a recibir tanta carga de golpe. Decidí prepararme con algunas carreras cortas tipo sprint y el ¼ ironman, además de algunas corridas sin bajar cargas y me sentía bastante preparada para competir.

Viajé con una semana de anticipación, ya que Andrés Sauma me había advertido de lo caluroso y húmedo que podía ser el clima. Al llegar el cambio climático es tremendo, mucho calor, humedad y de la nada se pone a llover. Viento muy cambiante y hasta las corrientes en el mar eran altamente variables. Pude realizar varias sesiones de entrenamiento en esas condiciones, lo cual me permitió adaptarme bien al clima.

La largada de la competencia comenzaba muy temprano a las 6:40 am para los Elite y 7 am para los Age Group. La partida es masiva desde el agua, flotando como en Hawaii, con una natación en forma de rectángulo. Temperatura del agua bastante tibia a unos 27°, por lo que obviamente sin traje de neoprén. Parten los elite y rápidamente teníamos que lanzarnos al mar los Age Group. Acá viene el primer problema porque se formó un tremendo taco de casi 3.000 competidores para avanzar. Media estresada alcanzo a lanzarme 4 minutos antes de la largada y nado para colocarme al frente… sí, care palo, con sólo una tabla de surf marcándome. Detrás de mí un amigo de UK “Mark” que quería irse en mis pies, jaja. Dan la partida y todo va bien hasta el primer retorno, llegan golpes pero no me estreso, hay que seguir no más como sea. Me pican medusas, arde bastante pero se pasa. Cuando veníamos nadando hacia el Sur se produce una confusión y no veo boyas, solo manos y decido “seguir a un grupo”. Mala decisión, ese grupo iba totalmente perdido y siguiendo las boyas del lado contrario. Pierdo tiempo tratando de redireccionarme, finalmente logro salir del agua… Aliviada de que se haya acabado.

La T1 muy confusa, había que dejar las bolsas al lado de la bicicleta, algo que nadie repetía en la carpa y me tuve que devolver a buscar la maldita bolsa... Ufff!

Ya la bici, son 3 giros, con mucho calor y sobre todo harto viento en el lado Sur de la isla, pero en un recorrido muy lindo en el borde costero. Se pone a llover, pero no me estreso (después de lo que fue Pucón este año, esto era NADA!). Me pasa gente, algunos en packs, no vi ningún juez hasta el km 150! Increible! Decido irme a un ritmo conservador... Tranquila, sólo quiero terminar esta carrera ya que no conozco la distancia. Me hidrato bien, como geles, pastillas de sal que sobrevivieron en un frasco de Kinder sorpresa (gran idea!).

Me bajo de la bicicleta en la T2 y mis pies con heridas, ya que me patinaban dentro del zapato de ciclismo tras la lluvia. Me demoro poniendome vaselinas y ungüentos varios para poder trotar los 3 giros.

Parto trotando, todo bien, hasta que empiezo a comer geles nuevamente y acá me descompongo gastrointestinalmente… MAL! Quiero vomitar, ir al baño, no quiero ver más geles en la vida, no quiero tomar agua, nada… Mi cuerpo rechazaba todo y así paso el primer giro de 14K casi “a capella”… Luego me empiezo a sentir peor, y veo puntos negros… Cresta!... Me voy a desmayar! Decido “obligarme” a comer geles y beber agua, de otra forma no iba a poder terminar. Así lo hice... Un trote angustioso, con muchas puntadas, sin saber si de verdad podría terminar. Nunca en mi vida me había sentido tan mal, ni nunca ma habían caido mal los geles. Comienza a llover en forma torrencial y la calle queda totalmente inundada, con tramos que habia que pasar con el agua hasta las rodillas! Ufff… quedando 2 km, mi sonrisa era tremenda, nunca había deseado tanto cruzar la línea de meta como ahora... Casi con ganas de llorar, la emoción me inunda y el locutor dice “tu eres un…” y la gente responde a coro “Ironman!!” FELIZ!!! No hay mejor sensación en la vida que terminar esta carrera. Es la carrera más importante que he hecho en mi vida y sin duda la que más contenta me ha dejado. El Ironman de Cozumel es una carrera absolutamente recomendable, nada de fácil, pero muy linda. Me fui de la isla con una sonrisa en la cara, feliz de haber hecho esto y de nunca haberme dado por vencida… Además me fui absolutamente enamorada de la distancia. ☺

Stephanie Subercaseaux
Cat. 25-29

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Increible leer tu relato, que temple para no bajar la guardia, para continuar sin rendirse... me imagino cuantas conversaciones internas, ¿Que abra pasado por tu cabeza durante todo ese tiempo?, entre arengas, temores, deseos y emociones intensas de jubilo y alegría... Si eres un IRONMAN y sobretodo una SUPER IRONWOMAN...
Una tremenda motivación para mi, aspirante a finisher de PUCON y al Ironman de Florianapolis....

Apoyo las palabras y claro que vemos en ti una futura representante Chilena de larga distancia!!! tienes cabeza cuerpo,corazon y sobre todo mucha actitud para afrontar todos los desafios. Cudiate mucho!!!!! y no dudes nunca de tus condiciones, porque este año lo demostrastes pisando las 5hs en los medios ironman mas un ironman con solo dos años de entrenamiento!

Gran relato Stephanie. Felicitaciones y a seguir dandole que has sido un gran aporte al Triatlón femenino en Chile. Desde ya te postulo a cualquier premio tipo "Rookie of the Year" o "Novata del año" o incluso "Figura femenina del año". De verdad espero que muchas mujeres sigan tu ejemplo y se animen en este hermoso deporte. Felicitaciones.

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