Triatlón con Pasión
Después de leer esta historia, algunos concluirán que es por necesidad, otros por locura, pero yo me inclino a pensar que es pasión por el triatlón, un deporte capaz de penetrar en lo más profundo del corazón y la psiquis. Ocurre que a unos se les nota más que a otros. Me refiero específicamente a la decisión de la exitosa pareja de triatletas canadienses Trevor y Heather Wurtele de abandonar todo, comprarse una casa rodante y recorrer el país entrenando y persiguiendo carreras tratando de llevar una vida viviendo del deporte. Me parece que este es un buen ejemplo de 2 personas que respondieron a su manera a aquello que muchos de nosotros escuchamos reiteradamente en nuestras vidas como es “Persigue tus sueños” o “Haz aquello que te apasiona” o frases de ese tipo.
La pareja se ha hecho famosa no sólo por su vida a bordo de una casa rodante, sino más bien por sus buenos resultados. El curriculum de Heather es bastante más impresionante que el de Trevor. Ella tiene a su haber 6 triunfos en distancia Ironman (Coeur d’Alene x 3, St. George x 2 y Lake Placid), 13 triunfos en 70.3 (St. George, Racine, Monterrey, Oceanside, Eagleman, entre otros), 2 podios en Mundial 70.3 (fue 3ª en 2014 y 2ª en 2015) y 6 participaciones en Ironman Hawaii (2 DNF, 8ª en 2011, 14ª en 2012 y 15ª en 2014 y 6ª como Age Group). Trevor, por su parte, tiene triunfos en Ironman Canada en 2013 y 70.3 New Orleans en 2012 además de decenas de consistentes Top Ten en carreras 70.3, Ironman y en carreras de la franquicia Rev3.
Fueron compañeros en el colegio, donde sólo fueron amigos. El amor vino después cuando coincidieron en Victoria por trabajo y estudios de postgrado. Siempre tuvieron una vida deportivamente activa, sin embargo el salto se produjo en 2003 después del triunfo de su compatriota Peter Reid en Hawaii, cuando Trevor sintió la necesidad imperiosa de dedicarle algún esfuerzo al triatlón. Sin embargo, no sabía nadar. Heather por su parte nunca había usado una bicicleta de ruta. La experiencia deportiva de ambos estaba en el Ski y en el MTB. Antes del triatlón tuvieron también algunas pocas experiencias en carreras de aventura. Trevor corrió Ironman Canada en 2004 finalizando en 11:09:06.
En 2005 vivieron en Noruega donde Heather se dedicó a completar un Ph.D. en genética, lo cual sigue pendiente. En 2006 compitieron en categorías de edad y en 2007 Heather consiguió su credencial como profesional, después de la frustración que le produjo no recibir el premio en plata por su 5º lugar en Vineman por estar inscrita en categoría.
En 2008 dejaron sus trabajos (Trevor en el mundo financiero y Heather como científica), se compraron una casa rodante y comenzaron su periplo en búsqueda de los mejores lugares para entrenar y competir. Todo sin pagar arriendo. No todo fue miel sobre hojuelas. En el primer invierno en más de una oportunidad con varios metros de nieve en el exterior tuvieron que hacer rodillo al interior de la Casa Rodante. Debieron aprender a moverse. Elegir los mejores lugares para “estacionar”. Debieron extremar el cuidado del presupuesto. Su lógica inicial era que dedicados full time a entrenar los buenos resultados llegarían muy rápido. Pero la realidad les demostró que no es así. Tuvieron que aprender a entrenar como profesionales lo que incluye mucho trabajo de calidad y mucho tiempo de recuperación.
Un momento crítico en sus vidas fue a comienzos de 2010 cuando sin auspiciadores estaban quedándose sin recursos para un pasar decente. El triunfo de Heather en el Ironman St. George les dio un impulso económico y anímico importante. A partir de ahí todo ha sido para arriba.
Desde que comenzó su aventura han ido aprendiendo y modificando sus hábitos. Al comienzo viajaban mucho y se movilizaban de un lugar a otro. Con los años han aprendido a establecerse en ciertos lugares y concentrarse en meses de entrenamiento. Reconocen que una limitante para quedarse en cualquier parte es la necesidad de disponer de una piscina cerca.
La mayor parte del tiempo la pasan en Kelowna en el estado de British Columbia y viajan regularmente a Utah y California. Actualmente si el viaje es de menos de 12 horas, viajan en la casa rodante en caso contrario toman un avión. La ventaja de los viajes en Casa Rodante es que se pueden ir con mucha anticipación para aclimatarse y conocer el circuito.
Jueves 24 de septiembre de 2015
