Felipe Van de Wyngard: “Volveré otra vez a Pucón, mejoraré lo que faltó y apuntaré más alto”


Race Report IM 70.3 Pucón 2017

Este año con Pame llegamos a Pucón con muchas ganas y motivación de hacer una buena carrera. En mi caso, luego de varios meses de recuperación de una lesión y vuelta a entrenar muy progresivamente; con ganas de volver a sentir los nervios y adrenalina, y hambre de buscar un buen resultado, además de volver a competir juntos. Pame venía de algunos meses difíciles donde sufrió mucho con crisis alérgicas y de una sinusitis rebelde las semanas previas a las competencia, que la debilitó bastante, lo que nos tuvo algo intranquilos los días previos, pero finalmente dijimos “vamos”.

Hice una preparación de 13 semanas. No es que antes no estuviera entrenando, pero lo estaba haciendo de forma no planificada mientras evolucionaba la recuperación de la lesión, sólo nadando y pedaleando, pero no corriendo. En estas 13 semanas armé un plan enfocado en volver a mi nivel de natación habitual, con 5 sesiones semanales y hasta 20 Km de volumen total, que son números bastante estándar para mí (que he sido nadador de toda la vida), pero esta vez con más enfoque en la calidad. Potenciar mucho el ciclismo, que es clave en pruebas de larga distancia, y volver a correr muy progresivamente, donde tuve que ser creativo porque no podía hacer mucho volumen ni mucha intensidad, ya que mi tendón sigue delicado y se resentía inmediatamente. Fui alternando avances en la frecuencia y duración de los trotes, y jugando con la recuperación en las repeticiones, sin llegar a intensidades realmente altas. Solamente las últimas semanas previas a Pucón llegué a correr cerca de un 70% del volumen que habitualmente haría.

En el ciclismo incluí varias semanas de repeticiones en subida, tanto en la bici de ruta como en la de triatlón. Primero repeticiones cortas a alta intensidad, luego más largas y alrededor de la zona de umbral anaeróbico. También muchos entrenamientos en terreno ondulado (bendito Cajón del Maipo), solo y contra el viento… bueno, cuándo no ha sido así jaja. Acercándonos a la competencia, dejamos las subidas y nos pasamos a terreno plano, para potenciar la velocidad de piernas, traspasar los números entrenados en otras condiciones a un terreno más similar al de la competencia, y acostumbrarse a andar rápido consistentemente, lo que también hay que entrenar, pues la cabeza se cansa y uno se desconcentra.

Llegado el día de la competencia, en la mañana con Pame seguimos la rutina pre carrera como siempre, nos levantamos temprano, desayunamos lo habitual, volvimos a descansar un momento más y hacer los últimos preparativos. Antes de la partida nos abrazamos y dimos power uno al otro, y nos tocó ubicarnos en las respectivas líneas de largada. Estaba tranquilo de que tenía que hacer mi carrera y aunque estaría atento cada vez que nos cruzáramos, ella también estaría haciendo lo mismo.

La primero en el plan de carrera era nadar en el primer grupo. Mi partida siempre es más lenta, por lo que la clave para mí es ubicarme bien en los primeros metros que son súper intensos y no perder terreno. Llegando a las primeras boyas quedé algo encerrado por los nadadores que iban a los costados mío, y comenzamos a perder contacto con los primeros, logré salirme y algo desesperado volver a acercarme a los pies que iban más adelante. Completé el primer giro sin estar en contacto por completo, lo que recién logré después de la corrida por la playa y volver a entrar al agua. Vicho Trewhela nadó a full como siempre y luego salimos Pipo, Gaspar y yo. Esperaba a otros nadadores rápidos en el grupo pero éramos sólo tres, lo que me indicó que el ritmo había sido alto y también era un escenario favorable para comenzar a pedalear.

En la bici el objetivo era 315W – 4.1 W/Kg. Personalmente, en el computador no llevo la velocidad ni potencia promedios, para no esclavizarme con los números, si no que busco rondar la potencia objetivo la mayor cantidad de tiempo posible, lo mismo con la velocidad de acuerdo al tiempo esperado para el circuito. No subirme excesivamente en las subidas o repechos, y también mantener una carga lo más cercana posible a este número en las bajadas.

Alrededor del Km 8 Pipo y yo tomamos en la punta, la cual alternamos hasta el retorno de los 45 Km. El circuito se sentía más pesado de lo habitual y notoriamente más lento que el entrenamiento que habíamos hecho el viernes, con remolinos de viento que a ratos frenaban bastante.

Al comenzar a bajar vi que llevábamos una buena ventaja con los otros competidores, pero que a la vez Lionel Sanders se estaba acercando, también que el viento estaba para cualquier parte y la bajada no sería fácil, por lo que decidí que era el momento de apretar. Mi objetivo era disputar la carrera y la opción era hacerlo en el ciclismo, ya que no llegaba con un trote suficiente. Apuré el paso (o sea, a fondo!) y vi que pude separarme de Pipo, me concentré en no bajar el ritmo, pedalear eficiente usando bien los desarrollos y manteniéndome aerodinámico, no olvidar la nutrición e hidratación; y machaqué hasta el final nomas.

