Agotamiento extremo


En 1995 estaba en mi mejor forma física, había sido campeón nacional en el triatlón de La Dehesa y ganado en el 1/2 Ironman de Lubbock, Texas. Estaba en Boulder, Colorado, (gracias a la gestión de Cristian Bustos) el paraíso de los triatletas, dedicado full al triatlón y preparando el Ironman de Hawaii que se corría como siempre en Octubre. Había incrementado gradualmente los volúmenes de entrenamiento siguiendo la rutina que me enviaba Martín Arias (en esa época éramos todos de la UC) y todo marchaba muy bien, nunca me había sentido tan bien física y mentalmente, sabía que podía!

"Lamentablemente" siempre estaba la tentación de seguir a Cristian Bustos y tratar de hacer los volúmenes e intensidad que hacían los pro, olvidando que sólo tenía 22 años (a esa edad no piensas en que te faltan años, sólo quieres estar ahí!)

En los meses previos a Hawaii tuve un par de excepcionales actuaciones, como ya dije, fuí campeón nacional, gané en Lubbock y estaba haciendo unos tiempos de ensueño! Me sentía invencible... y aquí viene la gran enseñanza y el golpe a la humildad. Tres semanas antes de Hawaii tenía que hacer, según mí planificación, 120k de ciclismo más 10k de trote y tuve la mala idea de preguntarle a Cristián cuanto haría él, 200k de ciclismo y 20k de trote, respondió! Uff, la verdad es que no lo pensé dos veces y me convencí de que eso era lo que había que hacer (obvio, era Bustos quién hablaba!) Fue una salida extraordinaria, en la altura de Boulder parece que vuelas y Cristian promedió en los 180k - 40.5 km/h (se que es difícil de creer pero es así!) en total desde mí casa hice 210km y después corrí 21k a 3:55 min/km (para los que me conocen saben que mí fuerte era el trote!) ese día me marcó para siempre y ahora sí sentía que podía hacer algo interesante, sin embargo, al día siguiente me sentía muy cansado, dos días después también y así sucesivamente... Literalmente, el agotamiento era extremo, tenía que sobreponerme y hacía todo lo posible para recuperarme (Dormir mucho, suplementos y masajes que dolían mucho!) El problema es que sólo quedaban dos semanas para la carrera y seguí entrenando... tremendo error!!!

Por supuesto, no logré recuperarme y mi actuación en Hawaii fue desastrosa. Con el conocimiento que tengo ahora producto de años de triatleta y coach de decenas de destacados triatletas creo que el agotamiento extremo debe manejarse de otra manera. De hecho estos eventos son bastante comunes entre maratonistas y triatletas y debemos estar muy atentos a identificar oportunamente los síntomas.

Como primera medida, debes respetar tu planificación o conversarla con tu coach, si ya es "tarde" debes mantener la calma y tomar decisiones extremadamente racionales.

Antes de reanudar el entrenamiento, debes tomarte un largo descanso de al menos 48 horas. Descanso total sin hacer nada. Es difícil, pero es necesario si quieres acortar el tiempo de recuperación.

Al tercer día se recomienda comenzar de cero, haciendo trabajos suaves y aproximadamente 1/3 del volumen de la semana anterior. Con esto se asegura una lenta recuperación, pero sin perder todo el acondicionamiento previo.

Al cabo de una semana se recomienda EVALUAR y es muy probable que las ganas y la fuerza estén de vuelta (dependiendo del daño!) en cuyo caso se puede incrementar el volumen a 2/3 de lo previo a la crisis e introducir un día de intensidad. Si sigues agotado lo mejor es investigar más profundamente el problema y lo recomendable es que visites al deportólogo y te tomes los exámenes que te sugieran.

A la tercera semana (hay que evaluar caso a caso) se sugiere volver al volumen normal pero limitar la intensidad a un par de sesiones. El resto, trabajo suave pensando que aún estamos en proceso de recuperación. Recién la cuarta semana de nuestra crisis volvemos a nuestra rutina normal -si tu cuerpo lo permite!- como si nada hubiera pasado.

Seguir estas recomendaciones requiere mucha disciplina y una cabeza fría. Debemos tener claridad de cuáles son nuestros objetivos y debemos ser capaces de entender lo que nuestro organismo está tratando de decirnos.

En mí caso fueron varios meses en los que no veía la luz!!! Jajaja... ahora me río pero en ese momento fue una gran decepción (mucho tiempo y dinero invertido!) y lo asumo como mí error, del cual me siento absolutamente responsable... me queda el consuelo de que lo intenté con todas mis ganas, y si me fue mal, fue porque me sobreentrené y no porque no entrené!

Viendo el lado positivo, esa experiencia ha sido muy valiosa para ayudar a mis alumnos a no cometer el mismo error!

A seguir entrenando!!!

Rubén Arias
Entrenador de Triatlón
TYM
Ex-Triatleta
Contacto: 9094 1884
rubenarias@hotmail.com


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Cuando uno acierta aprende una vez, es lo que se debe hacer. Cuando uno comete un error aprende 2 veces: lo que se debe y lo que NO se debe hacer. Buen aporte, gran entrenador y persona.
Gracias Rubén por compartir esta experiencia.
Saludos
Cane

Estimado coach, que buen relato. digno de elogio y aprendizaje, lo único que no comparto es lo de ex-triatleta... el que nace chicharra muere cantando...

Doy fe de la experiencia y buenos consejos de Rubén para preparar un Ironman y como Coach en general. Es indudable que su experiencia como triatleta durante tantos años le da un plus adicional a sus conocimientos técnicos. Gracias Rubén por compartir tu historia con nosotros.

Gracias por la oportunidad y espero sea un aporte para muchas personas que en algùn momento han sentido "agotamiento extremo"

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