Entrevista a Felipe Donoso

Estuvimos en MedPro Clínica con Felipe Donoso quien logró una brillante participación en el Ironman de Brasil que le permitió clasificar al IM Hawaii de este año.

Felipe tiene 41 años, es Ingeniero Comercial y trabaja en la inmobiliaria San Martín IMD. Tiene tres hijos, una pareja de mellizos de 1 año y 3 meses que se llaman Dominga y Santiago, Vicente de cuatro años es su hijo mayor. Vive en Santiago con Macarena, su esposa.

¿Cuándo empezaste con el deporte?

Toda la vida, mi papá era entusiasta con el deporte, nos inculcó a los cinco hermanos ese estilo de vida desde muy chicos. Mi padre practicaba tenis en la Católica, ahí fue donde me metió a jugar con él desde los 13 hasta los 16 años. Hasta que un día caminaba por Santa Rosa de las Condes y vi un letrero que decía “Primer Triatlón Interno”, esto fue por el año 88 y decidí meterme para probar.

Al principio no querían dejarme inscribir porque era muy chico, pero insistí tanto que logré participar. En la competencia nadé bien, en bicicleta todos me pasaban porque iba con una bicicleta Vargas muy pesada. En mi categoría éramos dos o tres y me dieron una copa para motivarme en esa disciplina. Fui el primer cabro chico de la Católica entrenando en triatlón, ahí se hizo el grupo la Patrulla Juvenil del club.

¿Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo del triatlón?

Fue de altos y bajos. En los años ´90 tuve un accidente, crucé un ventanal y eso me afectó el pulmón. De esa forma dejé el triatlón sumado a que entré a estudiar en la universidad hasta el año ´97. Ese año entrené cuatro meses en Estados Unidos porque me fui de intercambio por la universidad, ahí me motivé y me compré mi equipo para competir. Después volví a Chile y frené con el triatlón, me dediqué a estudiar nuevamente y el año 2003, un año antes de casarme, decidí competir en Pucón. Lo preparé mucho y marqué un tiempo de 4:59:52. Luego me retiré nuevamente y volví a entrenar el año 2008, desde esa fecha que he estado entrenando hasta ahora.

Te hemos visto correr en Sprint, medios y en Ironman, ¿cuál es tu distancia favorita?

Si es por resultados Ironman, pero me gustan todas, hay que tener el gusto por colgarse el número.

En chile la mayoría de los triatletas compite solamente en Pucón, ¿qué piensas de eso?

Hace falta que los deportistas tengamos más incentivos para que corramos más y en varias carreras, falta el amor por el número.

Hace poco corriste tu primer Ironman en Brasil donde hiciste 9:14, ¿cómo fue esa experiencia además de haber clasificado a Hawaii?

Fue bien sorprendente, porque yo estaba lesionado y no sabía que trote tenía, corrí recién un mes antes de la carrera. Sabía que estaba fuerte en la bici y en el agua, pero en trote no sabía que iba a pasar por mi lesión. Sin embargo, las condiciones estuvieron perfectas en Brasil y eso ayudó. Además tenía muchos años acumulados entrenando y carreras con experiencia, lo que me sirvió bastante.

¿En qué momento de la competencia dijiste: “Voy hacer una buena carrera”?

Cuando pasé el kilómetro 28, ahí me solté. Nunca me vino el famoso “pencazo”. Cuando supe que tenía una buena carrera fue cuando me quedaban dos kilómetros y el flaco Araya me grita: ¡Donoso vas en 9 horas 7!, y yo: ¡Qué! No lo podía creer. Desde ese momento corrí como desaforado llegando en 9:14, fue emocionante.

¿Qué significa ir a Hawai?

Es demasiado importante para mí ir al lugar donde participaron grandes como Cristian Bustos, Scott Tinley, Mark Allen.

¿Te propusiste alguna marca?

Quiero ir y hacer una buena carrera, sin ir a buscar una marca. Traté de sacar lecciones y sensaciones aprendidas en Brasil.

¿Cómo lo haces para equilibrar el entrenamiento, las carreras, el trabajo y la vida de familia?

A mi familia le transmito la importancia que tiene este deporte para mí, y ellos al entenderlo hacen que sea más fácil el equilibrio, porque me apoyan en todo. Sin embargo, comparto los momentos al máximo, busco momentos de calidad y no me dejo vencer por cansancios. Además, mi señora me acompaña en mis viajes y eso es importante para mí.

La mezcla entre lo laboral y el entrenamiento es algo de constancia, me levanto temprano a entrenar y a las 9 en punto estoy en la oficina. En los ratos de almuerzo salgo a correr o me subo a la bicicleta, ocupo cada espacio que puedo para entrenar.