Carlos Valdivia: IM Los Cabos 2013
Hacía ya varios meses que estaba todo preparado y el día 12 de marzo se iniciaba el viaje que me llevaría a cumplir mi objetivo propuesto desde hace tiempo: Mi 9º Ironman, Dios mediante.
Con una forma de preparación muy distinta a los demás, ya no serían 13 semanas de entrenamiento, puesto que por la fecha, 17 de marzo, no me daba el tiempo para hacerlo con Pucón como una prioridad para obtener buen tiempo.
Ese día nos encontramos con Manuel Fuentes de Andes team, Jaime Sanhueza y Marcela Urrutia de Católica en el aeropuerto. Un viaje cómodo y tranquilo hasta el aeropuerto de México (DF) y de ahí un par de horas para abordar hasta nuestro destino final, San José del Cabo, un lugar muy lindo como para ir a veranear con playas y lugares típicos. Ahí nos tenían reservado una muy buena sorpresa para más adelante.
Al llegar ya se empezó a sentir esa cosa bonita de saber que estás a las puertas de un gran evento por la gran cantidad de maletas y bicis que se bajan del avión. El hotel, que era unos de los tantos que estaban dispuestos como sedes, estaba lleno de triatletas haciendo la estadía mucho más llevadera y aumentando, también, la adrenalina y ansias de que ya fuera domingo.
Los preparativos previos se hacen ya por inercia. Soltura del viaje con un trotecito o un poco de natación. La visita a la expo, recorrido de la ruta, la tallarinata que, la verdad estuvo muy buena.
La natación…
La Palmilla, una playa muy bonita, con un rectángulo el cual esperaba a más o menos 1.500 triatletas que se marcaba con boyas rojas grandes y amarillas, donde había que girar, y que era fácil verlas y poder guiarse con sólo levantar la cabeza un poco entre braceada y braceada.
El primer kilómetro y medio, con el sol dando en la cara. El retorno sin problemas. El nado sin interrupción, ya que normalmente entro por la izquierda de los demás, junto a las boyas, lo que me permite bracear y no golpearme con los demás (este es un muy buen tip para los que empiezan en estas distancias) por la cantidad de competidores.
Saliendo con 1:16 hora me deja más que satisfecho, ya que no soy un buen nadador (a decir verdad, tampoco ciclista ni trotador) de ahí una larga T1 con una escalera muy empinada para llegar a las bicis y una gran cantidad de voluntarios, que te hacían más rápida la salida.
El ciclismo…
La primera parte, antes de tomar la carretera hacia Los Cabos de San Lucas, era muy empinada por lo que se recomendaba salir sólo con agilidad y tranquilidad, además de la gran cantidad de triatletas que salían tomando la carretera. Una ruta parecida al “Toyo”.
Para los que no conocen el lugar, muchos repechos y falsos planos con un poco de viento en contra, que no ponía gran problema a los 56 kilómetros en los que feliz iba a un promedio, según mi GPS, sobre 32 kilómetros la hora, que para el negrito era más que suficiente.
Luego me encontraría con una ruta que no estaba considerada, 34 kilómetros de sólo subidas, muy largas y duras, además de viento en contra muy fuerte, comparándolo inevitablemente con el tramo de trote en la península de Pucón, pero estábamos ahí y había pedalear, dando gracias a San Cuesta Barriga, El Toyo y Chicauma, por los cansancios recibidos, ya que con ese entrenamiento pude salir de ese cementerio en el que se transformó. Tras ver gente vomitando, caminando y/o sólo descansando y el negrito pedaleando más lento, pero rodando.
Trote…
En el trote, que más bien era plano, había una gran cantidad de personas alentando a lo largo de la ruta, parecía que todo el pueblo estaba ahí gritando. Gente muy cálida que hacía aguantar muy bien el calor reinante, que a esa hora era infernal, pero gracias a los abastecimientos y la gran cantidad de voluntarios (no muy acostumbrados a estos eventos hay que decirlo por la forma de pasar las cosas).
Durante la carrera vi a mis amigos chilenos como Juanito Arrasate, con un ritmo muy sólido, con el cual se apropió de un nuevo cupo para Hawaii, imponiéndose por mucho a su perseguidor. Gonzalo Valenzuela, como siempre fuerte y muy metido en la carrera, igual que su hermano Rodrigo, haciendo muy buen tiempo. Marcela Urrutia imponiendo su ritmo de carrera se veía regia y Jaime Sanhueza el cual de menos a más, durante la carrera, sacó fuerzas de flaquezas y dio término a esos 42,195 kilómetros con un trote que me dejó el gorro dado vuelta para atrás. Muy bien Jaime, qué manera de darte cuenta que podías más, bien por ti amigo.
Resumiendo…
Un Ironman nuevo, muy bien organizado, un lugar hermoso, la gente muy cariñosa, que hace sentir muy bien a los atletas, pero con un ciclismo muy pero muy duro como para ir a hacer un buen crono si no se es muy escalador.
Carlos Valdivia
Fecha de la carrera: Domingo 17 de marzo de 2013