Qué Tour de France! (por Rocio Alvarado - Route)


Sin duda la versión 97° del Tour de France estuvo llena de emociones. Las primeras etapas estuvieron marcadas por la gran cantidad de inesperadas rodadas, y una de ellas tendría consecuencias importantes en el resultado final de la carrera: ¿qué hubiera pasado si Frank Schleck no hubiera tenido que retirarse? Parecía un Tour maldito para el SaxoBank. En la segunda etapa, una de las caídas deja a los hermanos Schleck muy retrasados en el pelotón y Fabian Cancellara junto con los otros líderes de la etapa deciden bajar el ritmo para esperarlos. Aunque fue concertado por los corredores, este acto de fair play tendría consecuencias inesperadas. Muchos se preguntaron luego si Cancellara habría ordenado al pelotón bajar el ritmo si hubiera sido Contador el perjudicado por la rodada.

La etapa 3 revive un clásico del Tour de France: el pavé (adoquines). Desde el año 2004 que no se contemplaba una etapa al estilo Paris-Roubaix. Y fue Tempranamente aquí donde los hermanos Schleck caen brutalmente. El mayor, Frank, se fractura la clavícula izquierda y debe abandonar. Así, Andy se queda sin el mejor escalador de su equipo para ayudarlo en las etapas de montaña. El pavé también produjo tremendos movimientos en la clasificación general producto de los pinchazos. Contador quedaba 9° a 1'40" de Cancellara. Después de tanto accidente, el Tour se normaliza. Sólo para Mark Cavendish había aún algo pendiente. Sus sprint no habían sido tan efectivos ni aniquiladores como los del año pasado, y no logra arrancar como le exige a sus piernas. No es sino hasta la quinta etapa cuando por fin logra destruir a sus contendores sprinters. El lanzamiento de Mark Renshaw fue perfecto y Cav logra ganar la etapa, con llanto y todo al final.

Con la etapa 7 empiezan los puertos de montaña Alpinos. Todos sabían que aquí comenzaría a barajarse el naipe. Cancellara nunca ha sido escalador, por lo tanto la lucha por el maillot jaune empezaría nuevamente. El primero en quedarse con él es Sylvain Chavanel, el líder del equipo Quick Step. Cadel Evans conserva el segundo lugar en la general, confiado de que en las etapas siguientes tendrá su golpe de suerte. Y así fue: en la etapa 8 logra por fin obtener la tricota amarilla, la que conservaría luego de la etapa siguiente, a pesar de que Andy Schleck gana la etapa con un ataque fuertísimo en la montaña que ni Contador pudo aguantar. Sin embargo, el primer puerto fuera de categoría de la Madelaine, en la etapa 9, echaría por el suelo la ilusión de Evans. Termina la etapa, y cruzando la línea de meta se deja caer en los brazos de sus coequiperos a llorar por no poder responder a sus expectativas. El problema es que nadie sabía, nadie, que Evans se había fracturado su muñeca en una rodada días antes, y que se había tragado el dolor hasta que no pudo más. Otro duro golpe para el campeón del mundo. El Tour terminaba para él. Los constantes ataques de Andy en esta etapa terminan por agotar a todos y sin necesidad de ganar la etapa, se queda con el maillot jaune con una ventaja de 40" sobre Contador.

La undécima etapa podría haber sido una más en la historia del Tour, pero todo cambiaría cuando en el sprint final, el lanzador de Cavendish Mark Renshaw, ataca con golpes de cabeza al corredor del Garmin-Transitions Julian Dean. 500 metros antes de llegar a la meta, aparentemente Dean habría encerrado a Renshaw contra las barreras de contención, y éste se defendió atacándolo con la cabeza. La organización decide aplicar un castigo ejemplarizador: Renshaw descalificado. Una nueva polémica, pues días antes dos corredores se vieron involucrados en una riña luego de terminar la etapa y sin embargo a ellos sólo se les aplicó una multa. Todos vaticinaron que sería el fin de Cavendish, pero eso estaría por verse.

La etapa 13 no iba a ser una memorable, salvo por la brillante acción de Alexander Vinokourov, quien atacó en el momento preciso y se quedó con la etapa. Sería su primera victoria de etapa desde su suspensión en 2007.