La última bajada del Camino Internacional y la sección del aeropuerto como siempre se hicieron muy pesadas, pero ya había que seguir apretando los dientes y mantener la ventaja ganada.

Para los seguidores de los números, el promedio fue de 299 W NP, con un coeficiente de variabilidad de 1.04. Les dejo el archivo .fit de potencia y datos GPS en este link, para los que quieran usarlo para entrenar en rodillo. También los dejo invitados a seguirme en Strava, donde pueden seguir los entrenamientos del año preparando los próximos objetivos, buenas fotos y uno que otro comentario anecdótico.

Comencé el trote en buenas condiciones, cansado pero creo que lo normal. Las primeras subidas fueron a buen ritmo, enfocado en subir a paso firme, bajar lo más ligero posible y subir el ritmo en la parte plana. Lionel me descontó la ventaja en esta primera parte, me pasó en la bajada de las hortensias realmente en otro cambio. Mi segundo y tercer giro fueron bastante regresivos, mis piernas se fueron agarrotando cada vez más, bajada tras bajada. Esto es algo que me cuesta y desgasta mucho, que tengo claro que tendré que trabajar mucho durante el año para las próximas penínsulas.

Cedí el segundo lugar a Pipo en el segundo giro. Me encontré con la Pame muy concentrada y aguantando en un mal día, que también a mí me mantenía aguantando. En el último giro cedí el tercer lugar a Luciano Taccone, donde ya iba con las piernas completamente contracturadas. Fue una lucha permanente con el cuerpo y la mente para que las piernas respondieran. Cada vez que pasaba donde estaba nuestro hijo apoyándonos y cada vez que nos cruzábamos con Pame era una inyección. La última vez que nos topamos la indicación fue clara, “aguanta!”. Así que a apretar los dientes y seguir con todo en lo que quedaba, sabía que podía hacerlo, sobre todo porque ella había “aguantado” toda la carrera. El apoyo de toda la gente en el circuito también fue impresionante, creo que más que cualquier otro año, la península estaba repleta y con una energía increíble.

Quedé contento y disconforme a la vez; fue una buena carrera, feliz de haber vuelto a competir y de hacerlo en familia, pero quería un mejor resultado. Volveré otra vez a Pucón, mejoraré lo que faltó y apuntaré más alto.

Si bien es tema de todos los años, lamentablemente en esta edición el problema del drafting llegó al nivel de escándalo. Me encanta el drafting, toda mi vida lo he hecho y disfrutado de la dinámica y exigencias que genera… pero en la ITU y en la distancia Olímpica. De más está decir que no concuerdo en lo absoluto con la gente que dice que el triatlón con drafting no es triatlón.

Pero no cuando no está permitido. Este año los jueces estuvieron bien, mejor que nunca; la organización estuvo bien tomándose el tiempo necesario para evaluar y buscar una salida lo más justa posible a este escándalo, aunque fue tibia y faltó mano dura. Pero los competidores estuvieron mal. Si no hay un cambio de actitud de parte de los mismos triatletas, no importa cuántos jueces, cuántas carpas o cuántas penalizaciones haya, que cerca de un 25% de la carrera haya sido penalizado no es normal y no puede estar bien. Faltar al reglamento está mal bajo cualquier condición, pero es más grave y reprochable mientras más alto el nivel competitivo, pues hay más en juego que sólo completar la prueba o mejorar un registro personal. Un podio en la categoría o una clasificación al Campeonato Mundial es algo por lo que todos trabajan muy duro, y debe ser medido y premiado en forma justa.

Todos se apuntan con el dedo, dicen que fueron los demás, pero nos resulta vergonzoso que además de la falta en competencia, al final del día se publiquen resultados en las redes que no son verdaderos. Atrévanse a pedalear solos, la satisfacción será mucho mayor, la conciencia estará tranquila y por último, nadie podrá cuestionar nada. Por otro lado, infórmense y pregunten, hay gente que no entiende el drafting; no entienden que si no son capaces de sobrepasar en el tiempo límite hacen drafting, que no deben bloquear a quien sobrepasan, si adelantas a alguien entrando en la estela también es drafting. Este manejo es parte de la carrera, cuando cometemos errores es porque queremos ser competitivos y es válido, pero lo mínimo es ser rectos y parar en la zona de penalización.

Por último, un gran agradecimiento de los VandeTastets a nuestras familias que nos acompañan siempre y especialmente en Pucón, y a nuestros auspiciadores, que hacen todo posible: Mitsubishi, Skechers Performance, TIMEX, Gatorade, Bloom Café, MEDS, GIANT/Liv, Aqua Sphere, Rudy Project, Safetti.

Felipe Van de Wyngard

Fecha de la carrera: Domingo 15 de enero de 2017

Volver

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Ranking Trichile

Quién está?

There are currently 0 users and 2 guests online.