Claudia Galvez: “Fue una experiencia para toda la vida”


Race Report Mundial IM 70.3 Australia 2016

Cuando debuté en Pucón casi no sabía que existía un Mundial. Y por si fuera poco, tuve la suerte de entrar por la ventana (las 6 chicas que llegaron antes que yo, no tomaron el cupo o ya estaban clasificadas). No alcancé a esperar ni a soñar con un cupo.

Cuando me vi embarcada en esto, sólo me propuse entrenar para estar a la altura de las chilenas que venían. Para mí ellas son un verdadero referente y no quería ser la vergüenza del grupo.

Unas cuantas semanas antes de la carrera, cuando ya estaba todo dicho en cuanto a entrenamientos, me dio un ataque de histeria. Mauro, mi coach, me salvó y me hizo ver todo desde otra perspectiva. Como no estaba en mi mejor momento físicamente hablando (por un par de molestias bien constantes y por unos exámenes médicos que no eran muy optimistas), los objetivos que habíamos hablado hace un tiempo cambiaron radicalmente.

Ya no me importaba bajar el tiempo de Pucón. Mi único objetivo iba a ser disfrutar la carrera y que mi barra oficial (José, mi Emilia y mis papás) pudiera percibirlo. Es heavy cómo cambian las cosas cuando se cambia la perspectiva! Empecé a preocuparme de organizar mis “vacaciones” y los nervios iban bajando.

Llegó el día. Todo era un espectáculo en sí mismo. Un amanecer increíble, unos paisajes de cuento. Realmente emocionante cómo Mooloolaba nos daba la bienvenida. Juro que de repente como que “desperté” y recordé que estaba ahí para competir. La previa fue larga antes de mi partida y pude compartir con la Color y la Concu y hablar de miles de cosas, así que no alcancé a entrar en pánico.

La natación fue, como siempre, lo peor de lo peor. Aparte que no había entrenado suficiente, una patada en la sien me provocó un mareo feo que me hizo parar para volver a orientarme. Para no desesperarme, empecé a sentir las ricas sensaciones de un agua agradable, un traje cómodo y un día maravilloso.

Salí como última del agua en mi categoría! Y luego de un par de vueltas medio perdida, encontré mi bolsa para partir a buscar la bicicleta. Me costó subirme a la bici, pero cuando estuve arriba, sentí que llegaba mi momento. Por confiada, había dejado varias cosas al azar y eso me pasó la cuenta. El viento me inestabilizaba y me insegurizaba, pero el lugar era tan lindo! Unos paisajes y vegetación que invitaban a admirar y contemplar. Así lo hice. Mantuve todo el rato la cadencia en los parámetros que había entrenado. Cuando el viento era muy fuerte, la cadencia se volvía más importante. La subida del terror no me pareció tan del terror (aunque varios la subieron a pie y otros tantos se cayeron de la bicicleta). Cuando empecé a pasar a mucha gente, cerca del km 80, me asusté un poco y me frené. El viento se ponía pesado y nuevamente me inestabilizaba. Pasé un par de sustos, pero me mantuve firme en mi propósito y no iba a dejar que nada me hiciera pasarlo mal.

Lo pasé muy muy bien en el pedaleo. Estuvo bien dentro de lo posible. No pinché, no me caí, me pude hidratar y comer bien. Me pude bajar a lo cartero y las piernas las sentía power.

Cuando salí a correr, me di cuenta que mi reloj no estaba andando (había apretado mal los botones) y no tenía ni la más mínima idea de cuánto llevaba en carrera. No quise calcular. Me sentía increíble, pero mi falta de experiencia en este tipo de carreras, me hacía ser cauta y no emocionarme demasiado con los ritmos. Me mantuve estable y sintiéndome segura, parando en cada puesto para hidratarme y para bañarme con agua sobre la cabeza. No iba a permitir que una deshidratación me jugara en contra.

Las veces que vi a mi barra oficial, me sentía como una rock star. Sabía que, además, todos mis amigos en Chile estaban pendientes. Juro que podía sentir las buenas vibras. GRACIAS MY TEAM. GRACIAS MAURO y amigos por todo el cariño!

Cuando ya iba en la última vuelta del trote, ver a mi familia era lo máximo que podía pasarme. Darle la mano a mi Emilia y tirarle un beso, escuchar a mis papás y a José alentarme… imposible describir todas las emociones y el orgullo de sentir que lo estaba logrando.

Llegué a la meta radiante, feliz y sí, sintiendo que pude dar más. Pero me estoy recién conociendo en esta disciplina y aún no sé muy bien cómo reacciona y cómo rinde mi cuerpo, así que ser cauta era lo más sabio (aunque después venga la recriminación y el “debí haber dado más”).

También fue sorpresivo y emocionante cruzar la meta y ver al Folo capturando el momento y grabando (aunque no es la mejor de las imágenes) la llegada de cada uno de los chilenos. GRACIAS TRICHILE por tremenda cobertura!

Y gracias a todos los chilenos –mundialistas, familias, amigos y acompañantes- por el tremendo equipo que se armó.

Fue una experiencia para toda la vida; una oportunidad que no sé si volveré a tener. Un cuento para contarle a mis nietos.

Gracias también a Belsport, donde trabajo hace menos de dos meses, por la flexibilidad para dejarme venir a competir (y luego a descansar) sin trabas de ningún tipo. Lo máximo!

Claudia Galvez Bakx
MyTeam

Fecha de la carrera: Domingo 4 de septiembre de 2016

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