El domingo 18 de julio comienzan las etapas de Los Pirineos, el lugar donde se definiría el Tour. Le etapa 15 se transformaría entonces en la más comentada de este Tour. Cuando quedaban tan sólo 3 km para la cima, el grupo compacto donde iba Schleck, Contador, Vinokourov, Sánchez y Menchov se rompe con un ataque certero de Andy. Nadie pudo seguir su rueda, hasta que una desgraciada falla mecánica corta abruptamente su arranque. La cadena se sale del volante y se queda sin cambio, Contador aprovecha este desperfecto y lo ataca, dejándolo atrás. Schleck se ve obligado a solucionar solo este problema, lo que le reporta un retraso que sería demoledor. Contador resistió a buen ritmo hasta la cima y recupera la diferencia con Andy, superándolo por sólo 8". Contador se queda con el liderato y su actitud genera polémica. ¿Debía esperar a Schleck? Al parecer, el público presente en la premiación pensaba que sí. Las pifias a Contador al momento de recibir la tricota amarilla fueron ensordecedoras. Sin embargo, todavía faltaba el legendario Tourmalet. Todos esperaban un ataque de Schleck en la etapa siguiente, considerando que había jornada de descanso al día subsiguiente. Pero guardó sus cartas para la etapa 17, donde ascenderían la montaña más dura de este Tour. El trayecto se hizo en forma cautelosa hasta que faltaban 15 kms para la meta. Andy ataca y Contador responde. Solos comienzan una escalada a un ritmo que parecía de otro planeta. Alcanzan a la punta que les llevaba más de 3 minutos de ventaja, y siguen solos hasta el final. Andy intenta dejar a Contador y nunca lo logra. Más aún, fue Contador el que lanzó el ataque más fuerte para demostrarle a Schleck que no lo tenía fácil. Fueron más de 10 km de cruce de miradas, y el temple de Contador no lo traicionó. Logró seguir la rueda de Schleck y llegan juntos a la cima, quedándose definitivamente con el maillot jaune. Una disputa noble mano a mano.

Contador mantuvo la ventaja de 8" y parecía estar todo definido. Para todos, Contador terminaría por liquidar su triunfo en la crono individual del sábado. Es un reconocido contrarrelojista, y Andy no uno muy bueno. Pero la lucha fue fuerte y Contador no logró aumentar su ventaja tanto como se esperaba. Incluso, en un momento, Andy lo estaba superando. Pero Contador estrujó hasta la última gota de sangre de sus músculos y repunta, llegando a la meta al borde del desfallecimiento.

Qué podemos concluir de este Tour: fue uno de los más emocionantes del último tiempo. Se produjeron situaciones inesperadas con las rodadas, hubo competidores incombustibles y un gregario que no se podrá olvidar fácilmente. Alexander Vinokourov hizo gran parte del trabajo para Contador demoliendo las piernas del pelotón. Así lo afirmó el mismo español, sosteniendo que este año sintió el apoyo de su equipo en la ruta y en el hotel, a diferencia del año pasado cuando la rivalidad con Lance Armstrong era evidente. La historia que se escribió en la lucha por el tercer y cuarto lugar fue también sobrecogedora, definiéndose en favor del ruso Denis Menchov en la crono individual, en desmedro del español Samuel Sánchez. La misma lucha se sostuvo por la tricota de los puntos. Petacchi finalmente se queda con ella, Mark Cavendish queda segundo y Thor Hushovd tercero, siendo que había entrado a París con la malla verde puesta. Por tercer año consecutivo, Andy Schleck se queda con la tricota de los jóvenes, pero el próximo año cumple los 25 y ya no peleará más esa clasificación. Contador tendrá recién 28 años. Es decir, tendremos por lo menos 5 años más de luchas inclementes por la tricota amarilla entre los dos mejores corredores del mundo.

Y de Lance Armostrong, que tuvo un olvidable último Tour, seguiremos escuchando porque al parecer, volverá a sus raíces y se dedicará al triatlón!

Martes 27 de julio de 2010

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